Orgullosa por el rol que ocupa cada noche conduciendo el noticiero de Canal 13 junto a Diego Leuco, en el lugar donde otrora brillaran conductoras de la talla de Mónica Cahen D'Anvers -junto a César Mascetti- y María Laura Santillán en dupla con Santo Biasatti, esta rosarina de 45 años admite que nunca soñó con llegar a estar al frente de Telenoche y que su máximo anhelo fue, desde siempre, trabajar en un diario.
Madraza, en esta nota revela que en cada uno de sus trabajos batalló por tener sus tiempos para ocuparse de sus hijos, Jacinta (7) y Vito (10), tema en el cual se considera "muy intensa". Y que los fines de semana adora dedicarse a ellos y a su pareja, Martín Guglielmone, momentos en cuales disfrutan de su hogar -se autodefine como "muy hogareña"- o de "agarrar el auto y hacer viajes cortos a la costa o a cualquier pueblo cercano". Con ustedes, Luciana Geuna.
-¿Cómo te sentís en tu rol de conductora del noticiero del 13 haciendo dupla con Diego Leuco, en un lugar que han ocupado duplas históricas como Mónica y César y María Laura (Santillán) y Santo (Biasati)?
-Me siento super, la verdad es que es un orgullo enorme. Me llevó un tiempo plantarme sobre los pies de algo así con esos dos antecedentes tan enormes, tan míticos, que dejaron huella y una marca propia tan grande. Diego (Leuco) y yo en ese sentido, lo primero que tenemos es una muy buena relación. Somos dupla aún antes de ser dupla, nos entendemos sin hablar siquiera, eso hizo todo muy fácil. Y para mi fue y es un desafío muy grande, es de lo que estoy aprendiendo muchísimo, y adquiriendo nuevas herramientas.
Además me da una cercanía con la gente, con otros temas, que nunca había vivido porque hice toda mi carrera como periodista política y de investigación, entonces realmente es de mucho disfrute y mucho aprendizaje. Es una construcción diaria que es super interesante. Los noticieros todavía tienen ese acompañamiento, esa cercanía, eso de estar en la casa de la gente cuando están comiendo. Con Diego creemos mucho en eso de tratar de dar las noticias malas, cuando lo son, con empatía. Iremos dejando la marca de nosotros mismos a medida que pase el tiempo.
Acerca de la independencia periodística y el rol del comunicador
-¿Como se vive el rol del periodista en estos tiempos tan complicados?
-Yo nunca digo que no es fácil porque difícil es otra cosa, difícil es para la gente que realmente tiene problemas más grandes. Pero, de todos modos, creo que el rol del periodista no es sencillo por muchas razones, pero principalmente -sobre todo para mi que tengo el foco en la política-, por esa idea de que la información está muy llevada a los extremos. Como si un sector de la sociedad le hubiera perdido el respeto, como si considerara que la información no existe y que todo es ideología y eso no es cierto, yo creo básicamente todo lo contrario.
Soy muy fanática de la información y en este momento que las audiencias son tan determinantes para cualquier proyecto, la mayor independencia periodística es hacer periodismo más allá de lo que demande la audiencia del medio donde estás. Y en ese sentido yo estoy muy tranquila y muy contenta. Pero no es fácil. Cualquier persona que tiene exposición pública en el mundo de las redes está sujeto a cataratas de un montón cosas, pero siento que lo llevo bastante bien.
La chica oriunda de Rosario que soñaba con trabajar en Clarín
- Leí que en una charla que diste para estudiantes universitarios dijiste: "Soy de Rosario, soñaba con ser periodista y sentía que nunca iba a lograrlo". Hablame de esos tiempos, cuando soñabas con la profesión y pensabas que era un sueño imposible.
-Me recibí en el 2001 y mi sueño siempre fue trabajar en gráfica, en un diario y específicamente en Clarín. Para entrar en la beca del diario, había que escribir una autobiografía y ahí puse que sentía que para entrar en un diario había que estar trabajando en un diario desde antes, o sea era como que nunca podías tener esa primera oportunidad si no pertenecías al micro mundo de los medios. Y en ese sentido esa beca fue una puerta increíble, fue como un sueño trabajar seis meses en el diario. Me tocó cubrir el caso García Belsunce, porque hice la beca en policiales, ahí lo conocí a Ricardo Canaletti, y fue apasionante. Y además fue un gran ejercicio de escritura porque eran policiales, eso me gustaba y en ese momento no pensaba de ninguna manera en televisión ni nada que se le pareciera.
