Lady Di sigue siendo noticia y, aunque ya hayan transcurrido 25 años de su muerte, cada vez que se revela algo de su vida, continúa causando interés.
Hace unos días, con motivo de la inauguración de la muestra fotográfica Londres del Life Through a Royal Lens (en el Palacio de Kensington) que muestra los últimos 200 años de la Familia Real británica, se dio a conocer que se exhibiría una foto inédita de la "Princesa de Corazones".
David Bailey fue el talentoso fotógrafo encargado de realizar la toma en 1988 (y también en varias ocasiones) y guardó este como parte de su colección privada y que recientemente se expuso como una pieza inédita. Y se sumó una increíble anécdota del día en de la sesión de fotos. Según explicó Bailey, que ahora tiene 84 años, cuando se reunió con ella, se dio cuenta que “tenía un cabello terrible”.
Es que, al parecer, Lady Di necesitaba de mucha producción para mantener el volumen de su peinado, un corte bob chop que se supo imponer como uno de los más usados en el mundo pero que, al parecer, era gracias a todos los productos que se ponía para mantenerlo así. Tampoco le resultaba fácil mantener su forma, por lo que sus estilistas usaban spray en exceso, que daba como resultado una apariencia: "sólida, como el de un maniquí de plástico", mencionó Bailey en una entrevista para el diario Telegraph de Gran Bretaña.
Pero el día de la foto, además, ocurrió un incidente: uno de los colaboradores del fotógrafo dejó caer accidentalmente un foco sobre la cabeza de la princesa. Diana intervino de inmediato para que nadie se sintiera incómodo: “Ni lo pienses, fue un accidente”, dijo, y con eso se terminó la situación de tensión que duró unos pocos pero eternos segundos.