Tiene una lengua filosa, pero también es uno de los periodistas más queridos de la televisión argentina. Marcelo Polino ha logrado ganarse un espacio de importancia en los medios a base de esfuerzo y mucho trabajo. En busca de un sueño, llegó desde Tres Arroyos a Buenos Aires… y se tuvo que hacer de abajo ya que su familia no le brindó la ayuda que él esperaba.
“Vine a la casa de mis padrinos que me acobijaron. Después, al año, gentilmente me invitaron a que me retirara y no tenía donde vivir”, empezó a relatar en diálogo con Moria Casán en “Moria es Moria” por El Nueve. Sin embargo, en lugar de hablar desde el rencor, entendió la decisión: “Está bien, porque un pibe de 17 años que casi no lo conoces y se te queda un año en tu casa, llega un momento en que decís ‘agarrá la maleta y andate’”.
Lo cierto es que eso podría haber sido un punto de quiebre que significara su regreso a Tres Arroyos, algo que no pasó y fue su fuerza de voluntad la que lo impulsó a seguir buscando una oportunidad. “ “Dije: ‘Ya llegué hasta acá, me quedo’”, manifestó.
Igualmente, las cosas no fueron fáciles: “Hubo un momento en el que no tenía donde dormir y tuve que dormir en plazas. Pero yo nunca lo conté como algo triste, porque yo tenía un objetivo que era llegar a donde yo quería llegar”.