A días de ser mamá por primera vez, Fabiola Yáñez recibió a Para Ti y se mostró como nunca antes lo hizo. Allí contó cómo está viviendo el embarazo y qué expectativas tiene acerca de la llegada de su bebé. También habló de su rol como Primera Dama, destacó lo bueno y también ponderó aquellos momentos en lo que hubo desaciertos asegurando que "de los errores se aprende". Además reveló que lleva adelante un emprendimiento para poner en valor el talento argentino, mujeres trabajadoras y de pueblos originarios relacionado con la industria textil y marroquinería.
-¿Cómo estás viviendo este momento del embarazo? ¿Tenés mucha ansiedad por la llegada del bebé?
-Esta experiencia tan nueva para mí me ha enseñado a ser más paciente, pero admito que sí tuve y tengo mucha ansiedad, más en esta última etapa, por la llegada de mi primer hijo. Para ser sincera soy una persona muy práctica e impaciente muchas veces, que piensa que las acciones deben ser eficaces y rápidas.
-¿Le tenés miedo al parto? ¿Preferís cesárea o parto normal?
-Un poquito de miedo me da, pero me siento muy contenida y agradecida al equipo médico que me ha acompañado todo este tiempo. Confío en ellos completamente, en el doctor Hernán Jensen, mi obstetra, Antonio Cattaneo, especialista en fertilidad y obstetricia y Sergio Liendo. Ellos me han dado mucha seguridad y contención en todo el proceso de mi embarazo. Hemos hablado del momento del parto y despejado todas mis inquietudes, así que siento que me han preparado bien para llegar a ese día
Prefiero un parto normal, pero mi prioridad es que se realice del mejor modo ateniéndonos a las circunstancias y a lo que sea necesario o urgente por su bienestar.
-¿Hiciste el curso preparto?¿Te acompañó Alberto Fernández?
-Sí, tuve una serie de charlas con una partera y una pediatra, y una entrevista prenatal lo cual me ha sido de mucha ayuda y también tengo previsto las consultas con una puericultora, ya que mi deseo es amamantar porque sé de los beneficios que la lactancia materna tiene en el desarrollo de los niños en sus primeros años de vida. El desarrollo neurológico, nutricional por el que tanto brego en el programa de los Primeros 1000 días (un programa que acompaña y contiene a la madre desde la concepción, adjunto a la ley del mismo nombre). Además de ser consciente de ese lazo que une a la madre con su hijo y se fortalece al amamantar. Es una conexión incomparable
Lamentablemente Alberto no ha podido acompañarme por el hecho, bien sabido, de que su agenda y los desafíos a los que se ha enfrentado y se enfrenta día a día no le dan tregua, pero sí comentamos entre los dos las charlas que voy teniendo.
-¿Ya sabés con qué look vas a salir del sanatorio después del parto?
-Aún no, no lo pensé todavía, tampoco sé cómo se encontrará mi cuerpo en ese momento, lo único que puedo decir que será algo de alguno de mis colores preferidos como el blanco o el tiza.
-¿Cómo te imaginás como mamá? ¿Creés que vas a ser obsesiva o te imaginás más bien relajada? ¿Vas a ser una madre sobreprotectora, con miedos?
-Me imagino como una mamá protectora, pero no obsesiva, sino práctica y presente. Y tratando de involucrar a mi hijo en todos los aspectos de mi vida, mis actividades, proyectos, ideas; quiero que se forme como un ser humano completo, consciente de las diferentes realidades que coexisten en nuestra sociedad y en este mundo, nuestra casa común a la que debemos cuidar y respetar.
-¿Te inspiraste en algún diseñador para decorar el cuarto del bebé? ¿Te ocupaste vos?
-Estoy recién eligiendo algunas cosas, compré muy poco y estuve reciclando muebles de la Quinta Presidencial para su cuarto. Tengo mucha suerte pues he recibido muchos regalos. Vengo un poco atrasada con la organización del cuarto del bebé. Igualmente lo hago con calma, sabiendo que al principio dormirá en su cuna colecho junto a mí.
-¿Cuándo vas a retomar las actividades? ¿Vas a llevar al bebé con vos o ya tenés pensado qué persona va a ocuparse de cuidar al bebé cuando vos estés trabajando en lo tuyo?
