Lo que no mostró The Crown: todas las infidelidades de Felipe de Edimburgo, el esposo de la reina Isabel II - Revista Para Ti
 

Lo que no mostró The Crown: todas las infidelidades de Felipe de Edimburgo, el esposo de la reina Isabel II

El esposo de la reina Isabel tuvo una ajetreada vida amorosa extramatrimonial, mucho más extensa de lo que reflejó la serie de Netflix en las primeras cuatro temporadas y más aún de lo que mostrará en la quinta.
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La quinta temporada de la serie "The Crown" destapará uno de los escándalos menos comentados de la Corona real británica: las infidelidades de Felipe de Edimburgo, el esposo de la reina Isabel II.

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Felipe e Isabel, el día de su casamiento. Foto IG

Felipe, que falleció a los 99 años hace pocos meses, tuvo varias amigas especiales durante su vida, aunque la serie centrará su atención en esta nueva temporada en Penny Knatchbull, condesa de Mountbatten de Birmania, 30 años menor que él. Penny fue una de las grandes amigas del duque de Edimburgo y ha sido calificada como la “segunda mujer” más importante en la vida del esposo de la reina Isabel II

Sin embargo la serie ya había tratado el tema en una temporada anterior, cuando se tocó el amorío de Felipe con la bailarina Pat Kirkwood.

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Felipe con Penny Knatchbull.

 De acuerdo con la biografía “Prince Philip Revealed: A Man of His Century”, Knatchbull y Felipe de Edimburgo disfrutaban de bailar en el Royal Yacht Squadron Ball sin importar quién los mirara y si esto desataba rumores al respecto. En la quinta temporada de The Crown, Penny será interpretada por la actriz Natascha McElhone.

Más amoríos de Felipe

Sin embargo, las infidelidades de Felipe no se terminaron con Penny y la bailarina Pat Kirkwood. El esposo de la reina tuvo una agitada vida extramatrimonial, tal como se relata en el libro "Los Windsor, radiografía de la familia real británica", de la norteamericana Kitty Kelley, prohibido en el Reino Unido, según elmundo.es.

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Felipe tal como lucía de joven. Foto IG

Esta obra deja a Felipe de Edimburgo en el papel de mujeriego. Éste es un repaso a sus principales amoríos del esposo de Isabel II.

  • Cobina Wright Jr. Desde que conoció a la futura reina de Inglaterra en 1939, ya eran tres en la relación: Felipe, Isabel y la actriz norteamericana Cobina Wright Jr. Aunque ella siempre se hizo la difícil, él la cortejó y hasta le hizo promesas de boda con un anillo de compromiso. Cobina terminó casándose con un millonario americano en 1941.
  • Helene Cordet. La Camilla Parker de Felipe. Esta cantante de cabaret fue su principal amante, antes y después de su boda con la reina. Luego, Felipe costeó los estudios de Max, el hijo de Helene. Más tarde, en 1989, ante los rumores, Max tuvo que desmentir públicamente que no era hijo de Felipe de Edimburgo.
  • Magdalena Nelson de Blaquier. Durante un viaje a Argentina, en 1962, Felipe se refugió, ante la revuelta situación del país, en casa de Magdalena, diez años mayor que él. Meses después ella tuvo un hijo.
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Felipe con Isabel y sus cuatro hijos. Foto IG.
  • Sasha, duquesa de Abercorn. Según el libro citado, el tío de Felipe, Louis Mountbatten, le cedió su amante, Sasha, duquesa de Abercorn y prima de la reina. Años después, tío y sobrino compartieron cama y cariño con la hija de uno de los mejores amigos de Felipe.
  • Susan Ferguson. La madre de Fergie también fue íntima de Felipe. Su ex marido, Ronald Ferguson, llegó a afirmar a sus amistades que, mientras él jugaba al polo, su mujer y el duque jugaban a otras cosas. A su hija Sarah le gusta comentar que, el día en que se incendiaba el castillo de los Windsor, en noviembre de 1992, su madre y Felipe ardían de pasión en Argentina.
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La reina y su esposo, en uno de los últimos retratos juntos. Foto IG.
  • Romy Adlington. Una antigua novia de su hijo Eduardo, Romy, todavía recuerda con horror su primer fin de semana con la familia real. Ella sólo tenía 16 años, y Felipe, que ya había cumplido los 66, le dedicó miradas lascivas, guiños, caricias en el trasero e insistentes miradas a su escote.
  • En 1956, con motivo de la invitación a visitar la ciudad australiana de Melbourne para inaugurar los Juegos Olímpicos, Felipe se escapó de la vigilancia de la reina y armó un crucero por su cuenta que incluyó las Islas Seychelles, Nueva Zelanda, las Galápagos y otros puntos paradisíacos.






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