A partir de los 25 años el paso del tiempo comienza a hacerse visible en el contorno de ojos, una delicada zona del rostro muy sensible a todos nuestros cambios de rutina: la falta de sueño, el cansancio, el estrés, la herencia o problemas hormonales, circulatorios o incluso la retención de líquidos. Ahí se nota ¡todo!
Estos son algunos de los errores más frecuentes a la hora de cuidar el contorno de los ojos, así que tomá nota para evitarlos.
- No retirarte el maquillaje correctamente: el primer paso para acabar con las ojeras y cuidar la zona debe partir de una limpieza específica que no dañe ni irrite la piel y que elimine en profundidad el maquillaje. Para ello, es importantísimo no olvidar desmaquillarse antes de irnos a la cama.
- Usar la crema hidratante en el contorno. Es una zona muy sensible donde la piel es más fina que la del resto del rostro, por lo que necesita un cuidado especializado que incluye productos formulados exclusivamente.
- Aplicarse mal el contorno. se pone con golpecitos, desde el extremo exterior del ojo hacia la nariz, por encima del hueso orbicular. Nunca hagas la aplicación desde el lagrimal hacia la sien, ya que tenés que ir en contra de la arruga para no ayudarla a que se note más.
- Poner mucha cantidad de producto. Podemos estar saturando la piel y provocar acné cosmético por oclusión de los poros.
- No beber suficiente agua. Pensar que la retención de líquidos solo afecta a nivel corporal es un error. Uno de los principales factores que producen que las bolsas de los ojos se acentúen es no estar suficientemente hidratada.
- No completar la rutina con yoga facial mientras se aplican los cosméticos delante del espejo. Los expertos insisten en su efectividad.
- No potenciar su efecto con frío. El frío estimula la circulación y su acción vasoconstrictora favorece el drenaje de líquidos por lo que es recomendable para aliviar procesos de inflamación en la zona del contorno de ojos. En su aplicación es ideal usar herramientas como el gua sha de piedras como el cuarzo rosa.