El rey Carlos III y Camilla Parker Bowles están preparándose para la coronación, que está prevista para el 6 de mayo del año que viene.
Entre los pasos a seguir que deberán cumplir los reyes está la elección de las joyas que utilizarán para la ceremonia, cargadas de un fuerte simbolismo y también con una historia pasada que, al parecer, les está trayendo algunos inconvenientes por el pasado colonialista de Gran bretaña.
La polémica con las joyas de la coronación del rey Carlos III y Camilla Parker-Bowles
Según dicta el protocolo real, Carlos III usará durante su coronación la tiara que lució su madre, Isabel II, cuando asumió el trono en 1953. Se trata de la tiara de San Eduardo.
En cuanto a la corona que usaría la reina consorte, es aquí donde surge el problema: a ella le correspondería la que usó la reina Madre para la coronación de su esposo, el rey Jorge VI.
Se trata de una joya que posee 2.800 piedras preciosas engarzadas, entre las que destaca el diamante Koh-i-Noor, -que se extrajo de la India- que es el que está rodeado de polémica, ya que desde India aseguran que fue incautado por la Compañía de las Indias Orientales, que se lo regaló a la reina Victoria y pasó a formar parte de las joyas de la Corona.
Ante la situación, el gobierno indio pidió que Camilla Parker Bowles no utilice el diamante el día de su coronación.
Qué dicen en el Reino Unido del diamante Ko-i-Noor
Por otro lado, en el Reino Unido cuentan otra historia sobre esa piedra: que fue un regalo del marajá Duleep Singh.
Según publicó el diario The Telegraph, el Primer Ministro indio manifestó este pedido por “los dolorosos recuerdos del pasado colonial. Entre cinco y seis generaciones sufrieron bajo el mandato de múltiples regímenes extranjeros por cinco siglos”. Hay que indicar que también otros países reclaman la joya, entre los que se encuentran Afganistán, Irán y Pakistán.
Por ahora, desde el palacio real todavía no han confirmado qué corona utilizará Camilla Parker-Bowles para la ceremonia de coronación de su esposo.