Profunda, reflexiva, emprendedora y amorosa. Así la vimos a María Laura "Lala" Bruzoni, comunicadora social, mamá de cuatro hijos y esposa del periodista deportivo Juan Pablo Varsky, a quien conoció seis meses después de haberse separado de su primer marido, hace ocho años.
En esta "segunda gestión", Lala se puso al frente de una familia ensamblada numerosa (sus tres hijos Juana (18), Felipe (15) e Isabel (10), los dos de Varsky, Valentín (19) y Benjamín (13), y Lupe (2), la hija de la pareja), sin dejar de lado el desarrollo de su proyecto de comunicación, The Gelatina.
Este medio, que está en pleno proceso de tener su propia app, le permite a esta mujer de 45 años comprometida con la salud y el bienestar, desarrollar el concepto de "fitness mental", que ella define como entrenamiento del cerebro. En la nota, Lala dirá que se trata de "una nueva categoría que incita a estar conectado con todo lo que nos rodea en el mundo, para mantenerse sano". Sobre este tema, su maternidad, su pareja, el amor y los sueños, hablamos en esta nota.
-¡Hola Lala! ¿Cómo empezaste el año a nivel laboral? Vimos que seguís muy activamente generando contenidos para tu blog The Gelatina… ¿Estás además con otros proyectos?
-Empecé muy bien el 2023 porque cerré un buen 2022, después de algunos momentos difíciles de trabajo. Al ser emprendedor en nuestro país a veces es difícil, ser emprendedora mujer también es muy difícil. Hice 24 años de comunicaciones, siempre en relación con agencias y compañías, entonces al ser emprendedor, una aprende y desaprende al mismo tiempo, pero el saldo fue muy positivo.
Terminamos con una gran primera etapa con una empresa tecnológica que está intentando desarrollar una aplicación para que The Gelatina -que es un medio contemporáneo, de salud de nuestros tiempos que trata temas de salud emocional básicamente, cuerpo, mente y espíritu-, tenga su propia aplicación.
Así que cerramos muy bien el 22 y nos espera un año 2023 de muchísimo trabajo en equipo para hacer esto posible y confío en que así sea. Y sí, enero fue un mes movido, es un mes que marca el comienzo de un año y a nivel emociones y a nivel físico y a nivel espiritual generalmente cuando uno cierra etapas y comienza otras, se mueven muchas cosas y realmente en The Gelatina, tratamos de acompañar todos estos procesos personales, físicos y espirituales.
Una mujer comprometida con el fitness mental
-En tu Instagram te presentás como una mujer "comprometida con el fitness mental y el bienestar integral". ¿Qué es el fitness mental y cómo se relaciona con el bienestar?
-Sí, mi perfil muestra claramente los temas con los cuales me especialicé en los últimos ocho años de mi carrera como comunicadora social. Yo estudié Comunicación Social en la Universidad Austral, una universidad que hace 20 años, cuando me recibí, nos entrenó a aprender acerca del sentido crítico, algo que hoy sigue escaseando.
Lo que diferencia un comunicador de otro es el sentido crítico y es algo que a la Universidad Austral yo le agradezco. ¿Y por qué destaco esto? Porque el fitness mental es una nueva categoría que nace en el mundo mucho antes de la pandemia, que es el entrenamiento del cerebro, igual que se entrena el cuerpo, igual que se entrena el espíritu.
La muy hablada espiritualidad, que para mí es estar muy conectado con todo lo que nos rodea, más allá de las religiones -para mí no es nada místico, sino todo lo contrario y va más allá-: es estar conectado con todo lo que nos rodea en el mundo. Eso es ser un ser espiritual para mí y tiene mucho que ver con lo que trata The Gelatina. El fitness mental es entrenar a la mente igual que el resto de las tres dimensiones que conforman el ser humano. En The Gelatina decimos que si uno está conectado probablemente sea feliz, porque es una cualidad que hoy escasea.
Fitness mental hoy no existe en los libros. Es una categoría que estamos creando con nuestro medio de comunicacion. Incluso antes de la pandemia. The Gelatina nace producto de mi propio virus interior. Yo creo que todos tenemos un virus interno que sanar. Un trauma que nos hace desaprender y volver a dar las cartas. Uno puede revivir ese trauma o "ese asunto" (para desdramatizarlo) cada día a nivel cerebral y hasta celular, o puede elegir la vida que quiere vivir y hacer que las cosas pasen. Pues esto fue la creación de The Gelatina para mi.
