Una fortuna de 3,5 millones de euros podría escaparse de las manos de Alberto de Mónaco que vive momentos de angustia por la larga batalla judicial que viene manteniendo para poder hacerse del dinero que viene de una herencia que le dejó Kellogg Smith, un multimillonario estadounidense que residía en Mónaco y murió en 2011 a los 85 años.
El conflicto radica en que, según informó el diario francés Le Nouvel Observateur, una mujer se presentó como viuda y heredera. La profesora de yoga de 68 años se encuentra enfrentada al príncipe a raíz de un testamento que se contradice con el que él tiene. De acuerdo a lo que especificó ese medio, el primero de ellos fue encontrado por un notario que es primo de Alberto de Mónaco.
Documentos que se contradicen
La documentación está fechada el 23 de julio de 2005 y allí se especifica que los bienes serían destinados al príncipe. "Pasa a menudo que la gente sin herederos le cede su fortuna al príncipe Alberto, quien luego dona el dinero a sus fundaciones”, declaró su abogado. Pero lo cierto es que la viuda se siente poseedora de esa suma de dinero.
Ella tiene una carta escrita de puño y letra de Kellogg en donde especifica: “Que yo sepa, no dejo ningún testamento de carácter legal. Deseo que la tercera parte de toda mi herencia, mi dinero y mis bienes sea atribuida a mi esposa y el resto a organizaciones benéficas de Mónaco o de cualquier otra parte”. Un tiempo después se separó de su mujer, pero no se divorció. De esa forma, legalmente ella seguía siendo la esposa.
La carta, tomada como válida por la Justicia en 2011, contradice al documento de 2005 que está en manos de Alberto de Mónaco. Frente a esa noticia, Isabella Smith intentó negociar para quedarse con dinero ofreciendo darle un 15 por ciento del total para la fundación de Charlene de Mónaco, su esposa. Si bien el tribunal de primera instancia de París le dio la razón a la viuda, hasta ahora ella no ha podido tomar posesión de los bienes. La próxima audiencia del caso, en donde podría haber definiciones, está programada para junio del año que viene.