Como si se tratara de una película romántica, Cristina Pérez y Luis Petri tuvieron su soñado compromiso al pie de la Cordillera de los Andes. Así, la periodista de Telefé y el precandidato a gobernador por Juntos por el Cambio en Mendoza, sellaron su amor rodeados de amigos y familiares en un evento único.
Desde sus redes sociales, Cristina anunció la feliz noticia con un posteo abrazada a su pareja y disfrutando del paisaje. "Nos comprometimos como queríamos, rodeados del amor de nuestras familias y con la Cordillera de fondo. Símbolo de épopeyas personales y colectivas es también la montaña que nos une, de Mendoza a Tucumán. Uspallata significa ‘el paso elegido’. Amarnos es nuestro paso elegido, Te amo”, escribió la periodista.
De acuerdo al medio Infobae, la familia de Cristina viajó desde Tucumán para estar presentes en este momento especial: estuvieron su padre Pepe y su esposa María Inés, su tía Loló, sus hermanos José y su esposa Agustina, junto a sus hijos Juana, Felipe y Amparo.
De parte del ex diputado, su hijo Julián, su padre Pepe y su esposa Alicia. También estuvieron sus hermanos Griselda con sus hijas Lucía, Victoria y Guada, y Leandro con su esposa Pili y su hijo Borjita, según informó el medio El Tucumano.
Los detalles de un compromiso soñado
La ceremonia se realizó en Uspallata, provincia de Mendoza, donde la bendición del compromiso estuvo a cargo del Padre Marcelo Benedetti. Si bien la pareja se había comprometido ya en Italia, también con la intervención de una figura de la Iglesia Católica, en esta oportunidad lo hicieron de manera oficial y para compartir el momento con sus seres queridos.
Luego de este momento, la familia pudo disfrutar de un rico almuerzo bien autóctono: empanadas, asado y vino. Además, muchos de ellos aprovecharon a conocerse y así sembrar más la unión familiar. Se trató de una jornada muy íntima donde todo se centró en el amor de la pareja y el apoyo de sus seres amados.
El look de Cristina, con estilo western y femenino
Para esta ocasión, la periodista de Telefé lució un pantalón en tono crudo, sweater de polera blanca con mangas anchas, botas texanas y un sombrero, que llevaban como detalle una flor blanca y unas plumas. Siguiendo con el equilibrio de la tonalidad de colores, Petri usó una polera marrón y pantalón mostaza, que combinó con una campera de cuero.