Laura García: "En 1995 presencié cómo Bill Gates decía que Internet iba a cambiarnos la vida y me voló la cabeza" – Revista Para Ti
 

Laura García: "En 1995 presencié cómo Bill Gates decía que Internet iba a cambiarnos la vida y me voló la cabeza"

Periodista, empresaria y visionaria. Logró fundar su propia compañía y se especializó en innovación, el ecosistema informativo y los desafíos que plantea la transformación del mundo digital. Con el fin de acercar al usuario a estas problemáticas escribió y lanzó su primer libro, "El desafío digital".
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Laura García ha forjado (y continúa haciéndolo) una carrera basada en el manejo, la generación y la distribución de la información. La información es sinónimo de pasión en ella.

Ávida o, más bien, voraz lectora, despuntó desde muy chica el amor por la escritura y debutó como autora en el periódico de la ciudad de Mercedes, donde al ver impreso su nombre dice haber sentido algo especial.

Por algo antes de finalizar la secundaria dirigía un diario y coordinaba equipos. Esta experiencia y su convicción de que era capaz de lograr lo que se propusiera la llevaron a construir un camino profesional brillante.

Ella misma reconoce, durante la entrevista, la influencia de su papá en el descubrimiento de la tecnología y su entendimiento en lo que significa su influencia en la vida de las personas. Algo que hoy está potenciado y que se convierte en eje de sus actuales preocupaciones.

En este sentido, el año pasado publicó El desafío digital, un libro que escribió cuando sintió la preocupación de que había ciertos temas vinculados a los cambios tecnológicos que no estaban llegando al ciudadano común.

En sus comienzos, se dedicó al periodismo y fue forjando una carrera que la llevó a convertirse en la fundadora y presidente de su propia compañía, Global News, una empresa de monitoreo y análisis de información de Prensa, Broadcast y Redes Sociales, con operaciones en 17 países.

En un momento en el que se mencionaba "Internet" y que la respuesta era: "¿Qué cosa?", ella pensaba en cómo digitalizar la información y buscaba de qué manera desarrollarlo tecnológicamente para cruzar fronteras y continentes de manera virtual.

Si hoy te tuvieras que definir de alguna manera, ¿cómo lo harías?

-Una self made, alguien que se hizo sola a partir de la seguridad, de creer en uno mismo... siempre tuve la certeza de que lo iba a poder lograr, más allá de los imponderables. Creo que soy una conectora de puntos porque siempre, de alguna manera, para poder lograr lo que vos querés, tenés que ir armando como pequeños dameros.

¿Dónde crees que lo fuiste forjando?

- Para mí la información y los libros han sido una puerta al mundo. Desde muy chica leía el diario en mi casa, seguía en eso a mis padres: en aquella época se recibía dos veces por día. Y a mí me fascinaba entender lo que estaba pasando acá y en otros lugares que yo soñaba con visitar.

¿Dónde naciste y creciste?

-Nací en Buenos Aires. En esa época mis padres vivían en La Plata pero, al poco tiempo, nos vinimos a la Ciudad de Buenos Aires, donde siempre viví. Tengo cuatro hermanos. Mi mamá no trabajaba pero tenía oído absoluto y era apasionada por la música y era profesora de inglés. Pero dejó de trabajar, nosotros éramos cinco hermanos.

Laura García (elegidas)

"Mi papá había sido militar pero cuando yo era chica estudió Sistemas: fue una de las primeras camadas de este país y yo me crié con él, me fascinaba cuando traía las tarjetas. Él era un apasionado la tecnología y en mi casa se hablaba de tecnología cuando era una palabra rara. Me acuerdo que los amigos le decían 'yo no sé por qué perdés tiempo en esto que no va para ningún lado'. Y mi papá decía, 'esto es el futuro, ustedes no entienden nada'. Para mí esto era apasionante y me acuerdo que yo jugaba con esas tarjetas, que eran unos y ceros, y yo trataba de interpretar, qué querían decir esos unos y ceros".

