Marcha del Orgullo, entrevista con Dyhzy: "A mí papá le encanta lo que hago, pero le preocupa que trabaje de noche"
 

Marcha del Orgullo, entrevista con Dyhzy: "A mí papá le encanta lo que hago, pero le preocupa que trabaje de noche"

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La artista drag queen de 30 años se sincera en exclusiva con Para Ti en este especial LGBT y habla sobre cómo fueron sus inicios en el drag, qué representa en su vida, cómo se lo tomó su familia en sus inicios, si ha sufrido discriminación a lo largo de los años y qué siente cuando escucha discursos de odio.
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Dyhzy no necesita mucha presentación porque tener de padre al ex presidente de la Nación, Alberto Fernández, impulsó su fama. Ella es una artista, DJ y cantante drag queen. Tiene 30 años y se desempeña en los escenarios desde el 2015, cuando tenía 25. Siempre le gustó todo lo relacionado con el arte, por lo que, desde chica, estudió dibujo. Gracias a eso, cuando comenzó a maquillarse, le resultó sencillo.

Sus primeros pasos dentro de este universo fue en el cosplay, ya que su pareja de ese entonces también lo hacía. Sin embargo, le tomó el gustito y decidió ir por más. Así, fue como eligió empezar a montarse. Luego, se aburrió de estos eventos y prefirió ir por el mundo de los boliches y de los shows.

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En exclusiva con Para Ti, Dyhzy habla sobre cómo fueron sus inicios en el mundo del drag. Foto: IG.

Actualmente, trabaja en "Estudio 69", en donde se presenta todos los fines de semana. Quien está detrás de este traje es Tani, quien, en 2021, cambió su DNI y aseguró que se identifica como una persona no binaria.

De sus padres Marcela Luchetti y Alberto Fernández, nos dice que "hoy en día está todo más tratado y a los dos les encanta lo que hago, lo que más les preocupa es que esté trabajando en la noche". Y nos hace una aclaración, si hablamos de Dyhzy elige identificarse con el género femenino.

"A mí no me molesta el tema pronombres, salvo cuando estoy montada, porque creo que el tratarme masculino en ese momento habilita a que lo hagas con otra persona, a quien tal vez si puede ofenderle. Prefiero que vaya a algo tan básico, que es cómo te presentás ante los ojos de la sociedad. Creo que no es tan difícil de entender. Y bueno, en el peor de los casos, si se hace con mala gana, siempre se responde "ella". Lo ubicás en el momento", nos explica.

"Como persona no binaria tengo momentos en los que fluyo más y menos dentro del espectro, en los cuales hay épocas que tengo las uñas o el pelo más largo o que estoy más delgado. Ahora, hace un tiempo me empecé a dedicar a entrenar y tengo un físico más masculino, pero, al mismo tiempo, no me gusta que me digan halagos como: "Estás re chongo"", expresa.

Y enfatiza: "Me pone en un lugar de incomodidad. Entiendo que el otro no tiene por qué saberlo. Uno ve que estás entrenando, que estás con las comidas todas a tono, que estás logrando resultados buenos, los cuales vos estás buscando. Sin embargo, cuando me lo dicen, me choca y más cuando estoy montada".

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Dyhzy participa del especial LGBT de Para Ti. Foto: IG.

-¿Tiene que ver con la transición?

-No me termino de representar con un arquetipo. Al mismo tiempo, estoy por cumplir 30, entonces hay algo que me sucede ahí que es como que creo que estoy en plena crisis existencial de que tampoco entiendo qué quiero con mi vida. Logro vivir el género como muy de esta forma.

Estoy entre el joven y el grande para hacer ciertas cosas. Justamente, hay que entender todo eso. ¿Por qué digo que la transición dura para toda la vida? Porque, en el fondo, tenés que vivir con vos todo el tiempo. Vos sos la única persona con la que vas a convivir toda tu vida.

Hay un montón de cirugías que las personas se hacen y nadie las cuestiona, como ponerse o sacarse tetas y no son solamente sexuales, también son de identidad de género. Pero, como no tienen la etiqueta, el mundo no las comprende.

Como también una transición dentro de lo que es tu propia existencia y tu propia identidad. Uno nunca deja de mutar y transicionar a otro tipo de persona. Todos estamos en pleno crecimiento todo el tiempo.

