“Maldito el día que me anotaron porque la pasé muy mal”. Con esa frase, María Becerra introdujo a un escalofriante relato sobre una cadena de hechos de violencia que derivaron en un acoso sexual. Todo se produjo a lo largo de un año de cursada en una escuela técnica a la que había ingresado por un deseo personal porque le gustaban ese tipo de actividades relacionadas a la carpintería y al “ser productiva”.
“Mis papás no querían que yo fuera. El 2012 fue el peor año de mi vida”, definió. “Éramos dos mujeres en todo el colegio. Cuatrocientos varones. Era típico que vayas caminando y que los varones te toquen el culo. Estaban todos en plena edad de pajeros. Yo estaba todos los días en la oficina quejándome y me mandaban a mí con la psicopedagoga”, relató en el punto de encuentro de ‘PH, Podemos Hablar’.
“La preceptora me preguntaba: ‘¿No pensaste en no usar jean?’. ¡Era el uniforme! Estaba con el jean y la chomba. Ahí nació mi obsesión por usar ropa holgada. No me pongo un vestido, shorts, polleras ni de caño”, agregó al hacer referencia al trauma que generó esa etapa de la adolescencia en su vida.
La cantante, que la rompe entre los más jóvenes con millones de seguidores en todas las redes sociales, confesó que “la tenían de punto” por ser una de las pocas chicas de la nómina de estudiantes. “Te agarramos, te pegamos, aprovechamos y te manoseamos. Yo no le decía nada a mi mamá porque me hacían creer que era yo la culpable. He llegado moretoneada y con los labios cortados porque me pegaban feo. Cuando mi mamá me preguntaba, siempre le ponía excusas”, completó.
“Nunca le dije hasta que una vez, cinco compañeros, que eran los que me pegaban siempre, me llevaron al baño: me tenían las manos y las piernas para sacarme la ropa. Quisieron abusar de mí. Ahí paso una preceptora. Yo estaba gritando. Fue la nada misma. Me salvó que tocó el timbre, sino no sé lo que pasaba”, reveló causando la conmoción de los invitados al ciclo de Telefe.
Hay un nombre que no se le borró más. El de Ariel. Ese, según ella, “era el peor”. Un día, a raíz de su popularidad, apareció a través de las redes sociales. “Me habló al Facebook como si nada. ‘Hola, yo era tu compañero. Mira, ahora te hiciste conocida’, me dijo. Yo no lo podía creer. Leí ese mensaje, me quebré porque me trajo recuerdo y lo mandé a la mierda”, concluyó.
