María Emilia, María Eugenia y María Laura Fernández Rousse, las Trillizas de oro, ya eran artistas consagradas de la canción al cumplir los 20 años, allá por 1980, cuando faltaba muy poco para que a sus vidas llegara el amor.
A pesar de su belleza, no se habían conocido relaciones ni noviazgos, y tampoco nunca se confirmó como real el juego de seducción de Julio Iglesias hacia María Laura. Tenían 17 años cuando recibieron la propuesta de acompañar al cantante español haciendo coros.
"No escuchábamos las canciones de Julio, nos interesaba otro tipo de música. Éramos fans de Supertramp. Para trabajar con él, nos tuvimos que aprender el repertorio", contaron años después. Julio, de 37 años por ese entonces, sentía un afecto especial por María Laura y le regalaba una rosa en el escenario, pero al parecer nunca pasó nada entre ellos. Las trillizas eran menores de edad y viajaban con sus padres.
El romance de María Emilia
Sin embargo, y a pesar de ser menores de edad, una de ellas sí vivió un romance. Fue María Emilia, que estuvo de novia durante dos años con el hermano del representante de Iglesias, quien no tuvo la mejor idea que romper el noviazgo por teléfono. Parece que el joven le había propuesto casamiento dos veces pero Emilia no quiso mudarse a España y el candidato la terminó dejando. "Lloré un mes seguido, me costaba grabar (el programa) María, María y María", contó la trilliza mucho después.
Los noviazgos con los polistas
Luego, en la década del 80, las tres se pusieron de novia y se casaron con polistas. La primera fue María Eugenia, que comenzó una relación con Horacio Laprida, quien le presentó a María Laura a su futuro esposo, Ernesto Trotz.
Según cuentan, en un partido de polo donde habían ido a ver a sus novios, María Emilia les pidió a sus hermanas y futuros cuñados que le presentaran a Clemente Zavaleta. "Quiero a este", habría dicho la trilliza que aún no había encontrado candidato. Y poco tiempo después, ella también planificaba su casamiento con un polista, y fue la primera que llegó al altar, en diciembre de 1981. Un año después se casó María Eugenia y en 1983 lo hizo María Laura.
La vida en Argentina
En otra nota, las trillizas explicaron por qué decidieron seguir viviendo en Argentina a pesar de haberse casado con polistas cuyas carreras suelen llevarlos a viajar por el mundo. "Apenas me casé me fui a trabajar a Venezuela, y después –sin saber que estaba embarazada– también viajé a Tokio. Luego criamos a nuestros hijos siguiendo las temporadas entre Palm Beach, Europa y Argentina, donde gracias a Dios ahora vivimos las tres", contó María Emilia.
Eugenia, en tanto dijo: "Apostamos a nuestro país. Además, ahora que somos abuelas, nos gusta malcriar y estar cerca de nuestros nietos. Pero sí, vivir en el exterior no fue fácil. Uno escucha fantasías de la gente que se quiere ir, pero cuando estás afuera extrañás un montón".
En el caso de María Laura, explicó que crió a sus tres hijos viajando por todos lados. "Ahora que nos instalamos de vuelta acá, ellos se fueron a vivir a España, Sudáfrica y Estados Unidos. Lo que más lamento es ver por Skype cómo crecen mis nietos. El otro día, mi hija Paulina me comentó que había alquilado un auto con CD y les iba a poner nuestros discos a mis nietos. Hay que hacer algo para estar en Spotify!", bromeó. Entre las tres hermanas, tuvieron 10 hijos y hasta ahora, reúnen 14 nietos.