-En la medida de lo posible, pienso retomar mis actividades en lo inmediato trabajando desde casa en principio, luego lo haré presencialmente y sí, lo llevaré conmigo en los momentos que sea oportuno. La persona que me ayudará con el cuidado de Francisco en los primeros meses será mi mamá. Ella está conmigo, vino desde Misiones y viene acompañándome en esta última etapa del embarazo.
-¿Qué creés que va a cambiar en tu vida la llegada del bebé?
-Imagino que todo, desde mi rutina diaria a mi crecimiento personal como mujer ya convertida en madre. Pero sé que lo que imagino será nada comparado con la realidad.
-¿Qué disfrutás de tu rol de Primera Dama?
-Lo que más disfruto de este rol que me tocó ocupar es tener a mi alcance a las personas y entidades que me ayudan cuando gestiono la forma de llevar soluciones y lo que sea necesario para mejorar la vida de las personas. Lo puedo hacer en diferentes áreas incluso con aquellos que pertenecen al mundo privado.
Poder hacer enlaces con organizaciones como la ONU, la FAO, Unicef, la OPS y los programas e ideas que implementamos desde la alianza ALMA. Llevar adelante la coordinación de la Alianza de Cónyuges y Jefes de Estado de Latinoamérica fue una gran satisfacción para mí ya que juntas como mujeres pudimos llevar adelante distintos programas para beneficio de cada uno de nuestros países.
Si no tuviese este rol, nada de lo que he llevado adelante, impulsado, gestionado sería posible. Como siempre digo este lugar me brindó la gran oportunidad y satisfacción de realizar obras por los niños y niñas y por muchos argentinos.
-¿Y cuál es la parte que quisieras olvidar de tu gestión como Primera Dama?
-No quisiera olvidar nada, cada día es una oportunidad de crecimiento y aprendizaje. Aprendemos tanto de los aciertos como de los errores y eso nos nutre, nos hace enriquecernos en lo que hacemos bien y nos da lecciones de los desaciertos.
-¿Cuál creés que es tu mayor aporte al país con tu actividad en Desarrollo Social?
-Sé que mi aporte es tan solo un granito de arena comparado con la deuda enorme que hay con gran parte de la sociedad argentina, pero es lo que puedo hacer y lo hago con mucho entusiasmo y perseverancia. Yo no tengo un ministerio, mucho menos un presupuesto, pero cada día estoy gestionando con los distintos sectores. Incluso en todos mis viajes acompañando a Alberto tuve una agenda paralela en cada país con organismos internacionales que nos han ayudado a llevar adelante muchas de mis propuestas, desde la importancia de acceder al agua potable hasta capacitaciones en diferentes oficios para aquellas mujeres que se encuentran en un lugar de vulnerabilidad y necesitan conocimiento, herramientas para tener una salida laboral real y que las haga sentir útiles, valoradas e importantes. Generamos un programa que busca posicionar nuestra marca país utilizando materias primas de alta calidad de diferentes provincias del país desde lo textil a la gemología.
Ya hemos brindado capacitaciones con el apoyo del Instituto Gemológico de España. Un ejemplo de ello es una cartera realizada íntegramente con cuero de la más alta calidad, alpaca y piedras que le obsequiamos a la Primera Dama de la Republica Dominicana en su visita a nuestro país. El propósito es llevar estos productos al mundo y por supuesto mostrar y apoyar el talento argentino en ese rubro.
Por otra parte desde mi rol como presidenta honoraria de la Fundación Banco Nación Argentina, estamos concretando y trabajando de manera solidaria con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (MDS), y con la Fundación Garrahan (FG), con el fin de poner en práctica un Programa de construcción de veinticuatro casas “Modelo Casa Garrahan”, logrando construir una Casa por provincia, con el objetivo de asegurar espacios de permanencia transitoria en todo el país, para niñas, niños, adolescentes y sus familias que se encuentren aguardando un diagnóstico o estén realizando tratamientos médicos prolongados y se encuentren en una situación de vulnerabilidad social crítica.
