"Me agarraste cocinando una pechugas con ensalada". Su voz en el teléfono suena amable, amistosa y casi divertida. Y lo define. El líder de Turf, en carrera con el rock desde hace un cuarto de siglo y con grandes éxitos sobre sus hombros, es tal como se muestra en las cocinas de MasterChef Celebrity: ocurrente, profundo a veces y gracioso siempre.
El ahora participante de "La revancha", el nuevo formato del programa de Telefe, explicará en esta nota que adora a los comediantes más famosos de la televisión, desde Benny Hill hasta Maxwell Smart, el personaje de la mítica serie Super agente 86 que protagonizó Don Adams. Y que "hay algo de comediante" en su forma de ser, que le sale naturalmente. "Hay mucho de eso en mi manera de ver el mundo", dirá.
Muy familiero, admite que está soltero pero que no descarta en el futuro tener un hijo, proyecto que alineará dentro de sus "sueños pendientes". Con ustedes, Joaquín Levinton, el transgresor más divertido.
-Hola Joaquín, estás nuevamente en las cocinas de MasterChef Celebrity... ¿cómo surgió la invitación?
-Mirá, yo ya había terminado la temporada de MasterChef Celebrity 3 y pasó algo misterioso, que me sorprendió muchísimo y que no me imaginaba, y es que la gente se identificó muchísimo conmigo, con mi forma de ser. La gente me agradecía por la calle diciéndome que yo le alegraba el día, que era muy divertido, que tenía mucha alegría... la verdad es que me pareció muy noble todo el asunto. Además MasterChef es una cosa muy divertida. Así que me insistieron tanto, pero tanto para volver, que acepté.
-¿Te insistieron para que entres en MasterChef La revancha?
-Sí, también me hablaron de quiénes iban a participar, qué compañeros, así que me pareció muy entretenida la oportunidad. Esas son las circunstancias por las que vuelvo a MasterChef, que fue una experiencia muy linda. Y cabe destacar que esta invitación era para una etapa más corta, lo que me terminó de convencer.
-¿Y como te sentís con la devolución del público?
-La verdad es que no me imaginé que se iban a identificar conmigo los chicos, los grandes, las señoras, los nenes de 5, 6 años... La devolución que tuve fue recontra mega copada... Me mandaban mensajes cuanto me fui preguntándome por qué, pidiéndome que vuelva. Yo estoy acostumbrado también un poquito con mi grupo a brindarme a la gente, ¿no?
-Claro pero esto te tocó en un ámbito distinto.
-Claro, pero es un poco la historia de mi vida, ir de acá para allá, siempre rebosando de alegría.
-¿El tipo que se presenta en MasterChef es un personaje o sos realmente así?
-Soy así. Si no, sería un esfuerzo realmente muy grande, ¿no? Si no sos divertido y tenés que hacerte el divertido, es un esfuerzo. MasterChef ya es un trabajo bastante demandante, son muchas horas las que tenés que estar ahí adentro. Pero bueno, fue divertido y todavía me quedaban ganas de hacerlo, así que acá estamos.
-¿Sabías cocinar?
-Muy poquito. Ahí fui aprendiendo, ahí vas mejorando. Mis otros compañeros y compañeras mejoraron un montón, se mandaban unos platos re profesionales.
Los chefs y el affaire con Charlotte
-De los tres chefs -Damián Betular, Donato De Santis y Germán Martitegui-, ¿tenés alguna preferencia? ¿Quién te cae mejor?
-Damián (Betular) es el más divertido. Ellos ayudan un montón y te tiran ideas. Igual, ojo, son los tres muy divertidos y es como que funcionan en equipo.
-¿Pasó algo con Charlotte Caniggia en la temporada 3, tal como se dijo?
-No, fue un invento. Nos llevamos bárbaro porque Charlotte es graciosísima, es muy divertida, más de lo que se ve en la tele. Aparte tiene muy buena onda, como todos, yo no esperaba que fueran todos tan divertidos y amorosos. La verdad es que fue una muy linda experiencia.
