SI hay un tema que levanta polémica en los Estados Unidos es la pena de muerte, pena que aplican algunos de sus estados y es por ello que cada tanto corre la noticia de protestas por parte de grupos defensores de los derechos humanos. A estas se suman en ocasiones algunas personas del espectáculo, manifestando su oposición y uno de ellos es Nicolas Cage: el actor es además uno de los productores de La vida de David Gale, película que aborda el tema y que fue estrenada en 2003. Por estos días, el filme se encuentra disponible en Netflix.
Protagonizada por Kevin Spacey, Laura Linney y Kate Winslet, la historia se enfoca en David Gale (Kevin Spacey), un profesor universitario y activista contra la pena de muerte, cuya vida da un giro inesperado cuando es sentenciado a la pena capital por la violación y asesinato de su colega Constance Harraway (Laura Linney).
Faltando pocos días para su ejecución, su abogado Braxton Belyeu (Leon Rippy) negocia una entrevista entre David y Bitsey Bloom (Kate Winslet), una periodista de una importante revista de noticias que posee la reputación de guardar secretos y proteger sus fuentes, por medio millón de dólares para que el profesor pueda contar su historia.
La revista envía a Bitsey en compañía de Zack Stemmons (Gabriel Mann) a la penitenciaría en Texas. La entrevista se realiza durante los tres días previos a su ejecución y, a través de flashbacks, David le cuenta cómo terminó en el corredor de la muerte, lo que llevará a la periodista a emprender una investigación que dará un gran giro dentro de la trama.
Las opiniones sobre la película fueron encontradas, ya que mientras algunos críticos consideraban que contaba una historia interesante y sólida, otros la rechazaron totalmente, al grado de darle el menor puntaje dentro de la escala establecida.
De modo tal que para sacar conclusiones propias sobre el filme, quizás no sea una mala idea añadirlo a la lista de películas para ver el fin de semana largo.