"Porque mi padre me explicaba que eran el lenguaje, la forma en que se le hablaba al sistema. Decía 'hoy tenemos que estudiar para poder interpretar y para poder hablar este lenguaje, pero cuando los lenguajes no sean la limitación, esto va a explotar y esto va a ser una gran solución y va a ser algo que va a estar en la vida de todos'. Y tenía mucha razón".

Laura cuenta una anécdota que da cuenta de que, desde muy chica, tuvo claro el concepto de crear un valor y usarlo para obtener algo a cambio. "Mi mamá era una mujer muy estricta y no me dejaba usar jeans cuando yo tenía 12 años. Entonces decidí hacer algo para poder comprarlo porque nadie me iba a dar el dinero. Entonces conseguí unos alumnos (yo era muy buena en el colegio) para darles acompañamiento escolar y me compré un jean. El problema era dónde dejarlo, entonces tuve que tener una amiga de cómplice, que lo tenía en la casa".

"Un día mi madre me preguntó por qué no había insistido más con el asunto del jean y yo le dije que porque sabía que ella nunca me lo iba a dar, entonces tenía que encontrar otras soluciones: ¡Le dije lo que había pasado sin ser explícita!".

"Con lo cual, me empecé a dar cuenta que cuando uno quiere algo le tiene que encontrar la vuelta. ¿Qué tengo para dar que el otro esté dispuesto, a cambio de eso, de pagarme? Desde chica entendí este mecanismo del intercambio de valores".

Laura García (elegidas)

¿Cómo es tu relación con la información?

-La información fue siempre mi pasión. Fui una terrible lectora y empecé a escribir desde muy chica: mis abuelos maternos eran de Mercedes y mi abuelo me llevó al diario local, donde publicaban mis poesías en el diario de los domingos. Recuerdo leer mi nombre y verlo era fascinante. No me importaba si estaba en blanco y negro, ¡eso era tenía un poder enorme para mí!

"A los 16 años, con un grupo de amigos, hacíamos unos talleres de literatura y se nos ocurrió abrir un diario que se llamó Ciudad de Belgrano y yo lo dirigí hasta los 19 años. Nunca tuvimos que poner plata, porque salíamos por el barrio y por canje de distintas maneras, se autosustentó".

¿Siempre quisiste estudiar periodismo?

-No, yo quería estudiar Filosofía y Letras: mi sueño era ser escritora. Pero mi papá tuvo un accidente cerebrovascular cuando yo terminé el colegio, a los 17, cuando estaba preparándome para ir a la universidad. Como en ese momento la carrera solo estaba en La Plata porque estaba cerrada acá en Buenos Aires (te estoy hablando de la época de la última dictadura militar) tenía que trasladarme hasta allá para estudiar.

"No es que mis padres me dijeron 'tenés que salir a trabajar'. Yo tenía cuatro hermanos, soy la segunda, pero sentí que era mejor no ir a La Plata. Empecé a llamar amigos para ver si sabían de algún trabajo, acababa de terminar el colegio y uno me dijo 'vos podrías trabajar en el periodismo', ya tenés una experiencia, escribís muy bien".

"Y me anoté en el Círculo de la Prensa para estudiar a la noche. Él me consiguió una entrevista, trabajé en Radio El Mundo, en la producción de la mañana. Para quedar tuve que cumplir un desafío, José de Zer (N. de R: icónico periodista argentino quien falleció en 1997) me lo pidió de un día para el otro: tenía que tener para las 6 de la mañana una agenda con todos los teléfonos de los intendentes de la Provincia de Buenos Aires. Si lo lograba, estaba contratada".

"¡Lo acepté sin saber cómo iba a hacer! Cuando salí me acuerdo que me senté en un banquito sobre la calle Lavalle pensando '¿Cómo hago?'. Entonces se me ocurrió que la Casa de la Provincia de Buenos Aires estaría en la capital y que ellos lo tenían que tener".