En ese momento yo estudiaba y trabajaba atendiendo el 112 de Telecom, atendiendo a los clientes. Y entre la crisis y la dificultad de pensar en cómo entrar a cualquier medio, ya sea en Rosario o de Buenos Aires, sentía que nunca lo iba a lograr. Y desde el 112 mismo me acuerdo que escribí la nota, me anoté en la beca, hice todo eso. Y estaba allí trabajando cuando me llega el correo avisándome que había aplicado a la beca; en ese momento me paré, fui a la oficina de mi jefe y le dije: "Renuncio". Y no volví nunca más. Ese nivel de sueño era para mi.
Hablando de maestros... Lanata y Guido
-En tu carrera, además de dedicarte al periodismo político trabajando con Jorge Lanata, estuviste un tiempo haciendo radio con Guido Kaczka, en la FM. ¿Cómo fue esa experiencia?
-Si, yo trabajé mucho con Jorge en un montón de cosas distintas, hicimos radio, el diario Crítica, obviamente PPT, hicimos unos documentales viajando por el mundo para Infinito… Jorge es una escuela multimedios que no existe, en el buen sentido, que para mi fue espectacular. Pero en un momento estando en Mitre, Diego Pozo de la FM 100 me pregunta si no quería ir a trabajar con ellos, que empezaba un programa en la primera mañana con Guido, que es el mismo que está ahora y es de los más escuchados de la radio.
Y yo hice una locura, a mi me gusta hacer un poco este tipo de cosas, como conducir que no estaba en mi agenda de previsiones. Era dejar un programa super escuchado como el de Lanata, donde yo estaba consolidada. Pero había un motivo muy personal y es que yo tenía a mi primer hijo chiquito y el programa de radio duraba mucho, además después tenía lo de PPT, se me hacía mucho… Pero sobre todo era animarme a aprender algo en un formato totalmente distinto, por más que yo iba a hacer las columnas de actualidad, se trataba de un proyecto totalmente diferente. Y fue espectacular porque Guido nunca había hecho radio, la Gunda (Claudia Fontán) tampoco… y fue genial.
Ahí quedé embarazada de mi hija y volví después de parir… Fue hermosísimo, me encariñé mucho con todos y aprendí un montón a desestructurarme un poco, a abrirme y a no tener miedo a divertirme, a jugar un poco más y a salirme un poco de mi eje de periodista política. Y después estuve un año con Lalo Mir, que también fue un aprendizaje bestial.
Definir el estilo
-Con respecto a tu estilo: ¿tenés una asesora de vestuario o elegís vos misma tus looks? Solés vestir pantalones, ¿te gusta más que usar polleras?
-En el canal hay una vestuarista que es Mariana Melingeri, que para mi es una maga. Y con ella fuimos juntas encontrando un estilo que a mi me gusta mucho, con el esfuerzo de ella que se carga con el vestuario de todos los del noticiero y TN. Pero el que me ayudó a definir mi estilo, que me viste en Verdad consecuencia (el programa de TN que conduce) y en todo lo que hago por fuera de la tele es Jorge León.
El es mi amigo, lo adoro y es quien me ayudó a encontrar un estilo con el cual me siento cómoda. De allí vienen los pantalones. Polleras uso poco, y vestidos también porque a veces es difícil que no parezcan de fiesta en un noticiero. Soy mega fanática de los monos, el vestido lo siento más noche, más fiesta, pero me encantan igual. Pero para mi Jorge fue fundamental, fue quien me ayudó en todo y a perfilar el estilo que más me gusta.
Cómo es Luciana Geuna en sus propias palabras
-Te paso a un ámbito más íntimo: ¿cómo es Luciana Geuna cuando se apagan las cámaras? ¿Cómo te definís?
-Soy tremendamente hogareña, muy de mi casa, mis amigos y mi vida normal. Disfruto mucho de eso, mi vida, mi barrio. Reproduje en Buenos Aires mi vida de Rosario, si tengo un rato me junto a tomar mate con mis amigas del barrio, y en los fines de semana estamos en casa o paseamos con mi marido y mis hijos. Nos gusta agarrar el auto e irnos a pasear, a la costa, a un pueblo a 100 kilómetros o a cualquier lado.