Aceptar mis quiebres, mis parches, salir de una tristeza muy profunda que duró dos años, pedir ayuda, rodearme de amor. Descubrir mas adelante que tengo que convivir de adulta con un déficit de atención y una hiperactividad que me enseña todos los dias. A mi la información me cambió la salud de la mente.
Con The Gelatina he convertido el sufrimiento en periodismo. Lejos de ser solo un blog o un Instagram. Y ahora, 3 años después llega la app. Sin tecnología no hay servicio global y sin servicio global, el impacto es muy difícil de lograr para llegar a proponer un cambio en el mundo. Los humanos creo yo, lo único que vamos a tener que aprender siempre es a manejar y regular las emociones. Lo otro nos estará dado.
"Con Lupita todo cobró sentido en nuestras vidas"
-Hace apenas dos semanas tu hija más chiquita, Lupe, cumplió dos años. ¿Cómo lo viviste? ¿Qué significa esta niñita en tu vida?
-Lupe es un premio en esta vida. Un regalo para cada uno de nosotros que formamos esta familia y una misión encantadora que fue llegar a la vida de Juan después de dos varones. Lupe llegó a mi vida después de mis tres hijos que fueron mi sueño y llegó a ellos tres también como un moño a la familia que formamos. Y también como un premio porque todos necesitábamos una nueva ilusión y Lupe viene a ocupar ese lugar.
Lupe es como la cristalización de que volver a amarse puede, de que las oportunidades ocurren, de que lo delicioso ahí está, se prueba, se siente, de que la miramos y el goce se se hace cuerpo, se hace físico en el cuerpo... Es como el ejemplo en la Tierra de que el amor solo transforma las cosas. Hay una canción que yo siempre citó en The Gelatina y que dice "solo el amor transforma".
Lupe es puro amor. Si bien Juan y yo tenemos nuestras cosas como todos los matrimonios y nuestra familia ensamblada tiene todas sus cosas -como todas las familia ensambladas y nos costó muchísimo armarla-, hoy estamos en una muy buena etapa de punto de equilibrio, y con Lupita todo cobró sentido en nuestra vida.
Además Lupita es volver a empezar, nos rejuvenece desde lo físico, desde lo emocional, desde lo mental... Volver al Kinder 2, armarle su mochila, pensar en su guardapolvos, los hermanos que empiezan a manejar y dicen yo la llevo... Y nosotros hablando de colecho cuando deberíamos estar hablando de cualquier otra cosa... Todo vuelve a vibrar.
Cuando hay una desilusión en una etapa de la vida de una persona, yo siento que es muy importante después de un proceso de sanación, tener una ilusión de nuevo. Y un nuevo hijo, cuando hay mucho amor de base, mucho respeto y cuando las cuatro patas de una mesa están sólidas, la ilusión llega.
Digo las cuatro patas porque hay muchas cosas que uno tiene que hacer para que esa mesa esté sólida. No es que los hijos arreglan una familia. Los hijos detonan un familia o la hacen maravillosa. Nosotros preparamos mucho el terreno para que Lupita nos haga bien.
La compleja misión de armar una familia ensamblada
-Con Juan Pablo formaron una familia ensamblada y numerosa, con hijos de todas las edades. ¿Cómo se lleva adelante una misión tan amorosa pero a la vez tan compleja?
-Me gusta ser sincera y no hablar como si nos levantáramos los ocho que somos en casa siempre pintando mariposas de colores. Yo creo que las familias ensambladas no son para todo el mundo, no es que ni Juan ni yo seamos unos superdotados en la vida familiar. Pero creo que tanto Juan como yo teníamos muchas ganas de volver a formar una familia.
Yo me separé bastante joven, a los 37 años. Juan también había estado como bastante poco tiempo en pareja y casado y había tenido muchos viajes, le había dedicado mucho libido-tiempo-fisicalidad a formar la carrera que tiene, su ser profesional que es hoy. Entonces los dos estábamos muy ávidos de formar una familia y así nos encontramos. Los dos hijos de Juan y mis tres hijos tenían muchas cosas por vivir, hace siete años, vamos a cumplir ocho años juntos.
