La lucha contra la mala praxis en la Argentina tiene nombres propios y rostros imborrables: Tomás, Matías y Nicolás. Sus historias, marcadas por el dolor de pérdidas que sus familias consideran evitables, se entrelazaron para dar origen a un movimiento que hoy impulsa la creación de la Ley Nicolás, un proyecto legislativo que aspira a reglamentar las negligencias médicas y garantizar la calidad y seguridad en la atención sanitaria.
Ley Nicolás: Un Proyecto para Regular la Negligencia Médica
La iniciativa surgió de la unión de familiares que compartieron el devastador impacto de la mala praxis. Gabriela Covelli, madre de Nicolás, relató cómo, tras la muerte de su hijo por un mal diagnóstico y falta de estudios complementarios, comenzó a contactar a otras madres que habían sufrido situaciones similares, lo que finalmente llevó a la formación de la ONG "Por la vida y la salud. Por vos, por mí, por todos" y la redacción de la Ley Nicolás con la colaboración de profesionales de la salud. María Luna, madre de Matías, cuyo hijo falleció por presunta negligencia postoperatoria, se unió a esta lucha compartiendo el mismo dolor.
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La Ley Nicolás se centra en la defensa de la calidad y seguridad del paciente. Entre sus puntos más importantes, según explicó Viviana Satinosky, madre de Tomás, se encuentra la creación de un registro de profesionales inhabilitados por mala praxis que permanezcan en el listado con su estado actualizado, evitando así que puedan ejercer en otras jurisdicciones. También propone un registro unificado a nivel nacional de eventos adversos, donde todo suceso fuera de lo común sea denunciado y estudiado para evitar repeticiones y aprender de los errores.
Otro eje fundamental de la ley es el control de la capacidad psicofísica de los profesionales y la realización de estadísticas de salud, que permitan tomar decisiones sanitarias informadas. Además, busca garantizar la escucha activa del paciente y de su familia, dándoles espacio para intervenir y ser oídos en los centros de atención. Viviana enfatizó que la ley no tiene un carácter punitivo, sino que busca que "la misma comunidad médica sea la que se cure en salud", detectando y corrigiendo internamente los casos de mala praxis.
Covelli agregó que la ley busca "asegurar el derecho a una asistencia sanitaria en lo público o en lo privado, que sea segura y de calidad; que si ocurre algo, no se oculte y que los establecimientos implementen medidas para analizar y solucionar los eventos adversos".
La ley logró ser aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados en 2023 y también obtuvo el visto bueno de las comisiones en el Senado. Sin embargo, debido a la falta de sesiones en la Cámara de Senadores, perdió estado parlamentario.
Con una campaña de recolección de firmas lanzada a través de la plataforma de Change.org (http://change.org/LeyNicolas) familiares de víctimas piden que el tema sea urgentemente tratado por el Congreso. La petición lleva reunidas más de 37.000 adhesiones y no deja de crecer el apoyo.
María Luna expresó la desilusión total que ésto significó para las familias. A pesar de este revés, Satinosky aseguró que están reformándola para poder presentarla nuevamente este año. Gabriela confirmó que, tras una reunión con el Ministro de Salud, lograron su compromiso de apoyo para la nueva presentación.
La fuerza que impulsa a estas madres guerreras nace del profundo dolor por la pérdida de sus hijos y la convicción de que sus muertes se podrían haber evitado. Para Viviana, la lucha es una forma de canalizar el dolor y dejar un legado para un mundo mejor en nombre de Tomás. María Luna, a pesar del sufrimiento diario y el largo proceso judicial en su caso, encuentra la fuerza para seguir adelante en su otra hija y en el deseo de que lo que le ocurrió a Matías no se repita. Covelli afirmó que la partida de Nicolás debe servir para "salvar a otros".
Aunque el camino legislativo ha sido arduo y lleno de obstáculos, la determinación de estas familias permanece intacta. La Ley Nicolás representa una luz de esperanza para miles de argentinos que han sufrido o temen ser víctimas de la mala praxis. Su eventual aprobación significaría un avance fundamental en la protección de los derechos de los pacientes y en la construcción de un sistema de salud más seguro y humano.
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