Dyhzy cuenta cómo fueron sus primeros pasos dentro del mundo del drag queen

- ¿Cómo fue que decidiste comenzar con el drag queen?

- A los 20, arranqué a montarme y me voló mucho la cabeza porque, por mucho tiempo, estuve procesando que alternaba mi cuerpo y mi existencia para poder parecer más mujer. En algún momento, me hizo plantear: "Tal vez soy mujer". Empecé a indagar un poco en lo que es el mundo del transformismo, del transvestismo, el crossdressing, que es montarse para situaciones más sociales.

De repente, con mis amigas nos montábamos y nos íbamos a comer. Entonces, en un momento, me cuestioné si tenía que empezar a tomar hormonas y lo hablé en terapia, pero me di cuenta que no era lo que quería.

Sin embargo, el deseo por montarme nació en 2015. A mí siempre me gustó mucho toda la fantasía de camerín, Marilyn Monroe sentada mirándose al espejo, retocándose el labial, el pelo. Además, vengo de una familia en la que son todas mujeres bastante coquetas.

Es más, el otro día estaba viendo fotos del casamiento de mis papás y me di cuenta que mis dos abuelas fueron vestidas como para humillar a mi mamá, porque cayeron con una onda paqueta, cintura mini, el pelo con plumas, engominadas. Fue un los años 80.

Me parezco mucho a mi abuela, entonces fue como ver una foto mía, pero ella estaba con un rodetazo, el vestido con paletas hasta la cintura, medio acorsetado, una falda de terciopelo, con guantes de terciopelo. Y la otra, que ya falleció, fue vestida con un vestido medio saco, con corte sirena, de satélite rosa, peinada todo para atrás, con un rodeto medio de vaperón.

Fue como, ¿en ningún momento en mi familia se les ocurrió que yo iba a tener una travestía de meses si crecí con estas monstruas? Además, mi vieja siempre se arregla, tiene las manos bien, la cara bien, está peinada. Me ha pasado de tener que esperarla 15 minutos en su casa porque se estaba arreglando.

Por otro lado, siempre me gustó ver a mi mamá prepararse para un casamiento, para ir a trabajar, ir a comprar, ya siempre estaba muy presentable, viéndose bien.

No obstante, en 2015, estaba en pareja con una mujer que hacía cosplay. Y había una fantasía de verla peinar pelucas y de re contra producirse y a mí me gustaba hacerlo, por lo que dije " voy a probarlo". Empecé haciendo cosplay, pero de hombre. Sin embargo, me aburría porque, por un lado, me sentía muy mirado y, como dibujé toda mi vida, maquillar fue algo que se me dio de toque.

A su vez, al mimos tiempo, me separé. Ella era muy del palo de: "Si vos empezás a montarte, te dejo". Entonces, le corté. Cada uno tiene sus mambos arraigados, que claramente tienen que ver con el machismo, como: "¿Cómo me van a cagar con un travesti?".

Después, aparecí en la escena del cosplay como drag queen. En algún punto, era como que hacía todo junto. Se le dice crossplay. Cross de crossdressing, play de cosplay, como interpretar personajes del género opuesto, que es algo que se sigue haciendo mucho, pero como que no se lleva al nivel del drag, que el nivel del drag es como muy de teatro.

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Arrancó en el mundo del drag queen a través del cosplay. Foto: IG.

La historia del drag queen en la vida de Dyhzy

- ¿Qué significa en tu vida el drag?

- En el drag, estás maquillada como una puerta, con rellenos en las piernas, con tetas falsas y no tiene que ver con qué tan mujer pareces, sino que para mí está relacionado con qué tan etérea pareces, qué tan inalcanzable.

Eso también es lo que diferencia al buen drag del principiante. Qué tan despamparante te ves, qué tan difícil es conseguir lo que estás obteniendo. Es insoportable. Cuando entra una drag a un lugar, se impone, después la gente decide si quiere seguir viendo o decide ignorarlo.

Creo que con el drag pasa mucho eso. Me ha pasado de estar en alfombras rojas y que la gente se me quede viendo tipo "wow", dado que suelo ir montada. Dentro de todo, cedo un poco en la presión social de cumplir con lo que se tiene que hacer para ese tipo de eventos y me pierdo la parte de vivir más la fantasía.