Y tanto los hijos de Juan como los míos se dejaron amar. Tuvimos nuestros encontronazos en su momento, pero hoy ya nos encontramos desde otro lugar. Y Juan confió en mí y yo confié en Juan. Hoy nos damos cuenta que todo valió la pena.
Pero te repito, ensamblar una familia no es para todo el mundo. No es juntamos tus patos mis patos, o sea, cada vida, que tenemos hoy bajo nuestro techo es un mundo y hay que tener mucho cuidado con esos puntos, porque mis tres primeros hijos nunca van a ser iguales a los dos primeros hijos de Juan y viceversa. Y Lupita es una hija nuestra que queremos también formarla y educarla y darle las cosas a nuestra manera.
Lala mamá: "Soy muy firme"
-¿Cómo sos como mamá? ¿Cambió tu forma de maternar en esta segunda gestión, siendo más grande y teniendo una nena chiquita?
-Como mamá soy muy firme. Soy como más firme que Juan en lo operativo, muy molesta con que Lupe esté prolija, bien vestida, peinada, perfumada, que se mantenga el orden de la casa... tiene que ver mucho con mi hiperactividad. Soy como muy una mamá muy muy operativa. Juan interviene mucho más a tiempo y tiene razón, el no intervenir preventivamente, él es más inteligente en eso porque es como que su cabeza va más rápido que las mía y ve el final de algunas cosas antes que yo.
Pero emocionalmente suelo ganarle a Juan Pablo algunas batallas, que él me gana en otros asuntos, es como que yo algunas cosas de logística más grande, de planes, de vacaciones, de mudanza tal vez las entiendo mejor que él... Pero bueno como mamá soy como mamá pato.
Yo soy católica, pero siempre digo que soy muy idishe mame, porque me gusta que mis pollos estén todos juntos por más que los Varsky no tienen mi apellido, a mi me gusta que estén bien vestidos, que abunde la comida, soy como muy acurrucadora... Soy bastante molesta, pero los chicos se lo toman bien, ya me conocen, revolean los ojos pero con amor.
La historia de amor de Lala Bruzoni y Juan Pablo Varsky
-Hablame de tu historia de amor con Juan Pablo: ¿cómo se conocieron y cómo nació el amor y las ganas de formar una familia?
-Mi historia de amor con Juan empezó a los seis meses de separarme. Él me mandó un mensaje muy formal, así como un piropo muy formal que me dio mucha gracia y me dije a mi misma: "Lo único que me falta es salir con Varsky, un periodista". Para mi no había lugar para salir con él, pero bueno, fuimos a comer una noche al Jardín Japonés.
Y si bien no me imaginaba saliendo con alguien conocido, esa noche nos quedamos hablando hasta que cerró el restaurante. Y la verdad es que así me enamoró. Me acuerdo que después me fui a Europa por dos semanas y él no paraba de llamarme por FaceTime y yo decía "¡pero este tipo que atrevido, salimos una vez nada más!".
Yo una vez le dije "no, mirá, no estoy para salir, estoy recién separada". Y él me dijo una frase muy buena: "Mirá Lala, si no es conmigo, de acá para arriba". Yo decía "ese mensaje se lo debe decir a todas". Pero con conmigo siempre fue diferente. Y la verdad es que me hizo limpiar toda la agenda y con apenas seis meses de soltera me quedé con este señor que quiso empezar a compartir todo lo que tenía conmigo. Y que es todo corazón, conmigo, con sus hijos, con los míos.
"Con Juan queremos disfrutarnos"
-¿Tendrías otro hijo?
-Es una muy buena pregunta porque tal vez mi respuesta le sirve a alguna lectora. Tuve a Lupe a los 44 años, fue la cuarta cesárea, así que después del parto le pedí a mi ginecóloga y obstetra que me ligara las trompas. Me pareció el mejor método anticonceptivo para ya no ingerir más hormonas y además la forma más segura de no tener más bebés. Porque con Juan queremos disfrutarnos mucho después de este regalo de la vida. Y con la responsabilidad que es tener seis hijos hoy en este mundo, ya tenemos suficiente.
