Gwyneth Paltrow abrió las puertas de su casa en Montecito, uno de los rincones de lujo del condado de Santa Bárbara, en California. Allí, la actriz y creadora de Goop vive junto a su marido, el escritor y productor Brad Falchuk (Glee y American Horror Story, entre otras series), y sus dos hijos -Apple y Moses- fruto de su relación con Chris Martin.
"La fuerza de la casa está en las sutilezas de la luz y el espacio. Pasamos mucho tiempo evaluando los patrones familiares, cómo vivimos realmente, qué nos hace sentir más cómodos. Nos centramos en la experiencia, en la emoción", explicó Paltrow a la revista AD.
Fue en 2015 que la actriz descubrió el terreno donde luego construyó su hogar. El lugar no era muy favorecedor, ya que había animales salvajes viviendo y enjambres de bichos, pero ella se enamoró de las vistas que tenía y estaba convencida de que tenía mucho potencial.
Para la construcción, Gwyneth acudió a Robin Standefer y Stephen Alesch, quienes habían diseñado su loft en Tribeca, la primera tienda pop-up de Goop y la primera boutique permanente de la empresa. "Ellos aportaron una elegancia real a un departamento neoyorquino muy específico, y yo quería reproducir la sensación de serenidad que consiguieron evocar. Mis hijos eran mucho más jóvenes cuando me embarqué en este proyecto, y yo no estaba casada con Brad, así que estaba ideando para un futuro que aún no existía", comentó.
La empresaria describió el diseño de su casa en Montecito como "un departamento parisino dentro de un antiguo granero europeo, algo con techos altos, inundado de luz, un lugar que se siente generoso pero manejable al mismo tiempo". La propiedad funciona con energía solar y un sistema de aguas grises, algo fundamental para Paltrow a la hora de construir su hogar.
"Una casa debe reflejar el físico y el espíritu de su propietario, y esta casa se inspira en la altura, la belleza y el interés por la destilación de Gwyneth. Se ve en los huesos altos, las proporciones atenuadas, las esquinas radiadas y los esbeltos perfiles de las molduras. La casa está construida en torno a espacios extremadamente precisos y pensados que refinamos una y otra vez durante años", detalló Standefer.
Aunque Paltrow aseguró ser "obsesiva de los muebles" y creyó que ella misma podía decorar todo, finalmente acudió a la diseñadora Brigette Romanek, una amiga íntima hace más de dos décadas. Al igual que la arquitectura, tal como señala la revista AD, la decoración combina lo tradicional y lo contemporáneo, encuentra armonía en los colores discretos, las texturas orgánicas y las formas fuertes y sencillas.
Otro lugar preciado de la casa es el spa, sobre el que Robin Standefer indicó: "Es como una antigua casa de baños inesperadamente revestida con estos hermosos azulejos de color verde pálido con un ambiente estilo arts & crafts. Nos encanta investigar la tensión y el voltaje entre cosas que normalmente no se ven combinadas".