Este jueves el equipo médico de la Reina Isabel II de Gran Bretaña alertó por la salud de la monarca de 96 años: la información difundida por el Palacio de Buckingham indicó que "los médicos están preocupados por la salud de Su Majestad".
El martes, cuando recibió a Liz Truss, la nueva primera ministra británica tras la salida de Boris Johnson, se la pudo ver con un aspecto más deteriorado: mucho más delgada y encorvada. Aunque lo que realmente hizo saltar las alarmas en el Reino Unido fue el color de su mano, de un tono oscuro amoratado.
Este jueves, dos días después de aquel encuentro con Truss, el Reino Unido contiene la respiración a la espera de noticias mientras toda la familia al completo ya está con ella en el castillo de Balmoral, en Escocia, para acompañarla en este momento tan delicado.
El príncipe Carlos, heredero de la corona británica, ya está en el castillo junto a su madre. El príncipe de Gales viajó a Balmoral acompañado por su mujer, Camilla, duquesa de Cornualles. Se espera que en las próximas horas lleguen el príncipe Guillermo, su primogénito y segundo en la línea de sucesión.