Pero, por ejemplo, una de mis mejores amigas, la Fabri Watson, este año nos invitaron a un evento y fue montada con el novio. Estaba vestida de María Antonieta y así cualquier persona que haya asistido no puede pretender no ser opacada. Ahí, es donde el drag tiene que apuntar. El bueno debe ir por humillar a todo el mundo.

Y eso piendo cuando veo la foto de mis dos abuelas en el casamiento de mis padres. Ellas fueron decididas a humillar a todos. Decí que mi mamá estaba vestidísima, estaba peor que ellas. Estaba con un vestidazo gigante que era como, ¿quién la va a apagar a esta? Pero, creo que esa es un poco la idea que hay que tener cuando se hace drag.

- ¿Cómo fue cuando se lo contaste a tu familia? ¿Tuviste que sentar a tus viejos y hablar seriamente?

- Con la montada no porque vivo solo desde los 21 y mi primer año no se los conté. No se los conté, pero porque tampoco sabía cómo afrontarlo o explicarlo. Pero, también porque no entendía mucho qué estaba haciendo. Entonces, preferí esperar un poco.

A su vez, sentía que no había nada de qué hablar porque trabajaba en la noche, en boliches y en el lugares donde mis papás, que hoy tiene 65 años, no iban a ir. Y, en un cumpleaños mío, me acuerdo que estábamos los tres juntos y les dije: "Mañana trabajo en un boliche".

Ellos me respondieron: "¿Trabajás en un boliche?". No sabían ni de qué laburaba. Ahí, les cuento que tenía mi trabajo de día, de diseño gráfico y, también, que había entrado a trabajar en un boliche, bailando.

Me cuestionaron lo de bailar porque nunca lo había hecho, entonces les tuve que explicar que hacía shows con vestuario y que me montaba. Les digo que hacía drag queen y se los mostré, pero no fue una respuesta negativa.

Hoy en día, que está todo más tratado y a los dos les encanta lo que hago, lo que más les preocupa es que esté trabajando en la noche. Desde que trabajo en boliches, siempre fue un tema recurrente para hablar, como: "Eso que vos hacés, ¿no lo podrías hacer en el teatro? ¿Por qué no te montás para otro tipo de eventos?".

Asimismo, como tengo una relación tan sana con la noche, porque no me drogo, no tomo alcohol, no salgo mucho, me gusta trabajar en la noche. Estoy esperando el viernes para dormir y el sábado trabajo, entonces descanso todo el día para darlo todo. Entonces, la preocupación que siempre tuvieron ellos es esa.

La discriminación dentro del mundo del drag

- ¿Sufriste discriminación por estar montada?

- He vivido muchas situaciones de estar trabajando en la puerta de un boliche y que venga un grupo de chicos y me grite algo o me tiren algo. Casi me he ido las manos toda montada, ya que estaba parada y justo pasó un grupo de tres, que se empezaron a reir y uno me empezó a tocar el culo con una botella.

Por lo que, me di vuelta y le dije: "¿Qué mierda hiciste?". Los corrí una cuadra. El tipo me tiró del pelo. Y uno piensa: "¡Fá! ¡Qué arcaico! ¿Cuánto atrasa?". Pero, es lo más normal del mundo y no lo puedo normalizar. Esas actitudes de cagón, las confronto y pasan muy seguido. A veces no lo hago de buena manera.

Por otro lado, actualmente, las redes están en un momento en el que no entiendo qué es real y qué no es real. Qué usuario te está atacando de verdad y cuál es un troll de algún espacio político. Cuando te exponés, abrí las puertas a que quien sea venga a comentarte y eso lo re entiendo. Aún así, tengo muy poco tiempo en mi vida como para contestarle a alguien que me dice algo. Entonces, directamente bloqueo.

- ¿Cómo comenzaste en las redes sociales?

- Empecé a crecer mucho en 2017 porque se me había viralizado un personaje que había hecho en cosplay que estaba al límite de ser una cosa medio drag. Era un personaje masculino, pero estaba con falda y con pestañas. A mí se me había ocurrido vestir al personaje con el uniforme de porrista que usaban las mujeres del anime.

A raíz de eso, se viralizó un montón porque ese anime estaba re en auge. Entonces, ahí empecé a crecer mucho. Después, en 2018, hice a otro personaje, pero mujer. Pero, lo había hecho parodiando a personajes de anime, de videojuegos, en tanga. Por lo que, hice lo mismo, pero en dragón. Y fue raro porque era como: "¿Es una mujer? ¿No es una mujer?".

