Michael Wittstock, el padre de la princesa Charlene de Mónaco, rompió el silencio y habló por primera vez de la salud de su hija, que permanece internada en una clínica de rehabilitación de Suiza.
El empresario y ex jugador de rugby concedió una entrevista al medio sudafricano You para hablar por primera vez del preocupante presente de la princesa, que tras pasar seis meses en Sudáfrica, donde se tuvo que someter a tres operaciones, logró volver a Mónaco pero aún sin poder asumir sus obligaciones.
Según las declaraciones de Alberto de Mónaco, la princesa padece "fatiga, no solo física, que solo se puede tratar con un periodo de descanso y seguimiento". Sin embargo, se sospecha que Charlene tiene algo más.
“Mi hija solía nadar 20 kilómetros al día –explicó Wittstock desde su casa en East Rand, provincia de Gauteng–, conociendo su forma de entrenar, sé que es dura", declaró el papá de la princesa.
El empresario reconoció que su hija no está bien pero confía en que lo superará. "Superará esto y saldrá mucho más fuerte", dijo.
Temor a contagiarla de covid
Wittstock también contó que durante toda la permanencia de su hija en Sudáfrica, ni él ni su esposa pudieron verla por temor a contagiarse o contagiarla de Covid. La princesa se alojó en una reserva de Durban, en la provincia de KwaZulu-Natal. Y si bien sus padres no viven lejos, no pudieron acompañarla ya que por su edad, son personas de riesgo.
Wittstock tiene 75 años y su esposa Lynette, 74, por lo que tuvieron que permanecer alejados de su hija a pesar del estado de debilidad de la princesa, que durante meses enfrentó una infección de nariz, garganta y oídos. Sin embargo, el empresario explicó que estuvo en contacto continuo con la princesa, así como con sus nietos, los mellizos Jacques y Gabriella.
Internada en una clínica de Suiza
Según lo que ha trascendido, Charlene permanece internada en la clínica privada Paracelsus Recovery de Zurich, Suiza, considerada uno de los centro para adicciones, trastornos de la conducta alimentaria y salud mental más discretos y exclusivos del mundo.
Alguno de los tratamientos que ofrece son el Executive detox de siete días, que cuesta 95.000 euros o, el más completo, una estancia residencial de cuatro semanas por algo más de 305.000 al mes.
Según explica este centro en su página web: "Tratamos a los clientes en un entorno exclusivo con absoluta privacidad y discreción. Nuestros programas de tratamiento en internado suelen durar de cuatro a ocho semanas, dependiendo de sus necesidades específicas". De momento, aún no se sabe la fecha de regreso de la princesa Charlene a Mónaco ni si pasará las fiestas con sus hijos.