Lady Di y Camilla Parker Bowles formaron parte de uno de los triángulos amorosos más famosos (y escandalosos) de todos los tiempos junto con el príncipe Carlos, heredero al trono británico. Una era la esposa y otra, la amante. Pero al morir la primera, con los años llegó a casarse con él y hoy es candidata a reina consorte, de acuerdo a un anuncio que hizo la reina Isabel II meses atrás.
Camilla, una consejera y figura de hermana mayor para Diana
En la biografía de la duquesa de Cornualles, The Duchess: Camilla Parker Bowles and the Love Affair that Rocked the Crown, Penny Junor cuenta que Diana visitaba con frecuencia la casa de campo de Camilla y Andrew, Bolehyde Manor en Wiltshire, cuando empezó a salir con Carlos en 1980. Por entonces dos mujeres se llevaban bien, incluso que Diana ayudaba a Camilla con sus hijos, Tom y Laura.
Junor cuenta que Camilla adquirió un papel de hermana mayor y asegura que era un apoyo para Diana cuando ambas fueron a ver al príncipe Carlos competir en las carreras de Ludlow ese año —un día que marcó el debut público de Carlos y Diana como pareja—. Sin estar acostumbrada a las cámaras, Camilla era sin duda una presencia tranquilizadora.
Camilla mantuvo la amistad mientras la relación de Carlos y Diana se convertía en algo más serio. En el libro de Andrew Morton de 1992 Diana: Her True Story, el autor relata que poco después de que la pareja anunciara su compromiso en febrero de 1981 y Diana se mudara a Clarence House, encontró una nota de Camilla en su cama invitándola a almorzar. Se dice que disfrutaron de una reunión animada en la que charlaron y se pusieron al día. Cuando con el tiempo Diana volvió la vista atrás, le dijo a Morton que después sospecharía que Camilla estaba tratando de averiguar cuándo podría ver a Carlos a solas.
El fin de la amistad, el comienzo de las sospechas
Fue por esta época cuando la amistad entre las dos mujeres comenzó a desgastarse. Morton cuenta que Diana comenzó a sospechar sobre Carlos y Camilla ya durante su compromiso. Le molestó mucho que Carlos le regalara una pulsera a Camilla, poco antes de su boda, motivo por el cual ella estaba dispuesta a romper el compromiso.
Camilla se mantuvo alejada de Diana en los primeros años de su matrimonio. PopSugar informó de que incluso evitó eventos en los que sabía que la pareja real acudiría. Sin embargo, a mediados de los ochenta, Diana estaba convencida de que Carlos había reavivado la relación con su exnovia. Diana le contó a Morton que apareció sin avisar para sorprender a Carlos y sus amigos en una fiesta de cumpleaños de la hermana de Camilla, Annabel Elliot, en 1989. Fue allí donde compartió con Camilla sus sospechas, o al menos las insinuó claramente. Diana recordó que cuando Camilla preguntó qué más podía desear la princesa, además de la adoración pública y sus hermosos hijos, Diana le respondió: "Quiero a mi marido".
Las dos mujeres se distanciaron desde entonces, y Carlos y Camilla continuaron su relación cuando su matrimonio con Diana se rompió. Cuando Diana concedió la entrevista en Panorama en 1995, le dijo a Martin Bashir de la BBC: “Bueno, éramos tres en este matrimonio, así que estaba un poco abarrotado”, el asunto ya había examinado, a puerta cerrada y en la prensa. De hecho, fue un año antes, en 1994, cuando Carlos admitió su adulterio en la entrevista con Jonathan Dimbleby, diciendo que el matrimonio se había "roto irremediablemente".