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Nos cuenta los actos de discriminación que ha vivido. Foto: IG.

Era un poco a modo de insulto y también para instaurar la pregunta de ¿por qué el género es un impedimento para que vos disfrutes lo que estás viendo? Luego, queda a criterio de cada uno, dado que lo está viendo en sí mismo. Pasa mucho que alguien ve a una drag queen y se calienta, pero, después se entera que tiene pito y se conflictúa mucho porque es como: "¿Cómo a mí, que soy hiper masculino, me puede gustar un hombre?".

Muchos piensan que los "engañaron", ya que, en un principio, piensan que la otra persona que están viendo tiene vagina y, cuando se enteran que no, les genera un gran conflicto haberse excitado. Y ese mismo conflicto le sucede a mucha gente con la gente trans, con las mujeres trans que no están operadas. Entonces, vuelve a encasillar todo en el género. ¿Por qué no nos entregamos a nosotros?

La otra persona tiene que entender que no es que te "engañaron". La identidad de género y el drag son cosas muy distintas, pero, si hay algo que comparten, es que en ningún momento se están haciendo para complacer al otro. Si vos te sentís mujer y elegís vivir tu vida como una mujer, eso en ningún momento sucede para calentar al otro. Y el drag mucho menos, porque encima, al ser un hecho artístico, es para el escenario, para que se goce de otra forma.

"No es lo mismo empatizar con entender qué le pasa al otro"

- ¿Cómo le explicarías a alguien que no comprende lo que es la autopercepción?

- Para mí no lo tienen por qué entender. No es lo mismo empatizar con entender qué le pasa al otro. Vos no vas a entender nunca lo que es ser un hombre cis homosexual, como yo no voy a entender lo que es ser una mujer cis heterosexual, o qué es ser una mujer trans que le gustan los hombres.

Supongamos que somos mujeres trans, por ejemplo, tampoco terminás de entender al otro, porque las vivencias y la perspectiva son otras. Y nunca puedo hacer faltarte el respeto por esas experiencias. Hay personas que son funcionales a un sistema, que en algún punto es el colectivo popular en el cual hay una regla tácita de qué está bien y qué está mal, como hay personas que no lo son y que eligen todo lo contrario, eligen ser funcionales a sí mismos.

Hay un montón de cosas que hay que reverse y hay que terminar de entenderlas, pero lo que no hay que reverse nunca es el tema del respeto.

Cómo fue el momento de cambiar el DNI

- ¿Cómo fue cuando decidiste cambiar tu DNI?

- Me enteré por las noticias que habían aprobado el DNI no binario. Principalmente, lo cambié porque me quería modificar el nombre. Cuando empecé a entender que el espectro de género era tan amplio, que el concepto de hombre como hombre está arraigado a un montón de cosas que no me representan y el de mujer también y que hay un montón de cosas que no me representan; rechacé mi género en algún punto, con lo trae consigo eso.

En algún punto, rechazar el género es decir "dejo de cumplir ciertos roles" y también me quita ciertos privilegios. A su vez, me gusta verme o vestirme de manera más andrógina. Por lo que, un día, me desperté y leí que habían aprobado el decreto que ampliaba la ley de Identidad de Género y que aprobaban el DNI no binario.

Me anoté en el registro civil y fui a sacarlo. Fue re lindo, porque había algo que a mí me sucedía que era cambiar mi nombre, ya que el anterior era muy imponente y muy masculino. Y además, en cierto momento de mi vida, sufrí persecución mediática, en donde todo lo que hacía era noticia. Siempre era con la intención de ensuciarme para querer darle un uso político y ahí estaba con mi nombre anterior, pero con una foto mía montada.

Me daba mucha bronca porque veía amigas mías que daban una nota por el orgullo o las llamaban de un programa de televisión y nunca las trataban con su nombre de pila. Entonces, me preguntaba ¿por qué a mí sí? Quería eliminar eso.

El tema de mi nombre viene de hace muchísimos años. Nunca me gustó mi nombre, nunca me gustó ir a un parque de diversiones y ponerme echarme una chapita con mi nombre. Mis papás lo sabían. En ningún lado del mundo, me trataban con mi nombre de nacimiento. Me decían con el actual, Tani.

