“Ese no es papá, eh. Si esa foto la están poniendo como que es mi padre, no es”. Con esa frase Marcela Tinayre interrumpió abruptamente su relato durante una entrevista con Ángel de Brito en “LAM” al ver una imagen que no correspondía con la de Daniel Tinayre.
En la misma aparecía Mirtha Legrand de la mano de un apuesto señor y el misterio se apoderó de la noche de América TV. “¿Quién es?”, le preguntó el periodista. “Que se yo, pero mi papá no es”, dijo distendida. Y el conductor retrucó: “Que no lo vea Karina Mazzocco que te inventa un papá”.
“Debe haber sido un primer novio que tuvo mamá”, especuló la conductora de “Las rubias” (Net TV). Y así fue. Si bien ella no tenía presente ese rostro, se trataba de Julio Albar Díaz, un joven cordobés con el que la diva se comprometió y por el que estaba dispuesta a dejar su prometedora carrera. Pero Daniel Tinayre se topó en su camino y comenzó con la gran historia de amor de su vida.
La historia de amor que no fue
Corría el año 1945 cuando ‘La Chiqui’ conoció a Julio Albar Díaz. El Jockey Club de Córdoba fue el punto de inicio de esta historia de amor. Bailes, intercambios de miradas y un verdadero flechazo. Él llegó a presentarle a la actriz a sus amigos, pero renegaba de su trabajo. Es que en esa época trabajar como artista no era bien visto.
Hubo un evento social de presentación oficial, las fotos llegaron a los diarios más importantes y una entrevista en donde dejó en claro que iba a culminar con sus labores en el mundo artístico para abocarse “a las tareas del hogar”.
Un año después, cuando tenía 17 años, anunció su retiro “definitivo” de la escena. "Soy feliz, el amor nos ha conducido por su ruta encantada. Yo sabía que lo hallaría y ya ve… tengo tanto que agradecer a la vida. Hasta ahora nada me ha negado", le dijo a Cine Argentino por ese entonces.
"No me he casado, como se ha dicho por ahí, solamente me comprometí, tal como lo habíamos resuelto dos meses antes”, aclaró al hacer referencia al hombre que le llevaba dos años de diferencia.
"Yo tengo que cumplir mis compromisos con Luis Sandrini, en la temporada que realizaremos en el teatro Politeama, aparte de los resueltos con las empresas filmadoras. Tendré que cumplir una inmensa labor durante todo 1945", había detallado.
En el mientras tanto Díaz estaba cumpliendo el servicio militar como subteniente de reserva. Mientras ella cumplía con sus últimas labores, viajó a Buenos Aires para filmar “cinco besos”, bajo la dirección del director Luis Saslavsky que la puso en contacto con Daniel Tinayre. Mirtha quedó cautivada. Esa misma tarde recibió un ramo de flores. Allí decidió cortar el compromiso con su amor cordobés en buenos términos.
