Andrea Frigerio habla pausado, con un tono cordial y sin perder la compostura ni la calma. Todo a su alrededor parece alineado con el cosmos: eso es lo que transmite en esta charla con Para Ti la modelo y actriz, que se luce en el rol de la psicóloga Samanta Koch, en "El primero de nosotros". En la ficción, la terapeuta que personifica y para cuya creación se asesoró con el psicólogo mediático Jorge Bucay, se involucrará sentimentalmente con Nico, el personaje de Luciano Castro, que la envolverá con su seducción.
Este trabajo, que realizó en 2021, dio paso a muchos otros donde Andrea, que cumplió 60 años el pasado 30 de agosto, se siente como pez en el agua. "Estoy llena de trabajo por suerte y del trabajo que a mí me gusta, con unos proyectos extraordinarios que tienen que ver con el cine y con series", revela la actriz, que en 2020 participó de "Limbo", una tira que tuvo nominaciones en el festival Canneseries. Ahora, mientras disfruta de los logros, sigue trabajando: está rodando la película "Los conspiradores" y para más adelante la esperan proyectos donde compartirá cartel con Luis Brandoni y con Juan Leirado. Y también se rodará la segunda parte de "Limbo" donde aparecerá Josefina "Fini" Bocchino, su hija. "Ella va a hacer de mi personaje cuando era chica, así es que super interesante", agrega.
- Hola Andrea, para empezar contanos cómo estás: sabemos que estás trabajando mucho, filmando una serie y una película, es decir muy dedicada a la actuación.
-Estoy muy bien, estoy en un muy lindo momento en todo sentido, personal y profesional. Personal porque estoy atravesando una etapa de mi vida que es muy linda, con los hijos ya grandes, con nietos adorados, con un marido con el que estoy hace 30 años en una etapa muy linda también. Así que tengo solo palabras de agradecimiento para la vida, aunque no es algo que se dio espontáneamente.
Por supuesto hay un factor de suerte en todo lo que los seres humanos hacemos, pero también tiene que ver con una construcción que uno va generando, al principio sin darse cuenta y después un poco a consciencia de que todas las relaciones tanto sean de matrimonio, de hijos, y amigos se construyen de a poquito. No es que se hacen de un día para el otro. Tienen que ver con con estar en una vibración de empatía con el otro y escucharlo. Comprenderlo, contenerlo. Y dejar que contengan, que te escuchen y que te que te quieran, que te amen, dejarte querer.
Con respecto a mi trabajo, que es la otra pata tan importante en mi vida, me encanta ser una persona muy activa, desde muy chica lo fui. Mis padres me hicieron hacer de todo. ¡De todo! Sé idiomas. Toqué el piano. Soy profesora de solfeo, de guitarra, jugué al tenis... Aparte del colegio tenía muchas actividades y eso formó mi personalidad y mi carácter, esto de estar siempre ocupada haciendo cosas que me gustaran, también se replicó en mi vida adulta. Esto lo lo generaron mis padres y yo lo continué cuando me tocó tomar el timón de vida. Así que estoy llena de actividades, no solo de trabajo sino que además estoy atrás de la ciudadanía italiana por estar casada con Lucas (Bocchino) que tiene su ciudadanía italiana y Fini también, entonces para los consortes se necesita dar un examen. Ni bien me dijeron eso me puse a estudiar italiano, di un examen la semana pasada y estoy esperando el resultado.
La psicóloga de Luciano Castro
-Además, interpretaste a una psicóloga en "El primero de nosotros", rol para el que buscaste asesoramiento con Jorge Bucay para tu personificación. ¿Cómo fue esa experiencia?
Sí. Para hacer a Samanta Koch, la psicóloga de Nico, el personaje que interpreta Luciano Castro, tuve una charla con Jorge Bucay. Una charla de un rato bien largo, donde me dio algunos tips que yo necesitaba para poder tener herramientas para construir este personaje. Esto es algo que yo hago muchísimo. Me encanta investigar. Bucay me dio un montón de bibliografía y cosas para leer muy interesantes. La verdad que me ayudó un montón.
