Pampita no solo es un nombre: es una verdadera marca registrada. En el tercer capítulo de su reality, la modelo presenta varios de sus proyectos empresariales y demuestra que, aún cuando estaba cursando el embarazo de Ana, se repartía entre todas sus actividades para estar presente en casa uno de sus compromisos.
Fue así que la esposa de Roberto García Morirán recorrió una fábrica de muebles, un comercio de indumentaria y una marca de lentes en donde tiene su propia línea. Revisar telas, armazones, texturas y colores son algunas de las funciones que realiza para que cada una de las cosas tenga su impronta.
En medio de las recorridas, reveló: “Desde chica no distinguía bien los colores así que siempre optaba por ponerme todo blanco o todo negro”. Es que siempre buscaba como referencia ese tipo de tonalidades e intentó justificar lo que le sucedía. "No me gustan los colores. A lo máximo que me animo son a los dorados y plateados", confesó.
“Son muy pocos casos los de mujeres daltónicas que existen y me tocó. Creo que eso me predestino a que todas mis paletas de colores fueran simples y básicas”, contó en “Siendo Pampita”. Además, detalló lo curiosa que es la situación para sus hijos: “Les divierte mucho preguntarme de qué color son las cosas. Se matan de risa cuando estoy viendo distinto”.
Cómo ve una persona daltónica
Se trata de una enfermedad genética de herencia ligada al cromosoma X (esto quiere decir que es común en hombres, afectando al 8 por ciento de la población y, las únicas mujeres que lo tienen son las de padres con daltonismo que representan el 0,5 por ciento). No permite que los colores sean vistos de manera normal, especialmente los espectros del rojo, el verde y el azul.
Para la Dra Betty Giselle Arteaga, médica oftalmóloga, MN 112.049, Jefe Baja Visión y Rehabilitación Visual del Hospital Italiano de Buenos Aires, “la palabra daltonismo proviene del químico y matemático John Dalton que la identificó”, dice. Arteaga explica que en medicina la dificultad para percibir colores recibe el nombre de discromatopsia, pero tiene un significado más amplio. “La discromatopsia puede ser de origen genético, en cuyo caso se denomina discromatopsia congénita o daltonismo. También pueden producirse discromatopsias que no son de origen genético y se presentan en algunas enfermedades de la retina o el nervio óptico”, agrega.
El daltonismo es mucho más frecuente en varones: uno de cada 12 tiene algún grado de alteración en la visión de colores. En mujeres una de cada 200 mujeres sufre algún grado de daltonismo. Lo transmiten las mujeres a los hijos varones de forma recesiva y ligada al sexo. “El diagnóstico se suele hacer en los primeros años de vida cuando los papás o las maestras comienzan a notar que los niños confunden o no reconocen correctamente los colores”, dice Ximena González, médica de planta del Hospital Italiano de Buenos Aires, Sección Oftalmopediatría y Estrabismo.
“También es frecuente que en niños pequeños exista cierta confusión en el momento de reconocer los colores pero al realizar las pruebas un poco más adelante dicha confusión desaparece. Por eso es importante repetir las pruebas de detección de daltonismo realizadas en niños pequeños a los 5 ó 6 años de edad”, cierra.
