En el momento que María Julia Oliván se enteró que su hijo tenía el espectro autista, la comunicadora no lo dudó en ningún momento y decidió abandonar sus proyectos laborales. Sin embargo, conocer que su pequeño padecía de esta condición, no fue nada fácil y le llevó todo un proceso poder asimilarlo.
En diálogo con La Nación, la conductora del podcast "Chat de mamis", relató cómo fue el momento en que conoció el diagnóstico de su hijo. Si bien en un primer momento, el neurólogo que lo atendió, sólo mencionó que tenía un "atraso en el lenguaje y en la comunicación", ella entendió que se trataba de TEA.
"'Yo lo saco adelante', pensé. Me propuse hacer todo el día estimulación. Y fue lo que hice. Estaba tan convencida de que iba a mejorar", recordó Oliván sobre su primera impresión. Sin embargo, tomar conciencia de la situación y de todo lo que significaba, la movilizó en muchos aspectos. "Puse primera y avancé, como soy en la vida. Pero también sufrí muchísimo. No paraba de llorar. Era una locura", recordó.
Esto la llevó a abandonar sus cargos en diferentes medios de comunicación, ya que quería estar muy presente en la estimulación del niño. "El primer día que no trabajé y pude estar con Antonio a la noche fui feliz. Desde entonces, todos los días yo me tiro con él a jugar y tenemos un mundo increíble de juegos, cuentos y carcajadas que es la mejor estimulación posible", continuó.
Sobre el vínculo que mantiene con el niño, lo describió como algo hermoso pero que significó un gran esfuerzo. "Como papá de un nene con autismo, tenés que empezar por lograr que te mire", afirmó y agregó que, ella lo lograba, disfrazándose de payaso. "Cuando él quería un vaso de agua, yo le tenía que enseñar a que lo pida. Cada cosa era así. Imaginate el laburo", cerró.