- En una nota contaste que comenzaste tu carrera como modelo y que de a poco te fuiste dando cuenta que el camino te llevaba a la actuación. Hablame de ese recorrido.
-Cuando terminé la secundaria, fui al colegio Nuestra Señora del Sagrado Corazón, preparé mi examen de ingreso a la Universidad de Ciencias Exactas y Naturales, en la carrera de Biología. Sabía muy bien qué quería hacer. Paralelamente a toda mi escolaridad tanto primaria como secundaria, mis padres se ocuparon de que yo haga un sinfín de actividades extra curriculares, como ya conté, todo lo vinculado a la música, la interpretación musical y todo eso. Y donde yo estudiaba hacían performances o fiestas de fin de año en el Teatro Astral, a mí me daban los personajes que tenían más que nada una cosa histriónica. Siempre sentí desde muy chiquita que quería ser actriz. Lo que pasa que mi mamá, al ser maestra y mi papá, ingeniero civil, no tenían nada ver con las tablas, no era para ellos. Ni siquiera se veía televisión en mi casa.
Entonces, era muy difícil para mí plantear que quería ser actriz, ni yo lo sabía, no entendía. Iba al Colón con mi profesora de danzas. Tenía un vínculo con la parte artística, pero nunca se vio, nunca tuve como la oportunidad de elegirlo como mi primera carrera, por eso terminé estudiando biología. Y cuando nació mi primer hijo, Tomás "Tommy" Frigerio, empecé a trabajar como modelo, me fue bien y ahí empecé a estudiar teatro con Carlos Moreno primero y con Julio Chávez después... Pero siempre lo veía como un algo paralelo mío personal. Pero en el fondo, yo sabía que que era una actriz.
Doble de manos de las Trillizas de Oro
-Contame la anécdota de cómo empezaste tu carrera de modelo, ¡siendo doble de manos de las Trillizas de Oro!
-Cuando empecé a ir a los castings, ni bien nació Tommy, me anoté en una agencia y me mandaban a hacer casting para publicidad, pero no quedaba en ninguno. Para mí era un trastorno porque yo tenía que dejarlo a Tommy con alguien que lo cuidara. Con mi marido, Eduardo, el papá de Tommy, vivíamos en un departamentoen Palermo donde ni teníamos teléfono, entonces dejar a mi hijo era complicado, me ponía nerviosa. Además no tenía auto, tenía que ir en colectivo o en taxi -generalmente en colectivo porque para taxi no tenía plata, éramos muy chicos-. Yo tenía veintiún años. Entonces de tanto ir a castings y rebotar, finalmente le dije a la persona de la agencia que me manejaba que no me mandara más, porque claramente no tenía pegada para hacer publicidad. Ellos me habían dicho que yo tenía que ser modelo de pasarela, no de publicidad, pero yo necesitaba ganar plata. Bueno, finalmente un día me avisan que había salido una publicidad, que vaya a una dirección. Le pregunto "pero, ¿de qué es?". "Nada, nada, vos andá que ya saben, te están esperando", me dicen.
Llegué a una productora, me senté, había muchísima gente y llegan las Trillizas de Oro, con sus hijos chiquitos, las veo pasar, ya eran estrellas absolutas, para mí eran inalcanzables. Como a la hora salió una persona con una carpeta en la mano y pregunta por "la doble de manos". Yo no tenía ni idea de lo que estaba hablando. Me mira las manos y me dice: "Vení, vení, entrá, sos vos". Una vez ahí, me hicieron apretar un pañal con un dedo mientras yo misma con la otra mano tiraba un líquido azul y seguía apretando el pañal como mil veces. Yo pensé que salía mi cara. Entonces sonreía pensando que me tomaban, ni maquillada, ni peinada estaba. Pero no, solo mi dedo índice de la mano derecha apareció.
-También contaste esta experiencia varias veces...
