Juliana Awada tuvo su noche gourmet en un pequeño restaurant de La Lucila, en la zona norte del Gran Buenos Aires, en donde cuatro amigos se propusieron crear platos sofisticados, pero con la premisa de auspiciar una cena descontracturada.
En este lugar no hay servicio de mesa: cuando el cliente llega tiene que tomar sus propios cubiertos y solo hay una gran mesa en donde todos los comensales se sientan para disfrutar sus platos. La carta está compuesta por grandes clásicos de la cocina, pero con una “vuelta de tuerca”.
A través de su cuenta de Instagram, la ex primera dama mostró el menú que eligió:
Los valores "amigables" del restaurante
Los precios que maneja Lordo&Rosmary están en la media del mercado: por ejemplo, una porción de papas fritas (con triple cocción y sal de hierbas) vale $490; un wonton (de langostinos, panceta, zanahoria, sishuan y cebolla de verdeo) $590; risoto crispy (caldo ahumado, hojas de brusela y mascarpone) $590; morcilla (morcilla, pickle de cebolla, huevo en tempura y kale) $600.
También hay platos más sofisticados como el aguachile (pescado, pickle de frutilla, habas, pelta y aceite de perejil) a $700 o un tartar (brioche, pera, ceniza de limón, sour cream y verdeo) a $650. Para la hora del postre, ofrecen arroz con leche, tiramisú al fernet o macaron helado a $500.