Carlos III y la reina consorte Camilla fueron recibidos en un acto publico en la ciudad de York a huevazos, mientras recorrían las calles. Un video que se volvió viral en las redes sociales mostró el incidente, que no pareció afectarles mucho a los monarcas que siguieron con los compromisos pactados. Rápidamente la policía actúo y pudo detener al hombre que según el Daily Mail gritaba "este país se construyó con la sangre de los esclavos", mientras que los espectadores decían Dios salve al Rey indignados con la situación que estaban viviendo.
El pueblo no los quiere
El actual rey Carlos III vivió una escandalosa separación con Lady Di, fue ella la que reveló en una entrevista el infierno que había sido su matrimonio por la relación paralela que él mantuvo siempre con Camilla, su amante. Diana se convirtió rápidamente en la preferida del pueblo británico, que nunca les perdonó a los actuales reyes su infidelidad. Además, el amor por ella se mantiene intacto, tanto que en 25 años nadie se animó a usar el título de princesa de Gales, que hoy vuelve a llevar Kate Middleton.
Una snob
Sumado a la infidelidad, expertos en realeza acusan a Camilla Parker de ser una snob. Ella siempre se mostró orgullosa por haber nacido en un círculo cercano a la familia real y de hecho, fue la actual reina consorte la que interfirió para que sucediera la ruptura entre Kate y William, previa a su casamiento. ¿La razón? porque es de clase media, no viene de una familia aristocrática y según ella, no estaba a la altura de la situación.
Momento complejo
A pesar de este perfil de Camilla, su esposo y su hijastro saben muy bien de que la monarquía inglesa como institución, no está en su mejor momento. Muchos países de la Commonwealth quieren convertirse en repúblicas y ellos mismos presenciaron varias manifestaciones en contra de la institución cuando los visitaron. La muerte de la reina Isabel II, generó una gran inestabilidad que se magnifica con un Rey que no es muy querido por su pueblo.
Cambios en la realeza
Percibiendo esta nueva realidad, Carlos III pretende empezar a mostrar una monarquía inglesa más moderna. Comprometida con la realidad, con lo que está viviendo el pueblo, que se encuentra sumido en una importante crisis política y económica. Lo que genera aún más molestias en la gente que siente que tiene que estar manteniendo una institución que para muchos pertenece ya al pasado.
Por eso, que en York los hayan recibido a huevazos, puede haber sido un hecho aislado, pero lo cierto es que resulta preocupante para el nuevo Rey este tipo de comportamiento, en un momento débil, en el que todavía no se encuentra afianzado al trono. De hecho, todavía no se realizó ni siquiera su coronación, para la que faltan todavía unos meses. Habrá que esperar y ver si puede ganarse el amor de su pueblo o es una batalla que ya perdió hace décadas.