Lucía Galán estuvo este jueves en el programa de Ángel de Brito en América junto a su hermano Joaquín, para celebrar el 40 aniversario de Pimpinela en la música. Sin embargo, la cantante sorprendió al revelar el mal momento que está atravesando como consecuencia de la partida de su hija Rocío a Madrid. Algo que la tiene muy dolida, aunque entiende que su ida también representa un gran momento personal para su hija.
El nido vacío
“Rocío se fue a vivir a Madrid en junio y aunque te digan que está bien, que es una decisión linda, en un país hermoso, que está en pareja, que son felices, el nido vacío existe. Se te presenta esa cuestión de decir: y ahora qué hago, yo en qué país me quedo. Si estoy acá qué hago yo acá y ella allá, si estoy allá… Es todo muy difícil”, expresó.
Irse o quedarse, esa es la cuestión
“Para llegar a la conclusión de si me iría a vivir a España, tengo que pensar qué haría allá. Porque acá tengo giras todo el tiempo con Pimpinela. Pero también tengo el hogar que es mi otra pasión, entonces yo también debería tener mi vocación extra artística en España. Así que por ahora la decisión es ir y venir las veces que pueda. Rocío viene ahora en diciembre”, le respondió Galán a De Brito cuando el conductor le preguntó si pensaba irse a vivir al país del Viejo Continente.
Muchos duelos en un año
“En plena pandemia, el 12 de enero de 2020 falleció mamá, arrancamos con el primer duelo. En junio me separé de Pablo Alarcón, segundo duelo. En agosto/setiembre me dijo Rocío que se iba a vivir sola. Entonces dije bueno, acá hay que aprender a soltar o soltar. Tenía que procesarlo, hacer terapia y todo lo que había que hacer”, agregó la cantante.
Soltar
“Hago mucha terapia y trato de soltar”, le explicó Lucía a De Brito, quien también le preguntó si lloraba mucho y ella lo afirmó. “He pasado fines de semana muy triste, bajoneada, buscando mi lugar. Por eso hice mucha terapia. Yo estoy convencida de que cuando uno bordea los problemas y no los atraviesa, eso sale en algún momento. Ni las distracciones, ni el trabajo, uno tiene que tocar el fondo que haya que tocar. Llorar, vivirlo, estar triste y permitirte sentirlo, que es la única manera en la que uno puede salir a flote en cualquier problema que uno tenga en la vida", concluyó.