El nuevo disco de Turf
-Hablemos de tu nuevo disco, "Gatitas y ratones".
-Bueno, con Turf paralelamente estuvimos sacando temas, adelantando temas del disco que sale en un mes y medio o dos. Eso nos tiene muy ocupados y contentos. Y nos espera una gira grande por Latinoamérica y otra por Europa en agosto. Y aparte, estoy con otro proyecto, porque de la televisión pasé a la radio...
Un hombre de radio y TV
-¡Contame!
-Me convocaron para tener mi propio programa de radio en la FM Radio Gente. Soy de los primeros que convocan porque recién se inaugura. Es la 107.5 y se puede escuchar por todas las plataformas además. Mi programa se llama "Tremendovich", va martes y jueves de 18 a 20. Es un programa que da lugar a los artistas, a los músicos y a cualquier persona que quiera compartir su arte. Pasé a ser un hombre de radio y televisión...
-¡Tremendo salto!
-¡Tremendovich diría yo!
-Hablando de popularidad, ¿qué es lo mejor y lo peor que te brindó la fama?
-Bueno... por ahí lo malo es que a veces uno no tiene ganas de andar parando todo el tiempo para sacarse fotos con la gente por la calle. Porque te piden una foto y te dicen "uy esperá que no se usar el teléfono" o "esperá que me equivoqué y puse filmando", y así con todos. Y eso me pasa dos o tres veces cada... 20 minutos. Entonces si tiene cada foto ese delay se hace un poco... hinchapelotas, sobre todo si estás con otra persona que viene caminando al lado tuyo, que tiene que andar esperando... Eso es lo que me parece más tedioso. Lo demás ya estoy acostumbrado, no se cómo es de otra manera.
La vida del músico
-¿Y lo mejor?
-Y que recibís un cariño que es muy lindo. Cuando canto, les veo las caras a las personas y me miran, se nota la conexión, ¿no? Pasan cosas muy lindas como que ves a una mamá con su hijo a cococho, otro que te tira una campera porque tenés frío, otro que te dice que le cambié la infancia, o sea, son hechos particulares concretos que vos estás haciendo por una buena acción, ¿no? Yo no voy a cantar mis canciones y que sea un regocijo personal. Voy a cantar mis canciones para brindarme y es así aunque parezca un poco cursi. Es un ida y vuelta.
Vos pensá que yo toco dos o tres veces por fin de semana en provincias y tengo que viajar, salir temprano para llegar a lugares que quedan tal vez a 600 kilómetros, es una vida de gitanos... Y después vuelvo y me tengo que ocupar de Tremendovich, el programa de radio que también me demanda mucho tiempo. Es una temporada alta de... podríamos decir trabajo, un trabajo raro pero... trabajo al fin.
-¿No estás en pareja?
-No, no estoy en pareja... ponele que sí, algo hay. Pero a lo que voy es que vivo solo.
La obsesión por el orden
-En una nota dijiste “Siempre fui muy ordenado, no tengo el perfil del rockero reventado”. Explicame.
-(risas) Sí, soy muy ordenado. Porque para mí la la casa es la extensión de cómo está
uno, te refleja perfectamente. Está desordenada la casa, tu mente está desordenada. Y es tu medio ambiente. A mí estar ordenado y que la casa esté ordenada, me ordena las ideas... Yo donde veo desorden... Soy medio obsesivo con eso.
Y por otra parte, siempre fui consciente de que si sos un roquero reventado, o terminás limado o terminás hecho un muerto en vida, y esa no es la idea que tengo para mi vida. Soy de una generación posterior a la que se reventó y se murió. Fijate que si no, de cada diez rockeros hay tres que se murieron, es una porquería esa ecuación. Y prefiero ser cauteloso, ser un poquito precavido antes de que sea demasiado tarde.
-¿Igual viviste años de descontrol, no?
