La liberación ocupa los primeros lugares entre las películas más vistas de Netflix, lo que refleja el interés que despiertan en el público las historias paranormales basadas en hechos reales.
El filme, dirigido por Lee Daniels, recoge los eventos paranormales que vivió la familia de Latoya Ammons en Gary, Indiana.
En noviembre de 2011, la mujer, junto a su madre y sus tres hijos, se mudó a una casa alquilada en un barrio tranquilo.
Al poco tiempo, comenzaron a experimentar fenómenos inexplicables, como escuchar pisadas y puertas que se abrían solas. La situación empeoró cuando la familia afirmó que los niños levitaban, eran golpeados por objetos invisibles y hablaban con voces demoníacas.
En 2014 los hechos se volvieron públicos, cuando la periodista Marisa Kwiatkowski publicó u artículo hablando sobre el tema. En él detalló varios eventos reflejados en la película como, por ejemplo, la invasión de moscas que sobrevino en la casa en pleno invierno.
Además, relataba que los hijos de Ammons mostraban signos claros de posesión, eventos que también fueron documentados por proveedores de servicios médicos y autoridades policiales.
Como los eventos paranormales se intensificaron, la familia decidió buscar ayuda espiritual. Entonces, recurrieron a un sacerdote que realizó tres exorcismos en la casa. Además, bendijo la nueva casa a la que se mudó Latoya junto a sus hijos.
Durante el rodaje de la película, el director reconoció haberse comunicado con Latoya Ammons, aunque el filme es su propia interpretación de los hechos.
Cabe destacar que existen informes y documentales del caso Ammons, uno de ellos llamado Demon House.
Según informes, Valerie Washington, una trabajadora social que investigó el caso, presenció algunos de los episodios más escalofriantes, como el del nene de nueve años caminando por una pared y hasta el techo.
Tal y como lo refleja el filme, los servicios sociales le retiraron temporalmente la custodia de los chicos pero por otro motivo: proteger a la madre.
El caso Ammons, por Lee Daniels
La liberación entrecruza los fenómenos paranormales con conflictos familiares, actuales y de larga data, que afectan a Ebony Jackson (Andra Day), una madre soltera que se muda con su familia para empezar de cero.
La acompañan su madre (Glenn Close) y sus hijos, Nate (Caleb McLaughlin), Shante (Demi Singleton) y Dre (Anthony B. Jenkins).
Por la conducta previa que presentó Ebony, presa de las adicciones, es supervisada por una asistente social (Mo’Nique) y luego consultará a una pastora para que la ayude a enfrentar el mal que habita su casa (Aunjanue Ellis‑Taylor)
Sin dudas, una película que ofrece una visión única en su género sobre temas como la oscuridad, la posesión y la búsqueda de un poder superior.
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