Máxima de Holanda está en medio de su visita oficial a los EE. UU. (específicamente a California y Texas) con el objetivo de "encontrar soluciones inteligentes para desafíos globales como el cambio climático, la movilidad, la atención médica y la agricultura". Aunque en el día de ayer, los derechos LGBTQ fueron la prioridad en su agenda.
Con la ausencia de Guillermo, quien se encuentra recuperándose de una neumonía, la reina consorte hizo una caminata en la que visitó el Museo de la Sociedad Histórica GLBT, el Teatro Castro y la taberna Twin Peaks.
Además, aprovechó la ocasión para dirigir unas palabras a las autoridades locales, encabezadas por la alcaldesa de la ciudad, London Breed.
"Qué honor es estar aquí. Los Países Bajos y San Francisco comparten muchas cosas, como el apoyo a la comunidad LGBT, que es algo que sentimos mucho", dijo la reina Máxima frente al histórico bar, que abrió sus puertas en 1972, considerado el primer bar gay en Estados Unidos con ventanas que dan a la calle.
“Tenemos que predicar con el ejemplo. Tenemos que hacer que el mundo sea igual para todos”, dijo Máxima a una multitud que incluía drag queens, transeúntes y muchos diplomáticos y ministros holandeses de altos rangos. Y prosiguió: “Para que todos se sientan como en casa dondequiera que vivan”.
