Desde el domingo pasado, Ámbar de Benedictis ya se encuentra en París acompañada de su mamá, Juana Viale, y su abuela, Marcela Tinayre. Y supuestamente en setiembre arrancaría sus clases en la célebre universidad parisina, La Sorbona, que está constantemente clasificada entre las las mejores universidades de Europa.
Si bien no está claro qué va a estudiar, Marcela Tinayre aseguró que no es cine como se dijo en un primer momento, tampoco sería una carrera, sino un curso relacionado con arte. "No recuerdo bien cómo se llama lo que va a estudiar", le había asegurado la abuela de Ámbar a Ángel de Brito hace una semana.
No es fácil ingresar a la prestigiosa universidad parisina, la misma donde estudió Marie Curie. Esta prestigiosa institución educativa reconocida en todo el mundo nació en 1257, fue fundada por Robert de Sorbon, y finalmente se convirtió en la actual Facultad de Humanidades de la Universidad de Sorbonne.
Uno de los requisitos es hablar y escribir perfectamente francés, algo que Ámbar hace muy bien, además es egresada del Liceo Francés. Todos los programas se imparten en ese idioma. De todas maneras, los estudiantes que no cumplen con ese requisito, pueden hacer un programa intensivo de idioma francés durante uno o dos años.
Igual la aclaración está en su sitio web: "Antes de postularse para estudiar en Francia, es importante tener un nivel suficiente en francés (escrito y oral). Para los cursos de nivel universitario, se recomienda el nivel B2 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (CEFRL)".
La restricción de la pandemia
Si Ámbar eligió estudiar algo relacionado con las artes, seguramente asistirá a la Sorbonne Nouvelle. Situada en el corazón del Barrio Latino en el distrito quinto de París, la Universidad Sorbonne Nouvelle propone diplomas y cursos multidisciplinares de alto nivel en las áreas de Lengua, Literatura, Artes, Ciencias humanas y sociales. Gracias a su influencia internacional, la Universidad ha puesto en práctica una política de acogida e integración de estudiantes internacionales que representan el 30% de su población, y Ámbar será parte de ella.
Ella es una de los 8000 jóvenes extranjeros que fueron admitidos este año para estudiar en París, pero estaba bloqueado su entrada al país a personas provenientes de países "rojos" (la calificación que impusieron en Europa para países con grandes cifras de contagio por COVID, como Argentina) desde junio debido a la pandemia. Es decir: hasta último momento Ámbar no sabía si iba a poder ingresar a Francia por esta cuestión.
Posteriormente, esta restricción fue liberada y los extranjeron provenientes de países rojos pudieron ingresar al país con algunos requisitos. Francia exige un pase de salud, una solicitud que no está al alcance de todos. La prueba de PCR no es suficiente, y las vacunas aceptadas en Francia son AstraZenaca/Covishield, Moderna y Pfizer, razón por la cual, quedan afuera todas las personas que accedieron a las otras.
¿Qué pasa con los alumnos en las universidades? Ahora están estudiando si se pide el pase de salud cada vez que el alumno ingresa a la universidad. En La Sorbona específicamente, el lugar donde va a estudiar Ámbar, van a fijar "un protocolo a partir del próximo 23 de agosto". "El ejecutivo está actualizando sus protocolos . Estos últimos demostraron que trabajaron en el último semestre. Para tener en cuenta la nueva situación que representa la vacunación y la variante delta", informan desde la universidad. La idea, aseguran, es que todos los alumnos estén vacunados y además implementarán sitios de vacunación en los campus.
Sea como sea, seguramente en los próximos días, Ámbar verá cómo se sueño se hace realidad.