"Me fui caminando -porque era en la calle Córdoba-llegué y encontré una señora muy amable a la que le expliqué todo esto y me ayudó. Me acuerdo la sensación que tenía cuando salí de mi casa a las 5 de la mañana para tomar el colectivo, iba con el cuadernito bajo el brazo y yo sentía que tenía alas, que volaba. Llegué y José de Zer, que era un gran tipo, me dijo 'yo sabía que ibas a poder, pibita'. Para mí fue súper empoderador".

Laura García

Sus primeros pasos en el periodismo

"En el Círculo de la Prensa saqué la mejor nota en el examen de ingreso, por eso me conectaron para hacer prácticas en el diario La Nación. Ofrecían unas becas y me iban a pagar los estudios. Yo esto no lo podía creer y si yo quería, podía acceder a unas prácticas rentadas en una editorial que se llamaba Abril (que después cerró) y acepté".

"Trabajaba a la mañana, salía a las 12, almorzaba algo y me iba a Editorial Abril (en Paraguay y Alem). De ahí salía, tomaba algo, y me iba al Círculo de la Prensa a estudiar. Volvía mi casa tardísimo, y así todos los días a los 18 años, pero fue maravilloso".

"A los 19, estando en la editorial Abrir, fui escalando y llegué a una revista que se llamaba Claudia que era maravillosa donde conocí gente increíble, gente de otro nivel del periodismo. Era otro periodismo, ese que estabas todo un mes para dos notas. Y aprendí un montón".

"Un día llegó una invitación para ir a Alemania, dirigida a una de las editoras que no podía asistir. Buscando a ver quién podía, llegaron a mí y fui la elegida".

"Tenía que hacer una nota turística sobre los mejores hoteles, me llevaban en primera clase. Yo toda la vida había soñado con viajar, ¡No tenía ni pasaporte! Yo dije que lo tenía, obvio. Entonces me fui corriendo a sacarlo, pedí con el capo porque no me lo iban a dar, tenía una semana. Cuando le dije que era de la revista Claudia, su mujer era fanática de la revista. Entonces, me lo terminó".

"Pude viajar y hacer una nota con capacidad de asombro que gustó mucho, en la que incluí muchos detalles. Tiempo después, la siguiente invitación que enviaron para una viaje llegó a la editorial a mi nombre, pero ahí ya enviaron a otra personal. Con ellos luego viajé tres veces a Alemania, una vez a Austria y a Francia".

"Tiempo después entré a trabajar en La Nación, escribía para la revista de los domingos. Después me casé y luego estuve en la Cancillería, en la época de Di Tella, en todo lo que era negociaciones internacionales, en el vínculo con los periodistas extranjeros. Una gran experiencia, me ayudó mucho que hablo varios idiomas. Y tiene que ver con aquella niña que soñaba con viajar, con entenderlo todo".

Laura García: "La suerte es cuando la oportunidad te encuentra preparado"

Laura García se refiere al momento bisagra en su vida y en su carrera.

"Siempre digo esta frase -que no es mía- y es que 'la suerte es cuando la oportunidad te encuentra preparado'. Por eso siempre dije 'tengo que estar siempre preparada'. Si yo quiero algo. tengo que saber qué condiciones necesito para no perder la oportunidad".

"El trabajo de Cancillería era muy demandante, no tenías ninguna disposición de tu tiempo. Se sumaba lo de la revista los domingos. Estaba en un proceso de divorcio y me daba vueltas la idea de hacer algo propio. Lo había escuchado a Bill Gates -todo esto lo cuento en mi libro- mi ex marido es tecnológico, siempre estuve vinculada con la tecnología, pero mi mundo es la información".

"Todos los años, con mi ex marido y nuestros hijos, íbamos a los Comdex (N. de R: una exposición de computadoras y tecnología que se celebraba anualmente en la ciudad de Las Vegas desde 1979 hasta 2003) en un momento que era muy disruptivo porque empezaba a popularizarse internet".

