El príncipe Harry y Meghan Markle se casaron en el mes de mayo de 2018. Un evento que fue seguido a nivel mundial, y que contó con miembros de las familias reales y celebrities. Es decir, como es tradición, familiares y amigos de los novios.
En aquel entonces nadie esperaba el desenlace que tuvo la pareja que terminó alejándose de la Corona. Y como todavía formaban parte de la realeza, no tuvieron más opción que deshacerse de los regalos de boda que recibieron.
Prohibido por tradición
Todo en esta vida tiene su lado negativo. Y si bien en las bodas reales podrían recibir los mejores regalos, no lo tienen permitido ya que consideran que podría verse como publicidad y ser mal vistos. Por eso, en el caso de los duques de Sussex solicitaron que se hagan donaciones a organizaciones benéficas.
Sin embargo, no todos estaban al tanto de esta regla, sobre todo los famosos amigos de Markle. Como resultado la mayoría envío sus regalos por un valor cercano a los 10 millones de dólares. Todos debieron ser devueltos por orden de la reina Isabel II.
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