"Que linda charla tuvimos anoche, vos desde La Provence y yo acá! Te deseo que sigas con ese empuje para conocer tu propio camino. Ahora esta experiencia en un exquisito restaurant en Chateau La Coste, Provence, Francia! Genia! Allí aplicás tu arte de pastelera y tu enorme creatividad👏👏👏", esto le escribía Tini de Bucourt a su nieta, Chiara Siebuger, hace dos semanas atrás.
"Te gusta aprender y conocer. Sabemos que no siempre es fácil y sin embargo seguís hacia adelante! Amo tu responsalidad y profesionalismo! Y sobre todo y lo más importante: tu humildad, respeto y AMOR❤️ Sabés que estoy siempre para vos, tu “abuela amiga” ❤️❤️❤️❤️", concluyó Tini el mensaje en Instagram.
Desde Francia, ella acompaña a su "amiga abuela", como le gusta llamarla, en este momento díficil que está atravesando: lucha contra un cáncer de ovario. "Yo siempre digo que Tini es mi abuelaamiga. Hace poco me fue a visitar a Francia y volvió a demostrarnos a todos lo vitalísima que es. La gente se sorprende con su onda. Con ella hablamos de todo, de nuestras familias, del amor, de sexo… Es una mujer increíble", le contó Chiara a Hola! Argentina.
En cuanto al momento que está atravesando Tini, comentó: "Ella vive todo lo que pasa como un aprendizaje. No se rinde. Lo comparte en sus redes sociales para mostrar que se puede vivir un desafío como el que le toca a ella con otro espíritu, más positivo. Es muy fuerte ver a Tini físicamente tan frágil, de repente. La conozco vital y me costó encontrarla más vulnerable".
Chiara es hija de Juan Christian Sieburger, el hijo mayor de Tini que hoy tiene 53 años y es un arquitecto reconocido. Era la heredera de Tini porque incursionó en la carrera de modelo, igual también a la de su tía Cecilia, y le fue súper bien. Debutó como modelo a los 18 años, en 2015, en el Argentina Fashion Week, desfiló e hizo campañas para varias marcas. Incluso fue tapa de Para Ti.
Pero decidió cambiar de rubro y ahora la está rompiendo con la pastelería en un restaurante de La Provence, Francia. Comenzó a trabajar en la cocina de un restaurante italiano durante la pandemia y hoy se luce en un restó en Marsella, Francia. Ella descubrió su amor por la cocina en Sidney, Australia. Se había ido a probar suerte al continente de los canguros y la pandemia la dejó sin trabajo, entonces decidió probarse en la gastronomía.
"Mi primera experiencia fue en Australia, en las afueras de Sidney, en un restaurante italiano. Primero trabajé como mesera y fui un desastre. Como en Buenos Aires hacía tortas y cocinaba algo, me probé con el chef. Así empecé y enseguida me di cuenta de lo mucho que me gustaba la cocina, eso que siempre había visto como un hobby podía ser una profesión y esa idea me alucinó", contó.
La pandemia la sorprendió en Australia y la dejó sin trabajo. Entonces se las ingenió para crear su propio emprendimiento al que llamó Listen. Se organizó con unos amigos para armar menúes semanales para los vecinos. Las empanadas de carne fueron un boom. Y después sumó tiramisú y brownies.
Chiara pasó por un pueblito australianoque se llama Byron Bay. En ese lugar aprendió mucho sobre cocina. Después se fue un tiempo a Berlín y ahí le recomendaron un restaurante en el sur de Francia. Entró a la página, subió su CV y la llamaron. "Todavía no me considero pastelera, pero sí me encantaría poder serlo algún día. Me falta un poco de carrera, aunque estoy aprendiendo", advierte.
"Para mí fue muy importante el momento en que me senté a hablar con mi abuela y le dije que no quería seguir con mi carrera de modelo. Me dijo: “Te felicito porque podés darte cuenta de que eso no es lo que querés”, contó Chiara.