Rodrigo de Paul es un nombre familiar para los futboleros, pero desde que se volvió figura y emblema de la Selección Nacional, transcendió esa barrera aún más. El joven de 27 años hace diez años en Europa fruto de su destacada actuación en Racing Club de Avellaneda, club que lo catapultó a ser fichado por uno de los clubes del viejo contiente.
Y es allí donde, tras consagrarse campeón de la Copa América, lo esperaba su familia por estos días: su hijita Francesca y su mujer Cami, quien está a punto de dar a luz su segundo hijo. Su futuro no puede ser más prometedor: luego de haber jugado en el Udinese, en Italia, Rodrigo fue fichado por el club Atlético de Madrid, para ponerse a las órdenes del Cholo Simeone, el famoso DT argentino del equipo madrileño.
Nació el 24 de junio de 1994 en Sarandí, es de Géminis y, curiosamente, durante sus primeros días de concentración junto a la Selección Nacional, dio muestras de tener grandes dotes para la "adivinación", ya que rodeado de algunos compañeros, el 10 de junio grabó un video en el que aseguró que la Copa América iba a ser para la Argentina: "A vos te lo digo, hoy 10 de junio. Vamos a ganar la Copa América. Vamos a ganar la Copa América 2021 en Brasil y vamos a quedar en la historia... para toda la vida”, aseguró.
Exactamente un mes más tarde, su premonición se hizo realidad y él fue una pieza determinante para que esto sucediera. Su sacrificio, su inteligencia y su calidad fueron determinantes a lo largo de la competencia para lograr el objetivo.
Quienes lo conocen de cerca dicen que es un "pibe" pura humildad y desacartonado y muy auténtico. Un enamorado de su país que llegó a tatuarse una brújula sobre el mapa de Argentina en su brazo izquierdo.
También adora a su familia y tiene un especial recuerdo de su abuelo Osvaldo, quien murió en 2009 y era quien lo llevaba a la cancha cuando era chico. "Mi mamá (Mónica) laburaba y no podía", contó en España una vez. Al padre nunca la menciona. Cuando hace un gol, se besa el tatuaje de su abuelo, que está en una de sus muñecas. Sus hermanos Damián y Guido no llegaron a jugar profesionalmente.
Sus comienzos fueron en el club Deportivo Belgrano de Sarandí y desde muy chico, con solo tres años, tenía obsesión por la pelota. Curiosamente, en su primer equipo jugó como arquero pero no aguantó demasiado en esa posición y se fue al frente.
De delantero bajó a enganche, según contó en una entrevista uno de sus primeros formadores, Miguel Ángel Mico, quien trabajó muchos años en las inferiores de Racing. "Lo veíamos con el equipo de trabajo en el fútbol infantil. Tenía nueve años. Él era una joya de la clase '94. Y nos reíamos porque se enojaba con los compañeros que se enojaban porque él no bajaba para ayudar a quitar la pelota. Mirá lo que son las cosas, ahora tiene un despliegue de locos".
En 2013 debutó profesionalmente con la camiseta de la Academia del DT de aquel entonces, Luis Zubeldía. Rodrigo recuerda con cariño sus primeros años en aquel club y su sentido de pertenencia con él permanecen intactos: "Racing tuvo un rol super fundamental en toda mi infancia, mi aprendizaje y en todo proceso". Además, remarcó que entraba al club y se olvidaba de todos sus problemas. Hace dos años, en Casa Tita, lugar donde viven los chicos de las divisiones inferiores, le hicieron un homenaje, poniéndole su nombre a la habitación 13. "Tengo el llavero de la pensión con las llaves de mi casa", dijo mientras lo mostraba a cámara. Y continuó: "Que los chicos que entran ahora a Casa Tita, vean mi nombre en una puerta, para mí es algo espectacular".
Ese cambio de personalidad le dio un triunfo a la selección argentina. Quitó la pelota de la que nació el 2-0 a Venezuela en el Maracaná, por los cuartos de final. "Cuando lo veías de pibe no sabías si iba a llegar. Porque era buen chico, pero medio atorrante. Con talento pero no sabías si iba a tener ese plus que hace falta. Hoy tiene todo y se merece todo lo que le pasa", se sorprende Micó.
Su humildad quedó siempre de manifiesto, incluso cuando ya era uno de los jugadores estables de la primera división: "Y cuando ya jugaba en Primera iba a ver los partidos de sus compañeros de inferiores. Por eso lo respetan todos sus ex compañeros".
Rodrigo se está tomando ahora unas merecidas vacaciones junto a su pareja hace 10 años, Cami Homs, con quien esperan la llegada de su segundo hijo. Mientras concentraba con la slección, la modelo expresó en Instagram cuánto extrañaba al padre de su hijita Francesca, publicando un tierno mensaje y con una foto que los muestra a los dos juntos, con estas palabras: "Extrañándote a vos y a esas noches de verano" escribió. Rodrigo se hizo eco del afecto de su compañera y replicó con un "te extraño, amor mío".
Para el Día del Padre, que tampoco pudieron compartir, Cami también saludó a Rodrigo: "Feliz día a vos, que sin dudas te elegiría una y mil veces más para cumplir este rol. Te amamos y extrañamos tanto, mi amor. Gracias por ser el mejor papá para Franci y Bauti" escribió Cami junto a tiernas fotografías familiares. "¡Gracias, amor mío! Las extraño mucho" contestó el mediocampista de la selección nacional.
Hace unas horas la familia ya se encuentra reunida, festejo que también retrataron en las redes sociales con un completo cotillón alusivo al triunfo de la Selección Nacional.