Maia Ocampo tiene un legado de peso: su tatarabuelo fue Constancio Cecilio Vigil, quien fundó Editorial Atlántica en 1918 y dio vida a Para Ti el 16 de mayo de 1922. Tiene 26 años y es Licenciada en Diseño Multimedia e Interacción. Pero lleva en su ADN la pasión por la escritura.
Ella escribe desde su infancia y cien años después que su tatarabuelo soñara a Para Ti como el medio número uno de la mujer, ella nos comparte esta interesante reflexión sobre ser escritora hoy.
Los desafíos de ser escritora por Maia Ocampo
"Creo que escribir es algo innato, una luz interior que aparece sin aviso en algún momento de la vida y que nos cambia para siempre. Y algo muy bello también, sin lugar a dudas. Sin embargo, como toda tarea, presenta numerosas dificultades a la hora de llevarla a cabo, especialmente porque el proceso es variado y extenso. No es lo mismo estar en la etapa inicial, donde se necesita la inspiración para escribir o se busca la manera de trasladar esa brillante idea que se tiene a una obra en concreto, que estar en la etapa final donde ese libro ya sale a la venta y hay que promocionarlo. Ni hablar del proceso de publicación, ya sea mediante una editorial o de forma independiente. Y estos son, justamente, los desafíos de ser escritora.
Recuerdo a la perfección cuando escribí mi primer cuento. Tenía once años y solía leer muchos libros de terror, esas típicas obras para adolescentes, los cuales me inspiraron para escribir la propia. En aquel entonces no era consciente de lo trascendental que sería ese evento en mi vida para decidir a lo que me dedicaría en la adultez, no obstante, está claro que ya me estaba encaminado a ello. Imagino que lo mismo le debe suceder a los demás escritores, quienes también comienzan sus carreras de forma inconsciente, y que ello puede terminar en algo mucho más grande de lo que imaginaban en ese momento.
No creo que exista una norma general para escribir. Muchos escritores tienen sus modos, sus trucos, sus consejos…pero cada uno va formando su propia fórmula. Hay gente que prefiere escribir en soledad en la naturaleza, otra en un café rodeada de personas; otra en silencio y otra escuchando música. Tampoco las técnicas de escritura son las mismas en todos los casos.
No hay comparación entre escribir ficción y no ficción, así como cada género que conforman los mismos. Generalmente, los escritores suelen enfocarse solo en uno de ellos, sin embargo, algunos disfrutamos escribir tanto novelas como ensayos y para ser capaces de esto simplemente debemos cambiar el estilo literario para alcanzar diferentes objetivos: en el primero tratar de resaltar la belleza de la historia para que el lector se adentre en el mundo que creamos y en el segundo ser claros y dinámicos para que el lector se interese en lo que le estamos contando. Es como si tuviéramos que activar un pequeño interruptor en nuestra mente con el objetivo de crear dos tipos de piezas muy distintas.
Por otro lado, en lo personal me resulta muy útil viajar hacia el pasado y pensar en el origen de esta revista. ¿Por qué? Porque casualmente, Para Ti fue fundada hace más de un siglo por mi tatarabuelo, Constancio C. Vigil. En estas reflexiones trato de imaginar todo lo que transitaba por la mente de Constancio a la hora de planificar este proyecto, que se trata de la primera revista para la mujer de Argentina – lo cual no es poca cosa – y tantos otros que ha tenido. ¿Cómo surgió la idea? ¿En qué se inspiró? ¿Cómo logró llevarla a cabo? ¿Cómo superó ciertas problemáticas que se le deben haber presentado? ¿Cómo logró insertar con tanto éxito su propuesta? Esas son las cuestiones que tengo en cuenta a la hora de llevar a cabo mis propios planes, con un éxito infinitamente inferior a la de él, claro está, pero formando mi propio camino, como debe ser.
Ahora volvamos al presente, ya que nuestra realidad es muy distinta a lo que ocurría hace cien años. Por un lado, poseemos la enorme ventaja de contar con nuevas herramientas que podemos aprovechar para promocionarnos a nosotras mismas y a nuestras obras, tales como internet y las redes sociales. El poder de la conectividad ya ha sido demostrado en numerosas ocasiones, ¿cuántas personas se han convertido en famosas y exitosas gracias a internet? Incontables, por supuesto. No obstante, también nos encontramos con una gran desventaja, la cual es la inmensa oferta de manuscritos y de libros para comprar. Algo similar ocurre con el catálogo de películas y series, hoy en día, poseemos tantas plataformas con tanto contenido para mirar que es difícil destacar entre el resto. Por eso creo que para triunfar es necesario lograr esa atención, amor y/o admiración del público.
¿Cómo lograr todo esto? La verdad, no tengo la fórmula para ello, al menos no aún. Tengo veintiséis años y solo he publicado un libro hasta la fecha, por ende, carezco de experiencia, sin embargo, creo fervientemente que la perseverancia es la característica fundamental para triunfar. A lo largo de este proceso enfrentaremos la falta de inspiración, los bloqueos, la frustración, los rechazos, las decepciones y tantas cosas más. Pero si escribir te apasiona tanto como a mí, estoy segura que debemos seguir nuestro camino y algún día llegaremos a la meta. Afortunadamente, gracias – nuevamente – a las herramientas de comunicación y conectividad, los escritores podemos formar una comunidad para ayudarnos y aprender de los otros.
Además de nunca abandonar nuestra pasión, los escritores tenemos una enorme responsabilidad en la constante formación de tanto niños como adultos, puesto que la lectura es fundamental para adquirir conocimientos y ampliar nuestra capacidad intelectual. ¿Cómo sería el mundo sin la escritura? ¿Cuán atrasados estaríamos y cuán poco preparados para enfrentar los problemas del futuro? La lectura es esencial para nosotros también, porque es una excelente fuente de inspiración para nuestras propias creaciones. Nunca debemos dejar de leer.
El amor por la escritura (y por cualquier otra actividad, por supuesto) es muy valioso, aunque debemos aprender a enfrentar los desafíos que conlleva. Incluso en aquellos momentos donde nos sintamos en un pozo muy profundo y donde estemos tentados a renunciar, debemos resistir, porque la recompensa es superior a todas las dificultades. Incluso si nuestra obra nunca termina siendo publicada – ya sea por decisión del autor o no – nada nos quita la satisfacción de haber escrito nuestro libro.
