Amalia de Holanda, la hija mayor de Máxima Zorreguieta y Guillermo de Holanda, acaba de terminar sus estudios secundarios. La joven de 17 años acaba de graduarse cum laude en el instituto hristelijk Gymnasium Sorghvliet de La Haya, y ya se despidió oficialmente de su vida académica recibiendo esta misma semana el diploma que así lo acredita.
De esta manera, se encuentra lista para encarar una nueva etapa en su vida y, según se dijo hace un tiempo, planeaba tomarse un año sabático antes de comenzar con su carrera universitaria, con la idea de “viajar un poco por el mundo, hacer cosas que quizás no pueda hacer en veinte años. Por ejemplo, las prácticas que se llevan a cabo en empresas muy interesantes”, según afirmó.
No obstante, sus planes podrían quedar truncos: según explicó su padre, el rey Guillermo, hay algunas complicaciones que les están impidiendo organizar el destino de Amalia, que tienen que ver con la crisis sanitaria. Por un lado, las actuales restricciones a viajar y, por el otro, las incorporaciones al mercado laboral que están también limitadas por este motivo. "Las empresas no saben si se limitarán a trabajar desde casa o no. No tiene sentido hacer unas prácticas si tienes que hacerlas detrás de una pantalla", indicaba el monarca.
A partir del 7 de diciembre, día en el que la joven cumplirá 18 años, tendrá que compaginar sus planes personales y profesionales con un cambio en su papel institucional. Actualmente la princesa Amalia (al igual que el resto de herederos europeos) no tiene agenda oficial propia, pero una vez que llegue a la mayoría de edad se convertirá en miembro del Consejo de Estado. Esto le genera el compromiso de participar en actos oficiales y desempeñar ciertos deberes reales.
Según indica la ley, a su vez, se hace beneficiaria de un ingreso de 1,6 millones de euros anuales en concepto de gastos de personal y materiales y de ese momento, le corresponden unos 30.000 euros mensuales que se contabilizaría como ingresos de la Princesa, suma a la que hace meses decidió renunciar.