Podemos entrenar en casa, con pesas o con una elíptica, pero es verdad que podemos quedarnos a mitad del camino por falta de motivación. Descontando las lesiones que se pueden ocasionar o la pérdida de tiempo si no hacemos bien los ejercicios. Por eso siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un personal trainer, acudir a un gimnasio o -por qué no- a un grupo de entrenamiento en una plaza guiado por un profesor, quien nos ayudará en este sentido: cuidar nuestro cuerpo y alcanzar nuestra meta.
Es fundamental escuchar al cuerpo en forma gradual, sin exigirlo de golpe. Si decimos dejar atrás la vida sedentaria, tenemos que moderar nuestras expectativas e irnos exigiendo gradualmente.
Entrenamiento por objetivos: los profesionales proponen que antes de comenzar, te preguntes qué querés lograr mediante la actividad física que vas a encarar: bajar de peso, activar los músculos, aumentar la masa muscular, salir un rato de casa y mover el cuerpo, son algunos objetivos posibles.
Cambios en tiempo real: los objetivos ya se pueden ver al tercer mes porque el cuerpo lleva una adaptación donde fisiológicamente los músculos y las fibras se empiezan a modificar y empiezan los cambios corporalmente.
Replantear objetivos: cuando comenzamos a ver cambios y sentimos que ya cruzamos una meta es muy bueno proponernos nuevos desafíos y así evitar quedarnos en la zona de confort.
Sumarse a un grupo: la motivación en equipo es más fuerte que en soledad. Si bien muchos nos acostumbramos a ejercitarnos en casa, ahora las restricciones son menores y es posible entrenar en grupo tomando todos los recaudos. Hasta la presencia virtual puede resultar motivadora.
El bienestar, la meta básica: se pueden desarrollar entrenamientos con la fusión de otras actividades.
-Una de las ideales es el yoga, actividad que realizada con constancia disminuye el estrés, mejora la respiración y su consciencia, mejora la postura, disminuye las contracturas por malas posturas y calma la ansiedad. En el caso de que sea un estilo más activo, también tonifica y fortalece articulaciones y músculos.
-Pilates también ayuda al trabajo de resistencia muscular, una actividad que todos pueden realizar y que resulta muy beneficiosa para quienes tienen contracturas y una vida muy sedentaria.
-El indoor o spinning se realiza sobre una bicicleta adaptada para esta actividad y, principalmente, con los ejercicios ejecutados se lleva a cabo un trabajo cardiovascular. Aquí también se consumen de 500 a 800 calorías por sesión, según investigaciones.
-Caminar o trotar es otra de las actividades que se pueden sumar para complementar el entrenamiento funcional.
