En Europa se está terminando el verano y, de esa forma, los alumnos volvieron la semana pasada a las clases presenciales. Este fue el caso de los hijos de Wanda Nara que se calzaron el uniforme del Marymount, uno de los establecimientos más tradicionales de Francia al que acude un alumnado compuesto por niños de unas 36 nacionalidades distintas. Para Ti investigó en detalle cómo es este colegio y accedió al valor de los abultados aranceles que pagan los padres.
Tanto Mauro Icardi como su mujer entendieron que este lugar era el indicado para que los pequeños de la familia se formen en el marco de valores católicos que forman parte de la vida diaria, aunque parece que Lionel Messi y Antonela Roccuzzo no coincidieron ya que eligieron otro centro para que sus hijos estudien. Sin dudas que el valor agregado es el intercambio de culturas y religiones que se produce entre el alumnado, teniendo en cuanta los distintos orígenes. Además, los amplios espacios aportan un extra muy valorado por las familias más exclusivas del país.
Se trata de la escuela internacional más antigua de Francia, emplazada en la ciudad de Neuilly-sur-Seine, con un campus que ofrece distintas áreas para la formación: hay tres gimnasios para las actividades deportivas, un teatro, una biblioteca, salas de música y una sala de arte con un estudio para practicar cerámica, un comedor, salas de informática, espacio para las ciencias y frondosos jardines. Además, teniendo en cuenta que es una escuela católica, hay una capilla.
Precios altos y a niveles internacionales
Para acceder, hay que pagar una suma de 1.500 euros que no se devuelve en caso de que el alumno no sea admitido. En el paso previo a iniciar formalmente los estudios en la institución, hay otros dos pagos a realizar: primero hay que abonar 11 mil euros en concepto de examen y 750 euros para la reinscripción anual. Las charlas previas de admisiones son con Kate des Places, directora de relaciones externas.
Cuando el chico ya ingresa de forma oficial a la nómina de estudiantes, debe pagar por año –dependiendo la edad y el grado que curse- un arancel que va de los 20 mil a los 48 mil euros. Por ejemplo, Francesca Icardi, que tiene seis años, está en el nivel Kindergarten de la Early Years School y abona 30,100 euros por año al igual que Constantino López, que tiene diez, cursa en el grado 5 de la Elementary School cuya cuota anual tiene el mismo valor. A estos números hay que sumarle los valores de ingreso anteriormente especificados y otros adicionales: entre 3,800 y 5 mil euros de bus escolar y 1550 euros de comida.
Un plan de estudios calificado
Desde la institución explican que la currícula “se basa en una gama de los mejores estándares internacionales que garantizan que cada niño esté preparado para la siguiente etapa de su educación, en cualquier parte del mundo. Las escuelas de Marymount tienen algunos de los estándares académicos más altos del mundo y esos puntos de referencia forman una parte crucial de nuestro propio plan de estudios internacional y de autoevaluación constante. Se anima a nuestros estudiantes a desarrollar un fuerte sentido de servicio personal al mundo que los rodea con proyectos de aprendizaje de servicio integrados en el plan de estudios”.
Teniendo en cuanta que los estudiantes son de las culturas más diversas, desde el Organismo de Padres Internacional se ofrece un apoyo especial a aquellas familias que recién se están instalando en París. Esa misma agrupación fomenta las actividades grupales y sociales para enriquecer las experiencias del alumnado a lo largo de todo el año.
Una escuela católica abierta a todas las religiones
Desde Marymount Paris se definen como una “escuela católica que abraza la diversidad, y en el espíritu de nuestra Misión RSHM, ‘que todos puedan tener vida’, nuestra comunidad escolar está comprometida con la educación de cada estudiante para que puedan pensar creativamente, razonar críticamente, comunicarse de manera efectiva y aprender continuamente”.
“Si bien la mayoría de nuestros alumnos son católicos, damos una calurosa bienvenida a todos los niños. Muchos padres de niños de otras religiones y ninguno acoge con satisfacción el fuerte sentimiento familiar de la comunidad escolar y valoran los valores católicos que impregnan la vida de la escuela”, agregan.