Natalie Weber vivió un momento muy difícil en su vida cuando en 2016, fue diagnosticada con cáncer de mama. La esposa de Mauro Zárate no solo tuvo que afrontar con valentía ese cuadro, sino que, al poco tiempo, la reaparición de esta patología la volvió a poner en una complicada situación. La modelo estuvo en “PH, Podemos Hablar” y recordó el día en el que se enteró de la noticia en medio de un contexto muy especial ya que se dio a nueve meses de tener a su hijo y a dos de perder un embarazo.
El profesional de la salud le había explicado que había dos posibilidades: la enfermedad podía presentarse de modo invasivo o in situ. “Hay dos noticias: una buena y una mala, me dijo. La mala era que tenía cáncer. Te recorre un escalofrío por el cuerpo que no te puedo explicar. Cuando me llamó el médico para corroborar, yo lo sabía. Era ese, in situ. Gracias a Dios estaba encapsulado”, arrancó a contar.
La modelo reconoció que la ayudó mucho hacer terapia, aunque toda esa fortaleza se derrumbó cuando se hizo la primera mamografía. “Me largué a llorar”, sintetizó. “Me desespere. Mauro había viajado. En ese momento había decidido dejar el fútbol para acompañarme y yo le dije que no. En mi cabeza no entraba eso de que no iba a ver más a mis hijos”, continuó. “Me visualicé viva y le di para adelante”, sentenció.
Pelearla de nuevo
“En 2017 había transitado toda la radioterapia, Mauro se lesiona de los ligamentos cruzados, se opera en Barcelona y ahí me tocaba mi primer control. Apenas me apoya el ecógrafo me dijo que me tenía que punzar de nuevo”, rememoró.
“Era como que dije... ‘ya está, hasta acá llegué’. Gracias a Dios lo pude superar. Es un antes y un después. Te genera algo espiritual muy lindo en donde uno empieza a valorar un montón de cosas, pero la sensación de vida o muerte es espantosa”, cerró.