Débora D'Amato compartió con sus seguidores de Instagram bellas fotos y videos del bautismo de Charo, su hijita más pequeña, que ya tiene un año y tres meses. Vestida con un lindísimo vestido blanco, la niña recibió el sagrado sacramento sostenida por su mamá y con sus padrinos a su lado, este sábado por la tarde en la Parroquia Nuestra Señora de Loreto, del barrio de Palermo.
"La felicidad de un sábado en familia", escribió la periodista de C5N en uno de los posteos que subió a su cuenta de Instagram, donde se la ve feliz con Charo y con Lola, su hija mayor, en distintos momentos tanto de la ceremonia como del festejo posterior en familia.
Los padrinos de la pequeña fueron sus sobrinos Sofía -que vive en Europa y quería bautizar a la pequeña antes de regresar- y Mauro Luca.
En diálogo con Para Ti, Débora explicó por qué decidió bautizar a sus hijas y todo lo que significó en su vida dar este paso. "La fe en Dios siempre es una herramienta. En un momento de mi vida no la sentí y eso no se puede forzar. Sentís o no sentís", comenzó explicando.
Y agregó: "Mis pasos fueron avanzando y sin forzar nada la fe empezó a acompañarme. Siempre es mejor. Sin fe todo es más duro. Por supuesto me fortaleció. Llegó Lola, pude enfrentar temores y me fui haciendo más fuerte. Llegó Charo. Ambos bautismos tuvieron que ver con la unión familiar y de afectos".
La ceremonia de bautismo y los looks de madre e hijas
Eso sí. Hubo un momento que no le gustó nada a Charo, que es pura simpatía. Cuando el sacerdote mojó su cabeza con agua bendita, la pequeña se puso a llorar y quiso incorporarse inmediatamente, mientras su mamá la sostenía recostada. Sin embargo, pasado el momento del susto, la bella Charo volvió a sonreír.
Mención especial merecen los looks de madre e hijas. Es que tanto Débora como sus niñas se esmeraron para que este día sea muy especial. Y mientras que la recién bautizada llevó un vestidito tipo solero, largo, su hermana se lució con un diseño digno de una princesa de Disney.
Con doble falda de tul en blanco y rojo, Lola causó impacto con un vestido sin mangas, largo a los tobillos, con pollera tipo tutú con volumen y brillos, más lazo en la cintura con ramillete de flores. Completó su estilismo con zapatos guillermina en color blanco.
En tanto que Débora llevó un vestido negro y blanco, cruzado, muy sentador, y stilettos en tono nude.
Para la reunión familiar, la periodista encargó una torta y el candy bar acorde a la celebración, en los clásicos tonos blanco y amarillo, donde se destacaban los motivos de crucifijos y flores.
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