-Sí, lo más gracioso de esto es que, muchos años después, cuando yo ya era una figura pública, en una obra de teatro hice un monólogo donde conté que empecé mi carrera a dedo. La hacia muy graciosa y la gente se moría de risa. Cuando terminó esa temporada, Lucas, mi marido, que no había vivido esto, un día en una comida con amigos dice "lo increíble es que Andrea hace un monólogo que dura diez, quince minutos, todo el mundo la escucha como en misa, se ríen a carcajadas con un invento, diciendo que empezó su carrera con un dedo". Yo le dije: "¡Es verdad! Voy a hacer una cosa, cuando me inviten a El Show del Clío les voy a pedir que busquen esa publicidad". Y así fue. Pero para mi fue muy gracioso que Lucas creyera que era un invento mío. Era pura verdad.
"La vida se me pasó volando"
-El año pasado cumpliste 60 y contaste que cuando cumpliste 50 te diste cuenta que uno tiene dos vidas. ¿Cómo es eso?
-Sí, el año pasado cumplí 60 y la verdad es que la gente se impacta más de lo que me impacté yo con esa cantidad de años. Como que la vida se me pasó volando y no me siento una persona como yo creía que eran las de 60. Para mí alguien de 60 era una persona eterna. Enorme ya, una señora grande. Y yo me siento la misma que antes, solo que tengo 60. Sin embargo, la misma no, porque fui como acumulando mucha experiencia, esto es algo que todo el mundo dice. Si estás bien física y emocionalmente, la cuestión de la edad es solo un detalle. Y es lo que me pasa a mí, un detalle de vivencias, de experiencias vividas que me han hecho valorar mucho la vida que tengo.
A partir de los 50 para mí, empieza la verdadera vida. Hasta los 50 uno va probando. Va como practicando la vida. Pero a partir de los 50 yo creo que, uno tiene una una visión diferente de como de lo que significa la vida ¿no? Uno sabe que es como va, ¿no? Que ya no hay otras oportunidades, no hay revanchas, no hay nada. Entonces la disfrutas mucho más. La segunda etapa de la vida o la segunda vida, se disfruta mucho más, se vive más en el presente, se valora más.
-También hablaste de tus hábitos de vida, muchos de los cuales te los enseñó tu abuela. ¿Cuáles eran y cómo crees que han impactado en tu salud y en tu belleza?
Sí, los hábitos que te ayudan a mantener tu salud son muy importantes. Una persona saludable es una persona bella, no importan sus rasgos, no importa nada. Cuando uno se siente bien, tiene salud, está contento, sonríe, tiene proyectos, está siempre disponible para hacer cosas... Todo eso tiene que ver con un estado de plenitud y de salud que te permite hacerlo. Así que lo más importante es cuidar la salud y yo la cuido desde que soy muy chica. cuando mis abuelas tanto materna como paterna se ocuparon de que yo aprendiera a cultivar mi salud.
Alineado con el cuidado de la salud y del cuerpo
-También estudiaste Biología. Este conocimiento te llevó a tener una alimentación saludable o fuiste adquiriendo conocimientos sobre el tema con el correr de los años?
-Si, estudié Biología. Eso me ayudó muchísimo a entender los procesos metabólicos, fisiológicos. Sigo estudiando porque soy muy apasionada respecto a las cuestiones biológicas y siempre estoy leyendo, conversando y tomando clases con profesionales de distintos ámbitos. En pandemia tuve la suerte de leer un libro que se llama "Escrito en el cuerpo", de una médica que se llama Teresa Salazar. Ella inventó un método que se llama Biomecánica. Y en realidad ella es discípula de dos profesionales que yo ya había leído hace un tiempo, Francoise Messier y Therese Bertherat. Y el tema siempre tiene que ver con cómo las emociones se hacen carne. Se instalan en el cuerpo. Las negativas y las positivas. Yo siempre estoy como alineada con ese tema.
Como que uno tiene que cuidar su vehículo porque gracias al que tenemos podemos tener muchas vivencias y vivir la vida con una libertad especial. Parece algo muy superficial estar cuidando el cuerpo, como que uno escucha esto y piensa que se trata de ir al gimnasio todos los días. No, no, lejos de eso. Yo entre comerme una torta llena de azúcar y crema y una fruta, elijo comerme una fruta, pero no quiere decir que nunca como torta, de golpe tengo ganas de comer un poquito y como, pero sé que me hace mal, entonces escucho a mi cuerpo. Te pongo este ejemplo como muy superficial, pero no es que estoy todo el día pendiente del cuerpo. Estoy todo el día pendiente de mi salud y de la salud de los que están conmigo, de mi familia también. No es que solo me ocupo de mí.
