El terremoto en Turquía y en el norte de Siria se convirtió en una verdadera catástrofe mundial. No sólo es el segundo más fuerte en los últimos 100 años, sino también le más extenso, dejando un saldo de 5 mil muertos, y un centenar de heridos y desaparecidos.
Mientras pasan las horas, más historias de testigos se conocen como el dramático rescate de una recién nacida, que estaba unida por el cordón umbilical a su madre fallecida. De acuerdo a medios internacionales, la beba logró ser socorrida del inmueble derrumbado donde vivía. En dicho domicilio, estaban los cuerpos de su madre Aafra, su padre Abdalá, sus cautro hermanos y su tía.
Según relató Khalil Sawadi, un conocido de la familia, los cadáveres fueron encontrados juntos y cuando pensaron que no había esperanza, lograron escuchar un llanto. "Escarbamos, limpiamos el lugar y encontramos a esta pequeña, alabado sea Dios", expresó el testigo, quien informó que la bebé fue trasladada a un hospital en la ciudad de Afrin.
El estado de salud de la beba: llegó con hipotermia y hematomas
Según informó la agencia AFP, la beba fue puesta en una incubadora y se le suministraron vitaminas, ya que había estado muchas horas sin alimentarse. "Llegó con los miembros entumecidos por el frío, su tensión había bajado. Le hicimos los primeros auxilios y la pusimos bajo perfusión", explicaron. Si bien tiene contusiones, su estado es estable y permanece bajo cuidado de los profesionales.
Actualmente, tiene un peso de 3.175 kilogramos y se calcula que nació siete horas después del sismo. Su historia si bien es trágica, es esperanzadora, ya que conmovió al mundo en medio de tanto horror. En toda Siria, se estima que fallecieron alrededor de 1600 personas, además de 3400 muertos, que hay en Turquía.