Netflix acaba de estrenar una miniserie de ficción inspirada en vida de la ambiciosa Griselda Blanco, creadora de uno de los cárteles más poderosos de la historia. En la Miami de los años 70 y 80, la mezcla letal de encanto y brutalidad de Griselda la ayudó a manejarse con soltura entre los negocios y la familia, y le granjeó el apodo de "la Madrina de la cocaína" o "la jefa del narcotráfico". La serie protagonizada por Sofía Vergara promete ser furor en la plataforma de streaming, pero quién era esta mujer que se llevaba el mundo por delante y fue conocida como una de las legendarias criminales de la historia.
La miniserie de seis episodios se adentra en el mundo oscuro de Griselda Blanco, uno de los traficantes de cocaína más notorios del mundo. Motivada por el dinero, el hambre de éxito y su familia, Blanco, mejor conocida como La Jefa, era una mujer de negocios y dicen que hasta Pablo Escobar le tenía miedo.
Griselda Blanco nació el 15 de febrero de 1943 en Cartagena, Colombia. Fue abandonada por su padre, se mudó a la ciudad de Medellín con su madre, una trabajadora sexual y alcohólica que presuntamente sometió a su hija a abusos violentos. Se crió en la pobreza y se dedicó a la prostitución y a robar carteras para subsistir porque se fugó de su casa. Ya a los 11 años había secuestrado y asesinado a un niño de una familia adinerada.
"Fue una mujer colombiana pobre y sin educación que logró crear un imperio masivo de miles de millones de dólares en una industria dominada por hombres, a través de tácticas que ella ideó que eran a la vez ingeniosas y crueles", comentó Sofía Vergara sobre la mujer que interpretó.
Blanco se mudó con el falsificador y proxeneta Carlos Trujillo, quien se convertiría en su primer marido, cuando ella tenía solo 13 años. La pareja tuvo tres hijos juntos: Dixon, Uber y Osvaldo. La familia se mudó a Nueva York en 1964, donde Blanco comenzó a vender marihuana. Pero Blanco se separó de Trujillo a finales de los años 1960 y supuestamente lo hizo matar a principios de los años 1970.
Después de matar a su primer marido y ayudó al segundo a construir un imperio de la droga en Nueva York. Blanco se casó con el traficante de cocaína Alberto Bravo. Juntos montaron una operación de tráfico de drogas, utilizando como tapadera el negocio de importación de ropa. Luego ella abrió una fábrica de lencería en Colombia: diseñaba ropa interior concompartimentos adecuados para el contrabando de cocaína. En ese momento manejaron una red de hasta 1.500 narcotraficantes.
Blanco huyó a Colombia en 1975 para escapar de la condena en Queens. Ella creía que él le estaba robando. Después de que la pareja regresó a Colombia desde Estados Unidos, donde enfrentaron cargos por drogas, Blanco mató a Bravo durante un tiroteo en la capital, Bogotá, y emigró a Miami para construir su imperio en solitario.
Rápidamente se hizo conocida por su inclinación por la violencia y su participación en las guerras de los “Cocaine Cowboy”, una larga serie de tiroteos públicos y otros graves actos de violencia que tuvieron lugar en toda la ciudad de Florida.
Desde obligar a la gente a tener relaciones sexuales a punta de pistola hasta crear los “Cocaine Cowboys”, de eso se trataba el reinado de Blanco. Se casó con su tercer marido, Darío Sepúlveda, en 1978, y tuvo a su cuarto hijo, Michael Corleone Blanco, llamado así por el personaje de Al Pacino en El Padrino.
Sepúlveda huyó a Colombia en 1983, dejando atrás a Blanco, pero llevándose a Michael con él. Este “secuestro” de su hijo convirtió a Sepúlveda en un objetivo, y Blanco supuestamente lo asesinó mientras el niño observaba.
En 1985, es capturada y sentenciada a 15 años de prisión por conspirar para fabricar, importar y distribuir cocaína. También sería acusada de tres cargos de asesinato y recibiría 20 años de cárcel por los delitos. En 2004, Blanco fue liberada de prisión y deportada a Colombia. Allí vivió desapercibida hasta 2012, cuando un hombre armado en una motocicleta la mató afuera de una carnicería en Medellín. Los tres hijos mayores de Blanco (Dixon, Uber y Osvaldo) se convirtieron en narcotraficantes como su madre. De hecho, los tres murieron antes que ella. El hijo menor de Blanco, Michael, todavía está vivo, y este mes presentó una demanda contra Netflix y Vergara por Griselda.
Michael comenzó a trabajar para el negocio de cocaína de su madre cuando tenía 12 años. Después del arresto de Griselda en 1985, llevó una vida tranquila y privada con familiares, viajando entre Colombia y Estados Unidos y residiendo cerca del centro correccional de su madre en California. Hoy, Michael posee la marca de estilo de vida Pure Blanco. Se estima que la fortuna de Griselda Blanco ascendía a 1.500 millones de dólares.
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