La imagen no puede ser más bucólica: dos niños se miran cómplices y sonrien. Están en un campo con ovejas, hay niebla en el fondo, pero los tonos ocres del suelo le dan mucha calidez a la imagen. Parece un cuadro más que una foto. Así son los trabajos de la fotógrafa Lucía Robert que lleva su técnica desde Pergamino, donde vive, al mundo para capacitar a otros amantes de la fotografía. "Impartí 25 talleres de fotografía de familia en México, Guatemala, Cuba, Peru, Uruguay, Chile y Argentina", le dice a Para Ti. Fue premiada internacionalmente en el concurso “35 awards” y fui la ganadora del premio Feba Cultura 2022, que fue en Buenos Aires en abril del año pasado.
"Soy fotógrafa de familia y mentora de fotógrafos. Hago pintura, y trabajé como docente en escuelas primarias durante varios años. Hoy he fusionado mis dos pasiones que me han robado el tiempo desde niña: el arte y la docencia. Disfruto enseñar y compartir con colegas este arte que me hace tan feliz", nos comparte.
"Todo comenzó con la maternidad y el fuerte deseo de inmortalizar la infancia de mis 4 hijos. Soy una mujer muy inquieta, y al comprar mi primer cámara réflex, hice un curso de fotografía para aprender a usarla. La fotografía me atrapó. Había trabajado como docente en escuelas primarias, pero en ese momento había dejado las escuelas para trabajar en una empresa familiar y esto me permitía manejar mis tiempos y disponía de “ratos libres”. Todo comenzó ahí!", nos cuenta.
"Amo hacer retratos, y trabajar con niños me llena el corazón de alegría. Las familias se acercan a mí en momentos de mucha felicidad: quieren el book del embarazo, el primer añito del bebé, o los cumples de los niños o de la abuela. Todo es alegría y felicidad. Además, las sesiones al aire libre son momentos de puro disfrute. La naturaleza y la espontaneidad de los niños nos llenan de energía y pasamos momentos hermosos", asegura Lucía.
"Cómo me defino? Qué pregunta difícil! Soy muchas cosas… Mamá de 4 por sobre todas las cosas. Estoy al frente de una empresa junto a mi esposo, y soy artista! Una fotógrafa de familia que ha logrado fusionar sus pasiones: el arte y la docencia. Hoy me encuentro haciendo sesiones de familia, dando talleres presenciales y conferencias de Fotografía Fine art en diferentes países. También doy clases de edición en línea para todo el mundo", señala.
-¿Cuál es el secreto detrás de la estética de tus fotos?
-Me gusta el estilo atemporal, naive, minimalista. Haber vivido en un lugar donde el peligro y la maldad no existían te marca para siempre. Amo la belleza de lo simple. Buscar elementos o ropa para ambientar mis sesiones es todo un desafío! Un vestuario que ayude a contextualizar en el tiempo es una herramienta vital para la narración de historias. El vestuario es también un arte y el color del mismo es cuidadosamente pensado para lograr que mis fotos vibren, te transporten y emocionen.
-¿Cómo se te ocurrió dedicarte a este tipo de fotografía tan particular qué haces?
-Es la fotografía creada de acuerdo con la visión del artista como fotógrafo. Uso la fotografía como medio para dar vida a algo que solo vive en mis recuerdos. En mi caso está inspirado en mi infancia y mis vivencias. Cuando era chica pude disfrutar mucho tiempo de mi vida en mi querido pueblo: Conesa. Éramos una familia humilde, pero llena de valores. Teníamos huerta, animales de granja y ayudábamos con las tareas domésticas. Mi abuela y mis tíos vivían en el campo, y disfrutaba ir los fines de semana y hacer tareas de campo. Hoy cada uno de esos momentos felices de mi infancia cobran vida en cada una de mis fotos. El estilo atemporal revive de cierta manera mi pasado. Una infancia austera, pero plena y llena de anécdotas y felicidad.
"Creo en el rol del fotógrafo como comunicador social: por eso verán que mis fotografías abordan muchas temáticas: el bullying, la fe, la concientización del cáncer, la educación, la amistad, el amor, la inclusión, la identidad de mi país. Amo hacer esto porque puedo expresarme a través de mis fotos", concluye.