Vivimos en un país muy extenso y muchas veces lograr tratamientos y diagnósticos en los centros con mayor tecnología en las capitales de provincia representa para una familia trasladarse hasta 300 kilómetros, este sueño que ansío ver cumplido es algo que quedará y será de gran ayuda y contención para muchas familias que no poseen los medios ni la contención necesarias. También este 2022 nos propusimos trabajar de manera solidaria con la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), asistiendo a Talleres Protegidos ya existentes para contribuir a crear una cultura diferente con relación a la inclusión laboral de las personas con discapacidad.
Otra de las acciones que estamos llevando a cabo es referida a la detección de cáncer de cuello uterino con inteligencia artificial. Apoyando al equipo de desarrollo que generará una herramienta informática (software), para la detección temprana del cáncer de cuello uterino, ya que es una problemática que afecta a un número importante de mujeres por año en nuestro país. Se diagnostican 3000 casos nuevos por año en Argentina según el Ministerio de Salud de la Nación.
-¿Extrañás la profesión de periodista? ¿Pensás retomarla en el futuro?
-No sé qué me deparará el destino. Es una profesión que me dio muchas satisfacciones, tengo muchos proyectos para seguir adelante. Pienso seguir preparándome, capacitándome para poder encarar cada uno de ellos. En el futuro veremos qué camino tomaré.
Además estoy trabajando en un nuevo proyecto. Bajo el nombre de Alta Costura Popular, se trabaja con mujeres en estado de vulnerabilidad que han sufrido violencia de género y en conjunto con mujeres y cacicas que son parte de las comunidades de pueblos originarios dentro del país. Lo llevamos a cabo con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social y con cada una de las provincias involucradas.
Son carteras y tapados con lana de vicuña, alpaca, piedras y gemas, materiales autóctonos de nuestras provincias. Un proyecto en el que se proporcionan capacitaciones de calidad en el oficio y una salida laboral genuina, lo que también incentiva el desarrollo nacional para llevar el sello argentino al mundo.
Las ganancias vuelven a esas personas que son artífices de cada prenda o producto para que sea un medio de sustento real y orgullo para ellas, poniendo en valor sus habilidades ancestrales.
-¿Alguna anécdota de lo que viviste como Primera Dama que va a quedar guardada para siempre en tu corazón?
-El cariño de los niños y niñas. Lo gratificante que es llevar una sonrisa y bienestar a quienes lo necesitan. Poder transmitirles que los sueños son posibles, abrir sus mentes y su espectro para que se desarrollen como personas completas y por supuesto acercarles las herramientas y oportunidades para que eso se cumpla.
-¿Cómo cambió tu vida a partir de tu rol como Primera Dama? ¿Alguna vez imaginaste que podría llegar a pasar?
-Nunca imaginé estar en este lugar y lo tomo como una gran oportunidad.
-¿Cómo sos puertas adentro, en casa? ¿Te gusta cocinar?
-Puertas adentro soy muy simple, paso mucho tiempo en la planta alta de la residencia ya que se siente más cálida y hogareña, disfruto de mis momentos en soledad escribiendo y leyendo y también preparándome para cada actividad que llevo adelante. Estudio acerca de los temas que me inquietan para luego poder gestionarlos. También disfruto mucho de los documentales y las series de época de las cuales puedo seguir aprendiendo sobre historia argentina y mundial. Me encanta cocinar, siempre me gustó, pero esa es una de las cosas que ya no hago habitualmente, solo en algunas ocasiones.
-Hablemos de las mascotas que tienen en la Quinta Presidencial. ¿Cómo es tu relación con ellas?
-Dylan, Prócer y Blue (ambos hijos de Dylan) son quienes nos acompañan en todo momento, siempre están presentes tanto cuando Alberto está trabajando como cuando alguien llega. Los tres son muy diferentes: Dylan es muy serio y territorial y le encanta posar para las fotos, Prócer es muy inteligente y más audaz, y Blue es introvertido, vive en su propio mundo. Soy más cercana a Blue ya que lo tuve conmigo desde muy chiquito y es hermoso, aunque como decía antes es muy distraído y siempre está conectado consigo mismo.
Producción: Marité Rizzo
Fotos: Gabriel Machado.