El conocido humorista Juan Cacho Garay fue denunciado por violencia de género por su esposa Verónica Macías Bracamonte luego de una discusión en un hotel de la ciudad cordobesa de Carlos Paz.
Luego de la denuncia por disposición de la Unidad Fiscal de Violencia de Género la policía allanó el domicilio del humorista en la provincia de Mendoza donde se hallaron cinco armas de fuego, entre un machete de hierro de 40 centímetros de largo, un hacha con la hoja de hierro, dos escopetas, dos fusiles y una pistola de gas comprimido. Si bien el humorista fue detenido, en el día de ayer se ordenó su libertad.
Verónica Macías Bracamonte era víctima de violencia de género desde hace 13 años por parte del humorista. Luego de la denuncia fue alojada en un refugio para mujeres víctimas de violencia atento que el denunciado no era excluido del domicilio que fuera sede del hogar conyugal.
Debemos tener en cuenta que Verónica venía de una relación violenta de larga data según surge de la denuncia donde era víctima de violencia sexual, física, psicológica y económica.
Y digo larga data atento que se encontraba inmersa dentro de un ciclo de violencia. Debemos tener en cuenta que las relaciones violentas son cíclicas, se inician con una violencia emocional, de tensión, para pasar luego a una etapa de violencia física, de golpes y luego sobreviene la calma en la pareja con el arrepentimiento del hombre. Así muchas mujeres pueden pasar años como le sucedió a Verónica.
Existen muchos sentimientos que padecen las mujeres víctimas de violencia de género como el miedo, la culpa, la vergüenza, el escepticismo, la angustia, factores emocionales que llevan a no denunciar. Estadísticamente cuando sobreviene la segunda fase “del golpe” y la violencia se intensifica es cuando la mujer lleva a cabo la denuncia.
Tal el caso de Verónica donde conforme la evaluación de riego es “riesgo alto”: “se detecta modalidad vincular asimétrica en la cual el varón adopta una posición superior de control y dominio de la relación con conductas controladoras y posesivas”. Según surge de la evaluación pericial llevada a cabo en la justicia.
Otro de los indicadores de riesgo alto a tener en cuenta es la “posesión de armas” que se allanaron en el domicilio de Cacho Garay. Y por el cual podría ser imputado por amenazas agravadas por el uso de armas de fuego y por mediar violencia de género.
Dentro de sus declaraciones dijo el humorista: “No voy a hablar porque estoy sujeto a derecho. Quiero decirles que estoy muy angustiado y sorprendido por esta situación. Agradezco a quienes se solidarizaron conmigo”. Debemos tener en cuenta que uno de los indicadores de los hombres violentos es la negación de sus conductas violentas. Y la “doble fachada”, para el exterior son hombres intachables, pero para el interior, para el hogar son todo lo contrario. Tal la violencia denunciada por Verónica con el calvario padecido.
Fuente: Silvina Bentivegna, abogada especialista en acoso, violencia de género y abuso sexual.