"Y había tres charlas que yo quería escuchar porque me gustaban los personajes (en ese momento no eran todavía lo que fueron después), pero eran ya importantes: Steve Jobs, Bill Gates y Andrew Grove".

"Escuchar estos personajes cuando te hablaban del futuro y de lo que venía ¡era impresionante! Ese año, 1995, Bill Gates hablaba de cómo iba a ser la vida, cómo Internet va a cambiar la vida de las personas ese momento a diez años. ¡Y a mí me voló la cabeza! Todo lo que él explicaba, yo lo pensaba desde mi lugar, la información. Cuando terminó esa charla dije 'yo tengo que hacer algo con esto, va a ser un cambio realmente porque las barreras cambian, se derriban, y va a ser un cambio muy importante en la vida de las personas, de los negocios: tengo que estar ahí y es mi oportunidad'".

Laura García

El nacimiento de GlobalNews

"Cuando volví, empecé a pensar. Para mí era todo un desafío poder informarme: los diarios llegaban 24 o 48 y hasta 72 horas después. Y yo trabajaba con los periodistas extranjeros, no estaban digitalizados todavía los medios".

"Se me ocurrió hacer -lo que seguimos haciendo- una especie de clipping digitalizado: fuimos la primera empresa en América Latina que digitalizó noticias de distintos medios y sacamos el primer clipping regional de noticias".

"Al principio eran solamente noticias impresas, después pasaron a ser online y después, con el tiempo, empecé a hacer adquisiciones de compañías y una de estas tenía un software de radio y tevé y empezamos con radio y televisión".

"No tenía plata para hacerlo pero estaba tan convencida de que iba a ser algo que tenía sentido que salí a buscar los primeros clientes porque tenía este concepto: qué tengo para darle al otro que el otro esté dispuesto a pagar como devolución".

¿Cómo te recibían los posibles clientes?

-Eran empresas que me conocían de la época de la negociación del Mercosur. Yo fui a buscar empresas que tenían posiciones en los distintos países de América Latina y que esto era un problema: el mismo problema que para mí era informarme de todo lo de afuera.

"Conseguí cinco, alguno de los cuales siguen siendo nuestros clientes y me adelantaron el dinero. Hice una plataforma con la ayuda de mi hermano mayor que era bibliotecario y me armó el catálogo, la base de datos".

"Me concentré en la forma de entrega de la información y todo lo otro lo hacíamos de a poquito, evolucionamos. Y contraté gente en cada país que me mandaba a demanda: periodistas que conocía, que me hacían como el clipping local y me lo mandaban por fax".

"Fue increíble porque empezaron a aparecer clientes de Estados Unidos y empecé con clientes grandes, que traccionaban industrias. Y me decían: 'Cuando vean que estás siendo proveedora de esto -que no hay nadie más que lo haga- te van a empezar a llamar' y empezaron a aparecer grandes empresas de tecnología, laboratorios, bancos, era impresionante".

Laura García

¿Cómo fueron los comienzos con la tecnología de ese momento?

-Al principio nos costaba porque Internet no estaba tan popularizado, todavía no estaba la infraestructura. Pero todo fue evolucionando. En la actualidad llevamos compradas 12 compañías, entre Argentina y todos los países de América Latina y una que en Estados Unidos: somos la empresa más grande de América Latina.

La compañía tuvo un crecimiento exponencial, llevando a Laura a integrar importantes organizaciones y a trabajar para aliarse, incluso, con sus pares en otros continentes, estableciendo alianzas.

"Hace unos años me corrí del día a día: hablé con mis hijos, uno de ellos me dijo que quería seguir adelante con la compañía y hoy es el CEO. Estoy muy contenta con su trabajo y del equipo, que es maravilloso".

