La pasión por los caballos y el polo son una de las pasiones que le permiten a Wanda Nara reconectarse con algo de su cultura cuando está fuera del país. En su casa de campo de Milán hay cuadros y estatuillas de estos animales y hasta tiene un mueble especial para guardar sofisticados ponchos.
Si bien esa ciudad ahora no es parte de su residencia fija, la empresaria cosmética logró poder seguir vinculada a estos aspectos en París cuando se instaló allí debido a que Mauro Icardi pasó del Inter al París Saint-Germain.
Los pequeños de la familia comenzaron a jugar al polo y este deporte hoy forma parte de una disciplina que les permite conectarse como familia.
Y así lo hicieron este miércoles cuando se encontraron con Nito Uranga, el marido de la actriz Sol Estevanez y disfrutaron de una tarde al aire libre.