Un estilo sofisticado con algo de rock
-Sos una mujer bellísima y elegante. Cómo es tu relación con la moda y todo lo beauty: ¿le prestás mucha atención o sos más bien relajada?
-Bueno, gracias por el piropo. Me ayuda mucho ser alta y así como que erguida. Soy muy atenta a la a la belleza en general y la verdad es que desde hace seis años sigo a una diseñadora que me encanta y que me ayuda mucho a simplificar el estilo personal, la moda, qué ponerme con qué. Se llama Anine Bing. Miro cómo combina y cómo ofrece las cosas que vende y cómo las usa y lo uso muy parecido, porque ha encontrado una forma muy contemporánea y sofisticada a la vez con un poco de rock, que a mí me queda muy bien.
Porque como soy como tan formal y parezco así como muy seria, si no combino un poco de rock con un blazer y un pantalón, doy como señora mayor. Así que esta marca me sienta muy bien. No soy de explorar otras marcas, la verdad es que me compro mucho de esa marca que ha logrado tener mi estilo y después solamente de una marca más acá en Buenos Aires, que es María Cher. Pero no consumo más que esas marcas porque a esta edad ya no me gusta como perder mucho tiempo en eso, pero sí siempre estar impecable.
"En la casa me ocupo de todo"
-Y con la casa y la decoración, ¿cómo sos? ¿Te gusta ocuparte vos misma de todo o preferís delegar?
-Con la casa soy igual, me gusta un estilo sofisticado, pero con mucho blanco. Me ocupo de todo yo y con dos amigas que me ayudan desde siempre a decorarla y con mi hermana, que tiene su propia empresa de decoración, @bruca_deco, y es una genia haciendo eso con un costo accesible. Porque hoy realmente poner una casa como uno quiere es cada día más difícil y bueno, la verdad es que con esta banda, con esta familia numerosa, siempre estamos buscando la mejor opción, de donde vivir, de que todos tengan su lugar.
Lo cierto es que en los últimos ocho años nos hemos mudado como tres veces, para mí hoy es muy prioritaria la comodidad de esta familia grande. Eso es algo muy importante para las familias ensambladas, comprar una casa para los próximos 15 años no lo aconsejo. Hay que ser muy flexible. La casa para mí tiene que estar impecable porque soy muy obsesiva de que todo esté impecable, pero he aprendido a ser muy flexible.
El sueño de recorrer Italia
-¿Un sueño pendiente?
-Un sueño pendiente sí, tiene que ver con una experiencia y es conocer Italia. Solamente conocí Roma cuando viajé a los 37 años a Europa por primera vez y tenemos pendiente con Juan conocer todo lo que pueda de Italia, buscando el pueblo de mi apellido, la costa amalfitana y todo eso. Tengo como un gran sueño de hacer un viaje muy liviano, casi que llevando solo un carry on... Muero de amor por conocer todo lo que pueda de Italia.
Un gran proyecto para dentro de una década
-¿Cómo te ves en diez años?
-En diez años voy a tener 55 años si Dios me acompaña... Y la verdad es que me imagino mucho más liviana que ahora. Tengo como una fantasía de tener una casita muy chiquita aparte de nuestra casa principal, en el mar o en el bosque, y me visualizo con un gran escritorio dejándome un poco más las canas y escribiendo. Tengo muchas ganas de terminar mi carrera y empezar a dedicarme solamente a los contenidos, escribir, leer mucho, mucho, como leo ahora pero más todavía y escribir mucho más.
Me imagino que a los 55 todavía voy a ser joven y voy a estar desarrollando a full la aplicación, exportando servicios de contenidos para ayudar a que la gente esté cada vez mejor, más entrenada y con el alma más en paz después de aprender conceptos a través de la información, que es lo que va a salvar a las personas. Transmitir conocimientos a la gente va a lograr que haya menos ansiedad, que en el fondo es tristeza. La información todavía es algo que puede sanar la tristeza de la gente.
Producción: Marite Rizzo
Fotos: Alejandro Carra.
Video y edición: Manu Adaro.
Ropa: El Camarín, Blue Sheep, Santesteban, Anna et Camille (@anna_et_camille)
Joyas: Agustina Cataneo (@iamaguscattaneo) y Dolores Trull( @dolorestrull_dtj)
Agradecemos a @remerosbeach