"Decidí hacerlo, primero, porque creo que estamos frente a otro cambio disruptivo. Uno fuerte fue las redes sociales, pero nosotros ese lo podíamos abordar. Pero ahora, las nuevas tecnologías nos están llevando unos a otros lugares, donde se siguen derribando barreras muy interesantes".

"Mi hijo, abogado, tiene muchísimo conocimiento de tecnología, ha mamado la industria conmigo porque yo siempre los llevé conmigo -desde que tuvieron 15, 16 años- de viaje a los congresos para que conocieran".

"También creo que alguien tiene que pensar lo que viene, y mi hijo tiene muchísima visión estratégica, pero alguien tiene que estar en otro lugar y a mí eso me encanta".

¿Cómo ves la tecnología y su inmersión en la vida actual?

-Uno de los motivos por los que decidí mudarme a los Estados Unidos tuvo que ver con esto de explorar un poco más (igual vivo mitad y mitad). Este año hice un curso en Stanford, un Programa Ejecutivo para hacer crecer tu empresa para latinos.

"Correrme de la diaria me permite estar más atenta a lo que está pasando: leí más de cien libros del tema sobre el que escribí mi libro (la mayoría académicos o de un nivel muy elevado) y sentí la preocupación de que no estábamos llegando al público, al ciudadano común. Y fui a eso, para que entienda lo que nos está pasando".

"Hace poco en el estado de California en Estados Unidos regularon que por ley que todas las escuelas, a partir del próximo ciclo, van a tener que enseñar en todos los niveles (desde kindergarden hasta que terminan) lo que ellos le llaman 'media literacy', que es la forma en la que tenés que consumir, entender e interpretar la información".

¿Cuáles son los problemas que ves actualmente en este cambio de paradigma tecnológico?

-Son varios pero uno es la manipulación, la radicalización del pensamiento y de a poquito, lo vemos en todos los aspectos. Por eso, estoy trabajando para brindar charlas para chicos para los colegios.

"Una de las cuestiones que me consultan, es sobre cyber bullying. Es muy fácil hacerlo, el daño es enorme. Pero, además, hay otras situaciones: intolerancia, radicalización del pensamiento, el interrogante de cuál es la historia que les va a llegar a nuestros nietos. Porque la historia siempre fue manipulada, pero hoy va a ser la historia que ellos quieran escuchar o en la que ellos quieran creer o la que va a validar la forma en que piensan".

"Empiezan a aparecer que muchos de estos problemas -que siempre estuvieron claro- pero hoy están potenciados en dos puntos: uno es por la por la gran capacidad de tracción que tienen las nuevas tecnologías. El otro, por el desconocimiento del público, del usuario".

"Por eso, hay que abordar los dos puntos. Más regulaciones, sí, pero hasta cierto punto. Tiene que haber más conocimiento para empoderar al usuario y que el filtro lo tenga incorporado".

"Porque cuando se derriban barreras cambian las reglas de juego. El problema es que no nos damos cuenta: estamos jugando atrasados. Creemos que va a llegar la misma pelota y vienen otras pelotas, con otro formato y nosotros seguimos queriendo patear igual".

Laura García

Laura García y la "trampa de las cookies"

"Otro gran problema es que nosotros queremos que todo sea gratis porque creemos lo merecemos. Y este concepto -que parece revolucionario pero en realidad no lo es- siempre implica un intercambio: no es gratis porque damos nuestra información".

"No nos damos cuenta de que estamos entregando la información y menos estamos pensando en lo que va a pasar con esa información y en la responsabilidad que tiene el otro en su manipulación y transacción. Es tan rápida que yo, enseguida, recibo algo para tentarme o recibo información acorde a lo que pienso para que me quede más tiempo ahí, me están validando todo el tiempo".

"Una estadística que me impactó mucho: en Stanford todos los años presentan un reporte sobre el estado de las nuevas tecnologías. Están trabajando sobre Inteligencia Artificial y dos cosas que me parecieron muy interesantes: el 80% del uso que se está dando a la IA generativa es para el delito".