Sin embargo, el día que me cambié el nombre fue hermoso porque mi primera idea fue: "A partir de ahora, puedo denunciar a cualquiera que me llame por mi nombre anterior". A su vez, sentí que coincidía más con mi imagen actual, que es más andrógina.

Traté durante mucho tiempo de amigarme con el anterior, pero la identidad no es algo que se brinda, es algo que se construye, así como una una persona que decide transicionar nunca lo va a dejar de hacer porque realmente es convivir con tu cuerpo.

- ¿Cómo se podría hacer para que un niño consuma shows de drag queens, ya que también es una forma de educar?

- Bueno, en los Estados Unidos empezó a haber mucho quilombo porque empezaron a prohibir los shows de drag queens en espacios públicos porque no quieren que los vean menores de edad. Sin embargo, la gente tiene que entender que es una expresión artística y tiene su contenido que es para adultos y otro para niños. No todos se sexualizan. Yo elijo que mi acto no sea para menores porque prefiero no censurarme.

No obstante, hay quienes tienen su inspiración en las princesas de Disney y es muy importante para los menores, sobre todo los niños queer o de la comunidad. Así es como se sienten representados.

Me acuerdo cuando tenia 13 o 14, que me quedaba solo en mi casa y me probaba los vestidazos y los zapatos de mi mamá. Me miraba en el espejo y fantaseaba. Una veza, cuando tenia 16, se compró un vestido strapless, medio corte Dior, negro, muy grande, tipo campana y flashee.

La convencí de que le quedaba grande todo porque sabía coser y quería probármelo. Entonces, le dije que me lo mida para ajustar la cintura y que me use de maniquí. Ella no se dio cuenta, pero, por dentro, era todo lo que quería. En mi cabeza, era Isabel Pantoja.

Hacerle frente a los discursos de odio

- ¿Qué tenés para decirles a esas personas que tienen discurso de odio?

- Siempre se termina culpando de todo a las minorías, las cuales son las más vulneradas. No fue hace mucho que teníamos a ciertas personas en los medios diciendo que a las personas trans se les daba un subsidio por ser trans y es algo que no era verdad. Y que no solo no era verdad, sino que se usó para echarle la culpa de algo que estaba pasando a un grupo de personas que literalmente se mueren a los 40 años.

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Dyhzy habla sobre los discursos de odio. Foto: IG

Las minorías son las que terminan pagando. Creo fielmente que no hay personas buenas o malas, sino gente que tiene valores muy distintos a los de los demás y allí a veces se rechaza o se vulnera a otras personas a costa de proteger ciertos valores o arquetipos.

No dudo que hay un grupo de personas que realmente no le importa lo que hacen los de la comunidad, pero, hay otras que son como Dios, patria y familia y que dicen cosas como: "Están vulnerando a mi familia". Cuando no hay nada cuando más lejano.

O esas personas que echan de su casa a su hijo porque es gay. No se me ocurriría como alguien que salió de tu cuerpo lo podés dejar a merced de la nada, que se muera de hambre, quitarle la casa porque no cumple la expectativa tuya. Me encantaría decirle a esa gente que, si ellos creen que son buenas personas y son gente de bien como dicen que son: "¿Por qué hacen estas cosas? ¿Por qué agreden al otro? ¿Por qué sienten que la culpa de todo lo malo del mundo lo tienen lo tienen los gays?".

Literalmente, es un chivo expiatorio de cosas que quieren hacer y necesitan taparlas. Entiendo que la Argentina está en un momento de crisis económica muy grande, pero ¿por eso le vamos a echar la culpa a la comunidad LGBT? Discusiones que ya estaban cerradas de repente te das cuenta que nunca lo estuvieron. Ahí, es donde creo que está el conflicto.

Un poco hemos bajado los brazos y es verdad que en el último tiempo hay gente que te dice: "Ustedes se pasaron de progre". No obstante, la discusión se fue muy a otro lado, como: "¿Que importa más: tener una travesti o que un chico muera de hambre?". Las dos son importantes. ¿Por qué tenemos que superponer a una por otra? ¿Por qué tenemos que elegir? Ninguno tiene la culpa de nada.

Considero que hay una rama más conservadora del mundo que no entiende que realmente lo que las personas de la comunidad quieren es que no los molesten más.

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