No es la primera vez que la reina Isabel II de Inglaterra abre las puertas de los jardines y del propio palacio de Buckingham al público. Pero sí la primera que autoriza a recorrer libremente e, incluso, a hacer picnics en esos hermosos jardines.
Se trata de un espacio parquizado con árboles de diversas especies, así como de una gran variedad de plantas -muchas de ellas ejemplares raros y exóticos- numerosas colmenas de abejas y, además, un lago.
Sus orígenes y el diseño actual se remontan a principios del siglo XIX, cuando el rey Jorge IV tomó la decisión de convertir Buckingham House (la casa de Londres del duque de Buckingham ubicada en la parte central del edificio actual), en un palacio rodeado de jardines y zonas verdes, algo inédito en aquel entonces en la ciudad.
Esta zona que por primera vez se abre al público suele ser escenario, durante el año, de innumerables fiestas de la Familia Real.
Cada año, durante los meses de verano, la Reina permite el ingreso del público cuando se traslada al castillo de Balmoral, su residencia oficial de Escocia. Es una tradición que, sin embargo, quedó suspendida desde el año pasado debido a la pandemia.
Sin embargo, debido a las restricciones provocadas por la pandemia, no se permitirá el ingreso al interior del palacio: las visitas guiadas se limitarán a las salas de Estado y al jardín de rosas, la casa de verano y al prado de flores silvestres, sectores que estarán disponibles entre mayo y septiembre.
A principios de mes, días antes del fallecimiento del príncipe Felipe de Edimburgo, la Royal Collection Trust comunicó la reapertura de las instalaciones reales el próximo verano, con la novedad de la apertura a los jardines al público, en visitas guiadas.
El plus es que los visitantes podrán disfrutar de un picnic en plena vegetación, con vistas al palacio real, lo cual era algo impensable en el pasado.
Las entradas ya están disponibles en la página web de la Royal Collection Trust, por 16,5 libras esterlinas (19 euros) los adultos y 9 libras (10,3 euros) los menores.