-No, no. Fueron años de mucha juerga. Fueron años divertidos, de dedicarme un poquito más a la joda. Hubo buenas historias. Por ejemplo una vez, en mi casa que es un ph de dos ambientes muy grandes, estábamos haciendo coreografías con unas chicas de un lado y del otro estaba Moris grabando "Yo vivía en el bosque muy contento...", la canción "El oso". Y de repente Moris se quería colar del lado de las coreografías, lo tuve que sacar carpiendo, siempre del lado de la diversión. Pero en esa época yo saqué tres discos también, es decir que tampoco es que me colgué. Pero no me arrepiento de absolutamente nada. También filmé un montón de películas caseras, aprendí un montón, mi casa parecía un centro cultural.
-¿El paso del tiempo te calmó un poco?
-La juerga disminuyó notablemente. Ahora tenés esta nueva variante que se transformó en una persona de televisión y de radio. Aparte yo soy una persona muy profesional, nunca llego tarde a ningún lado, no falto y siempre llego en buen estado, porque de otra manera no puedo brindarme tal cual soy.
La familia y los hábitos
-¿Hablame de tus hábitos, hacés actividad física?
-Si, juego a la pelota los miércoles y ahora voy a agregar alguna actividad física en la semana. Y también juego al paddle. Y los fines de semana siempre me voy de gira y ahí es cantar a la noche, volver al hotel y viajar toda la noche.
-¿Te gustaría formar una familia, tener hijos?
-Me parece que está bueno, yo vengo de una familia donde es costumbre para nosotros brindarnos tiempo, apoyarnos... la familia es como un vínculo de contención. Tengo muy buenos padres, muy presentes. No tendría problema en echar a andar un método familiar.
-Hablame de tus hermanos.
-Ellos son Ezequiel y Micaela, los dos cantan. Con mi hermano tenemos un grupo de swing, cantamos temas de los años 50, se llama los "Swingvergüenzas", y mi hermana está grabando su disco solista. Y mi papá y mi mamá son arquitectos, los dos son docentes de la Universidad del Estado, una vida entregada a la educación pública. Mi mamá además fue bailarina, coreógrafa, dio la vuelta al mundo con su arte. En mi familia todos tienen algo de artistas. Todos cantan y tocan algún instrumento.
La idea de ser más abierto
-¿Cómo te ves de acá a diez años?
-Me encantaría ser actor y trabajar en una película. Y tengo pendiente filmar yo mismo una película, ser director, tengo ideas y tengo ganas. Esto de abrir un poco el juego, de no dedicarme solo al grupo y hacer otras cosas también, me gusta la idea de ser más abierto, ¿viste? Me gusta hacer, estar en actividad.
-¿Te pesa el paso del tiempo?
-No, porque la verdad es que lo siento poco. Es como que vivo en una permanente y eterna juventud, por ahora. Además no he cambiando mucho físicamente desde un tiempo hasta acá. Y aparte que no está en mis planes crecer y mucho menos envejecer. Me voy a quedar así para siempre.
-¿Qué te hubiera gustado ser si no fueras músico?
-Es una fantasía absoluta porque no se puede lograr, pero haber sido jugador de fútbol hubiera sido muy lindo. Nunca fui muy bueno, la verdad es que es una fantasía que no puedo realizar.
Hincha de River y soñador
-¿Sos futbolero?
-Me encanta el fútbol. Voy a la cancha... Soy hincha de River, he cantado en la cancha en muchas oportunidades. He cantado en Perú en la final de la Libertadores. Soy un verdadero gallina.
-¿Un sueño pendiente? Ya me contaste lo del cine, pero contame algún otro.
-Hacer una película puede ser, ¿no? Otras cosas que deseaba de chico las concreté con creces, como tener una banda y tocar en el Monumental. Pero sí, me gustaría ir a las Pirámides de Egipto, conocer Japón, ir a Tailandia... Manejar un crucero y un submarino... También tener un hijo. No lo imagino, pero no se puede negar que sería una experiencia alucinante, totalmente.
Fotos: @chrisbeliera
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