"Las empresas para implementar tecnología deben cumplir un proceso: una inversión, responsabilidad, consecuencias, tun montón de cuidado. En cambio, en el delito, vos no experimentás, sino que salís directamente".

"Esto ¿qué quiere decir? ¿Que la tecnologías son malas? No, sino que necesitamos más cuidado y más conocimiento porque para que haya un delito también tiene que haber una víctima. Y las víctimas lo son por desconocimiento".

"El otro punto es que el 66% de las personas piensan que pueden perder su empleo debido a la inteligencia artificial generativa, les genera temor que está basado en el desconocimiento".

"En todos estos aspectos encontrás un usuario desprevenido. Esto se llama dominancia por desconocimiento, es el dominio por la ignorancia. Y no es porque seamos ignorantes, podemos ser profesionales, tener conocimiento técnico elevadísimo del uso de las tecnologías. Y eso no significa que entendamos cómo tenemos que vincularnos emocionalmente con la tecnología".

"¿Y cuáles son las consecuencias que podría tener sobre nuestro comportamiento? Es el eje central de la discusión y esto es el eje central de mi libro".

"Hay que entender los sistemas pero también el lado humano que implican. Estamos generando un enorme daño en la sociedad por no considerar estos dos aspectos. En el libro cuento lo que se llama 'la trampa de las cookies': la regulación está, se dan las opciones de aceptar todas o configurar, pero nadie la toma por desconocimiento".

"La inteligencia artificial generativa es buenísima... ahora ¿estoy preparado para usarla? ¡No! Solamente por preguntar: tengo que aprender a preguntar, cuáles son sus límites y cómo funciona".

"Tenemos que empezar a entender, sobre todo los chicos en el colegio, cómo funciona el pensamiento. Porque la diferencia está que la cibernética (cuando la tecnología se basa en el desarrollo cognitivo, en cómo funciona el pensamiento humano)".

"En este sentido, el premio Nobel Daniel Kahneman habla de dos sistemas: el automático y el analítico. La tecnología funciona como si el analítico ya hubiese trabajado, entonces va directamente a nuestro automático que solo reactivo: trabaja solo con la emocionalidad".

"Son todos los aspectos que tenemos que empezar a aprender porque el vínculo que tenemos con la tecnología es completamente invasivo en nuestra vida, por eso tenemos que saber cómo nos vinculamos con ella".

Laura García

Los medios frente a una oportunidad histórica

"Yo creo que es una enorme oportunidad de los medios para trabajar con las nuevas tecnologías, incorporarlas y validarlas. Validar la información y ser realmente los guardianes de la información como lo fueron desde un inicio".

"Porque creo que, en algún momento, el usuario va a empezar a entender y a diferenciar lo que es una información validada, curada, de lo que es una información que no se sabe de dónde salió. Y eso, al menos desde lo profesional, es algo que lo tenemos que cuidar mucho y que lo vamos a valorar. Porque como vos te informas, vos pensás. Como vos pensás, decidís: ¿qué tipo de decisores voy a tener en mi compañía si no sé cómo fue el proceso mediante el cual se informaron para que después pensaran?"

"Desde las compañías también se va a empezar a trabajar mucho en lo que yo le llamo los 'menúes informativos': cómo yo me informo. En un directorio, me interesa que los directores estén bien informados, porque ¿qué decisiones van a tomar para la compañía y el futuro de la compañía si no tienen la información correcta?"

"También señalar que se ha desvirtuado la diferencia entre informarse y entretenerse, parece que fuese lo mismo y no es lo mismo. Todo tiene que ser confortable y eso nos hace, también, menos tolerantes a la frustración".

Fotos: Alejandro Carra @alejandrocarra
Video: Candela Petech @ph.candela
Mk y pelo: Flor Canals @florcanalsmkp
Producción: Lucila Subiza @lucilasubiza
Locación: oficinas de Global News
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