Después de participar en el homenaje al duque de Edimburgo en la Abadía de Westminster junto al Rey Guillermo y la princesa Beatriz de Holanda, la Reina Máxima ha retomado su agenda con una cita muy especial: visitó Roterdam bajo la iniciativa MIND Us, un proyecto con el que demuestra su compromiso con la salud mental de los jóvenes entre doce y diecisiete años.
Máxima, presidenta honoraria de la institución, mencionó durante su discurso lo que ella misma experimentó tiempo atrás, relacionado con ciertas dificultades: “Apoyamos este programa desde nuestra propia experiencia, como profesionales, como experto por experiencia propia, como directora o desde otra implicación. Mi motivación para participar es muy personal. Tiene que ver con mi búsqueda tras la muerte de mi hermana Inés, hace 4 años en junio”, declaró.
“Cuando ella murió, tenía 33 años… entonces te inundan muchos sentimientos. Tristeza, pérdida, impotencia. Su muerte despertó muchos sentimientos. Y una y otra vez la pregunta: ¿podríamos haber hecho más?”, ha comentado la Reina. “Pronto me di cuenta de que no estaba sola. Escuché a muchas personas que habían pasado por lo mismo con un familiar o un amigo. ¿Cómo puedes realmente ayudar a alguien con problemas mentales? Muchas personas luchan con eso cada día”, aseguró.
A partir de este momento, dijo, empezó a centrar parte de su trabajo en la salud mental y, gracias a diversas reuniones, conversaciones y lecturas surgió la idea de esta iniciativa. En este proceso, comprendió que la mayor parte de los problemas psicológicos se producen a edades tempranas, antes de los veinticinco años y, además, la importancia de actuar de manera temprana. “Cuanto antes se detecten las señales, mayores serán las posibilidades de que los jóvenes recuperen su resiliencia mental antes de que los problemas se vuelvan demasiado grandes”, afirmó Máxima, insistiendo en la importancia de trabajar para apoyar a las personas con problemas de salud mental.
“Es necesario que los jóvenes se atrevan a mirarse con honestidad y también se ayuden unos a otros a encontrar nuevamente el equilibrio. Muchos me dicen que se sienten como si estuvieran en una olla a presión. Todo debe ser divertido, todo debe ser un éxito. Por miedo a perderse algo, se adelantan a sí mismos. Pero también los momentos menores son parte de la vida. Un día sombrío también está bien y si no actúas durante un día, también es suficiente”, ha comentado.
Más allá de su discurso oficial, en conversación con algunos periodistas, la Reina ha declarado que no solo ella ha necesitado acudir alguna vez al psicólogo, sino también sus hijas mayores, Amalia y Alexia. La heredera ya confirmó que iba a terapia en la biografía que se ha publicado con motivo de su mayoría de edad, pero de Alexia, compañera de la Princesa Leonor en Gales, no se tenía constancia de manera pública hasta ahora.