Una abuela feliz y "malcriadora"
-Hablame de tus hijos y de tus nietos, ¿los ves seguido? ¿Fini está estudiando en Europa?
-Yo tengo dos hijos, Tommy, que tiene 39 años y Fini que tiene 24 y dentro de unos días cumple 25. Fini vive en París, en realidad en Fontainebleau, que es una ciudad universitaria que queda al sur de París. Estudia artes escénicas. Y Tommy está casado, tiene tres hijos, mis tres nietos Olivia, Ramón y Jacinta. Y sí, los veo seguido, comparto con ellos las vacaciones y me encanta ser abuela. Yo tuve dos abuelas extraordinarias y me enseñaron mucho a ser abuela. Me encantaría ser como ellas porque ellas además tenían el tiempo de ser abuelas. Yo como trabajo y amo mi trabajo, me tengo que repartir un poco, pero tengo una relación muy linda con mis nietos y adoro ser abuela.
-¿Cómo sos como abuela?
-¿Como soy como abuela? Bastante malcriadora. A mis nietos los dejo hacer todo lo que quieren. Todo, todo. Se portan bárbaro. No quieren hacer nunca ninguna locura, ni nada que sea algo fuera de lugar. Ellos saben que vienen a casa y me tienen disponible y para lo que quieran, comemos esto, comemos lo otro, es todo que sí. Lo hablé con los padres también... No es que los lleno de caramelos porque los cuido, no me gusta que coman caramelos. Pero los malcrío, me encanta. Conversamos muchísimo, ellos son muy amorosos, cariñosos, así que es muy lindo tenerlo cerca.
La vida en pareja después de 30 años de amor
-Hablame de tu relación de amor con Lucas Bocchino, tu compañero desde hace 30 años. ¿Cuál es el secreto para perdurar en la pareja?
-Lucas y yo estamos juntos, sí, hace 30 años. Seguimos juntos y la verdad es que hemos pasado distintas etapas porque a medida que la vida va transcurriendo, las dinámicas van cambiando, las energías van cambiando, van pasando cosas, te vas acompañando. Yo siento que mi familia es como un barco. Cuando hay que ir a algún lugar a acompañar a alguno, todos nos tenemos que ir hacia ese lado y acompañarlo. Y en la pareja me pasa lo mismo. Hay que acompañarse, ayudarse, contenerse y eso tiene que ver con el amor, ¿no? Eso es el amor. Así que con Lu, además de ser pareja, somos muy compañeros y si me decís qué es lo que más me gusta de Lucas, eso es estar con él. A mí me encanta estar con él.
Estamos mucho juntos porque trabajamos en casa. Cada uno está en su lugar y comemos juntos o de vez en cuando nos tomamos un tecito y charlamos y conversamos. A veces estamos de acuerdo, a veces no. Tenemos nuestras fórmulas para decirnos las cosas. Y sobre todo mirá, hay una cosa que para mí es muy importante, que es no tomarse nada personal respecto a lo que te dice el otro. O tal vez el otro está enojado porque qué sé yo, perdió su equipo de fútbol y justo yo voy, le pido algo, entonces me contesta mal, pero es porque está de mal humor. Esas cosas hay que tenerlas en cuenta. Y charlar.
Además, al lado de Lucas me siento muy libre. Yo tengo mis elecciones, las cosas que quiero hacer, donde me quiero ir. Yo le cuento por ejemplo "mirá me llamaron para hacer este trabajo, tengo que ir a Palmas de Mallorca". "Ah, qué bueno", me dice. No es que tengo que consensuar eso con él. No. Y si tiene que hacer él un trabajo o irse a lo de algún amigo, va. Somos libres. Estamos juntos hace 30 años pero no estamos atados. Estamos juntos pero no atados.
La historia de amor de Andrea y Lucas
-Cómo comenzó la historia de amor?
