Son momentos críticos para la familia de Rafael Nadal debido a que su esposa Xisca Perelló (34) está internada en la clínica privada de Palma de Mallorca. Esto generó mucha preocupación ya que la mujer está en la semana 31 de su embarazo y según los medios españoles, por recomendación médica, debía quedarse en observación.
Según lo indicado por Diario de Mallorca, la joven empresaria podría ser sometida a una cirugía en el quirófano y si bien, no se trataría de algo de gravedad, deberá seguir en esa clínica. Sin embargo, hasta el momento, el tenista no había expresado comunicado alguno y esto levantaba sospechas de que podría tratarse de algo más preocupante.
Finalmente, hace unos días, Nadal aprovechó su presencia en el US Open en los Estados Unidos, para hacer declaraciones sobre el estado de salud de su esposa. Lo hizo tras la victoria contra Fabio Fognini, donde el deportista se refirió a Xisca y al bebé que viene en camino, mostrándose con tranquilidad y llevando calma a sus fanáticos.
La palabra oficial de Rafael Nadal
"Mi mujer está bien, ya lo dejo caer", había expresado Nadal, en referencia a los rumores de la prensa que alertaban sobre la salud de Xisca. "Son situaciones que son a veces más difíciles de gestionar cuando uno está lejos de casa. Uno tiene que ir paso a paso, día a día, y como siempre, desde la tranquilidad y la calma, ir construyendo las cosas que le puedan funcionar", continuó.
En cuanto a sus ánimos, reveló que trata de "mantenerse en calma y con la máxima ilusión posible" y "que quiere mantenerse centrado". Este mensaje expresado por el tenista dejó en claro que estará concentrado en el Gran Slam, mientras su esposa se recupera en España. Cabe destacar que, es posible que el embarazo de la mujer se adelante y que no llegue a cumplir las 40 semanas de gestación.
La llegada del primer hijo de Nadal y Xisca
Si bien, durante una entrevista, Nadal había declarado que "la paternidad no significaría ningún cambio en su vida profesional", todo cambió tras el embarazo de su esposa. Tras perder contra el estadounidense Frances Tiafoe, en los octavos de final, el tenista se mostró con una actitud muy diferente.
"Necesito volver a casa. Tengo cosas mucho más importantes que el tenis que atender... Ahora es el momento de tener el primero hijo y confiar en que todo salga bien", había asegurado Rafael, quien se mostró muy entusiasmado con la llegada de su primogénito. Sin embargo, la internación de su pareja y el peligro que esto significa, lo volvieron a refugiar en la competencia de tenis.