En el reboot de Sex and the City , tres de las protagonistas originales Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), Miranda Hobbes (Cynthia Nixon) y Charlotte York Goldenblatt (Kristin Davis) vuelven para enfrentar los retos que la mediana implica. “Hay un montón de parloteo misógino en torno a nosotras que nunca se le dedicaría a un hombre", reivindicó Parker en el artículo de portada que le dedica este diciembre Vogue Estados Unidos, en referencia a los comentarios que reciben unas actrices que se han atrevido a mostrarse con los cambios lógicos de la edad, sin mostrar imágenes artificiales.
Al mismo tiempo, se ha producido en Hollywood un cambio alentador por el cual se empiezan a ver -por fin- proyectos que ensalzan y detallan la vida real de las mujeres, retratándolas con autenticidad pero también, como en el caso de la esta serie, con un estilo y una actitud aspiracionales.
Así lo subraya la jefa del departamento de maquillaje de And Just Like That, Sherri Berman Laurence: "Soy una mujer de 53 años, en cierto modo he crecido con estas mujeres", dice. “Así que ver que en una serie así se está celebrando a tantas mujeres de cincuenta años, de una manera realista pero glamorosa, me emociona mucho”.
Laurence junto con el director, Michael Patrick King, y con la diseñadora de vestuario, Molly Rogers, se pusieron de acuerdo para darles a los personajes un enfoque integral conjunto. Y, si bien cada personaje partía de un planteamiento diferente, había una línea común: "No intentar que parecieran más jóvenes de lo que son, sino realzar la belleza que ya tienen", explica Laurence.
La experta describe así la evolución de los personajes originales en cuanto al enfoque de la belleza que han seguido: Carrie, “fresca y espontánea”; Miranda, "algo más tradicional y más consciente de sí misma"; y Charlotte, "lujosa y muy arreglada". A ellas se unen Che Díaz (Sara Ramírez), el primer personaje no binario de la serie, monologuista y locutor de podcast que "abraza su belleza natural" y exhibe tatuajes personalizados; Seema Patel (Sarita Choudhury), una poderosa agente inmobiliaria que se decanta por "glamour a tope al estilo del Hollywood dorado", con labios en tonos joya y rabillo del ojo bien marcado; Lisa Todd Wexley (Nicole Ari Parker), una documentalista "muy elegante y pulcra" que encabeza la lista de las mejor vestidas, con un cutis impecable y esculpido; y la Dra. Nya Wallace (Karen Pittman), una profesora de Derecho de Columbia que apuesta por un estilo "sobrio y natural" con un maquillaje de efecto no-make up dominado por una piel que se ilumina desde dentro y labios nude.
"En casi todas, nos centramos mucho en la piel", explica Laurence sobre el énfasis que se puso en el rodaje en que todas las actrices lucieran una tez resplandeciente: "Lo que hicimos con todas fue no tratar de ocultar nunca su edad, sino realzar la belleza de cada una. Las mujeres de esta edad son bellas. Y me gusta que no intentásemos hacerlas parecer chicas de 30 años".
Aunque Parker, Nixon y Davis trabajaron con sus propios maquilladores, el plató se llenó de favoritos de tocador sobradamente conocidos.
1- Base
Se optó por elegir bases (como Shade and Illuminate Soft Radiance de Tom Ford) de textura cremosa: "Ilumina sin que quede brillante", alaba Laurence su fórmula hidratante con ácido hialurónico, que ofrece una cobertura de media a completa con la cantidad justa de pigmentos difusores de luz.
2- Rubor / iluminador
En esa misma línea, los pómulos se trabajaron con un maquillaje más suave y ligero, desde un efecto rosado y jugoso hasta un sutil toque de sol. En cuanto a los labios, también viajaron desde los 90 hasta los 2020. "Ahora se busca fundirlo uniformemente para realzar su forma natural”. Para conseguir un toque jugoso de color, con el objetivo de que imiten, mejorándolo, el tono natural del labio.
3- Sombras y eyeliners + pestañas
Para refrescar y despertar las miradas, se optó sobre todo por sombras y eyeliners que agrandasen el ojo y levantasen los rasgos. “Con los ojos, lo importante es crear formas que los suban y los levanten en lugar de hacer que caigan”, explica Laurence, y añade que las texturas mate o satinadas suelen ser las que más favorecen a los párpados maduros. Usaron el truco de insertar pequeños grupos de sedosas pestañas entre las naturales sin que se note y concentrarlas especialmente en la esquina exterior del ojo para añadir longitud y volumen. "Abren muchísimo los ojos", subraya Laurence sobre el atractivo universal de unas pestañas frondosas.
4- Cuidado de la piel
En cuanto al cuidado de la piel, cuenta Laurence, los sutiles velos de hidratación con la crema de culto Dewy Skin de Tatcha y el aceite facial Orchid de Herbivore, junto con masajes faciales con el rodillo facial de Herbivore fueron imprescindibles para ayudar a mantener los rostros deslumbrantes y nutridos durante todo el rodaje.
El tratamiento individual con que se ha maquillado a cada personaje, con absoluto respeto por cada edad y cada personalidad, es digno de admiración: “La verdad es que no es algo que se vea mucho hoy día… Juntar a todas estas mujeres maduras, tan glamorosas pero sin ir sobrecargadas”, dice Laurence. "Es muy emocionante y hace mucha falta. Creo que va a ayudar a que las mujeres de cincuenta años se sientan más guapas".