-Nuestra historia de amor empezó en el año '92. Yo estaba separada desde hacía un año. Él me llamó por teléfono diciéndome que era amigo de Bárbara Durán y de Paula Cahen D'Anvers, que son amigas mías, y que ellas le habían dado mi teléfono. Y me dijo que quería salir conmigo. Al principio yo no tenía muchas ganas de de reiniciar una relación. Estaba en mi momento de gloria como modelo y pensé que iba a tener muchos candidatos y la verdad que no. No sé si era porque me veían como una mujer lejana, pero no me llamaban mucho los hombres.
Pero Lucas me llamó y me llamó y me llamó, yo le decía que no, no quiero salir, no tengo ganas... Hasta que finalmente lo conocí y no fue una cosa de flechazo ni mucho menos, fue una cosa que se fue como construyendo de a poco. También me pasó que él tuvo muy buena onda con Tommy, que tenía casi 10 años. Enseguida pegaron onda y así de a poquito esta idea que yo tenía de no vida de pareja por lo menos por un tiempo largo, se fue. Y finalmente, después de un año o dos, empezamos a vivir juntos. Al tiempito nos casamos y después nació Fini.
Nos casamos una vez en México en la playa, solos con dos testigos, Horacio Massa y Dolores Cahen D'Anvers, y 10 años después nos casamos en Argentina, e hicimos una mega fiesta que fue espectacular. Cuando volvimos de México todo el mundo nos decía cómo que se casaron solos... así que dijimos nos vamos a casar otra vez. Y a los 10 años clavados nos volvimos a casar.
Andrea puertas adentro: hogareña y cocinera
-¿Cómo es Andrea Frigerio puertas adentro? ¿Es sencilla, le gusta quedarse en pijama los fines de semana, cocina o pide delivery?
-Bueno, me tendrías que ver ahora, que estoy con un delantal de cocina y descalza. A mí me encanta cocinar, hacer las cosas de la casa. Soy bastante buena ama de casa. Y a Lucas le encanta cocinar. Y sobre todo nos gusta hacer todo juntos. Los fines de semana es nuestro momento de estar juntos. Sobre todo ahora que no está Fini, cuando está ella también, pero bueno cuando viene Tommy y mis nietos, los recibimos y hacemos asados y nos encanta comer en familia. Pero si estamos solos somos bastante caseros, nos gusta mucho tener la casa muy prolija, hacer cosas para la casa. Lucas también es bastante handyman, le encanta hacer cosas.
En cuanto a la comida, somos bastante de comida casera y nada de delivery. Además tenemos como muchos elementos, tenemos horno de barro, parrilla, a Lucas le encanta hacer sushi, ahora tengo una Thermomix, asi que estoy enloquecida cocinando y explorando. Nos encanta la comida casera.
La vida dentro de una década
-¿Cómo te ves de acá a 10 años?
-Igual que ahora. Con más vivencias y más experiencias, pero hasta físicamente, ojalá como me estoy cuidando y espero que no haya grandes cambios ni tenga ningún problema, pero en general hoy me siento como hace diez años, igual. No siento que haya cambiado mucho mi estilo de vida, ni mi físico, ni siquiera el pelo, ni el corte, no sé. Yo hago muchos cambios pero para el cine, uso muchas pelucas y cosas, o tal vez me corto el pelo o me cambio el color un poquito, pero trato de no cambiar porque intento ser siempre parecida a mí misma, porque me encanta el estilo que fui logrando. Entonces no lo quiero cambiar.
-¿Un sueño pendiente?
-Tengo muchos sueños y muchas ilusiones, de muchas cosas. Creo que cuanto más entusiasmo tiene uno para vivir, más te dura la juventud. Y es así. Para mí el entusiasmo tiene que ver con la juventud. Yo soy una persona muy entusiasta. Tengo miles de proyectos, cosas que no sé, hasta te podría decir que empezaría a estudiar una carrera universitaria... Y después tengo muchas ilusiones con mi profesión. Cosas que se me fueron dando, además de trabajar afuera, de tener experiencias cada vez más ricas... Sí, tiene que ver con eso, con tener experiencias profesionales.
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Fotos: Chris Beliera.
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