La familia: el cable a tierra
-Estás casada y tenes dos hijos. Hablame de tu familia, ¿cómo son ellos?
-No estoy técnicamente casada, pero sí en pareja desde hace un montón. Para mi ellos son mi núcleo fundamental e imprescindible, mi energía. Si en casa estamos bien, todo lo demás me sale facilísimo. Y disfruto mucho la maternidad. Aún porque como todo, tiene su complejidad, como la vida misma, aún así lo disfruto un montón y es como mi centro.
Sobre el trabajo y maternidad
-Trabajás por la noche en el noticiero. ¿Cómo conjugas tu rol de periodista con el de mamá?
-Yo tengo un gran tema histórico con eso de ser mamá y trabajar tanto y he sido, no digo intransigente, pero como muy intensa en relación a compatibilizar eso. Yo nunca quise ser como esas mujeres que se retiran dos años para criar a sus hijos, pero tampoco me llevo bien con la idea de no estar. Me gusta mucho estar presente, por ellos, pero también por mi, porque son lo más importante de mi vida. Entonces lo compatibilizo con mucha negociación con el trabajo, donde me siento una privilegiada por haber logrado crecer y que me acepten eso de priorizar a mi familia y de haber podido crecer y llegar hasta acá con esa combinación. Es una de las cosas por las cuales más peleo y que más feliz me pone, y el logro es de las dos partes, de mi trabajo que me lo permiten y de mi, que lo intento.
Y con respecto al horario, trabajo de noche desde que mi segunda hija tiene un año y medio y fue difícil, pero lo compenso estando con ellos durante el día, yendo a buscarlos al cole, llevándolos a otras actividades. No es siempre así pero pude combinar para esta mucho más presente el resto del día. Pero sí, fue una concesión grande no estar en el horario de la cena desde hace tanto tiempo.
Mujer multitasking
-Con respecto a tu casa, ¿te gusta dedicarte vos misma al tema cocina, compras, decoración? ¿O preferís delegar?
-Con respecto a mi casa, tengo esta condición multitasking que a veces en nociva en nuestra generación, pero si estoy con los temas de mi casa, administrando compras, cocina, decoración, todo. Para la cocina en la semana tengo una señora que me ayuda, pero me ocupo de que esté la comida en la alacena, de qué vamos a comer, lo tengo siempre en la cabeza. Y los fines de semana sí me ocupo de cocinar.
Y la decoración me encanta. Ahora cada uno de mis hijos va a tener su cuarto, para mi fue un paso enorme porque los dos dormían en el mismo cuarto. Había otro pero ellos no querían separarse. Y ahora es como una etapa de la vida, que cada uno va a tener su habitación. Para hacerles a cada uno su cuarto opinamos todos pero después soy yo la que ejecuto los cambios. Fue muy lindo hacerlo.
El futuro y los sueños
-¿Cómo te ves de acá a diez años?
-Siempre pienso es eso. No me veo definitivamente en el vértigo diario. Me cuesta mucho pensar de acá a diez años, pienso hacia adelante pero en plazos mucho mas cortos, como de dos años, esa es mi normalidad, cada dos años es como que pongo todo en revisión, puedo seguir o cambiar… Pero de acá en diez años quisiera seguir haciendo lo que me gusta, pero además generando proyectos periodísticos más creativos, de buenas historias… Pero no se si me imagino con el vértigo de la diaria.
-¿Un sueño pendiente?
-Es muy difícil de determinar porque estoy muy por encima de mis sueños. Conducir Telenoche no estaba en ninguno de mis sueños, mi máximo sueño real era trabajar en un diario y realmente esta profesión me dio un montón de caminos, de gente que me enseña, de formatos... Y crecer al punto de estar conduciendo Telenoche no estaba en ninguno de mis sueños.
Pero eso no me hace sentir que no sueño más… Ahora estoy disfrutando mucho el hoy, realmente, no tengo pendientes, disfruto mucho de este lugar que tengo hoy, me gusta esta plenitud, la quiero vivir a consciencia. Nunca vivo con pendientes pero en el camino me van surgiendo ganas nuevas y voy hacia allá. Pero hoy estoy mucho en el presente.
Fotos: Chris Beliera
Producción: Marité Rizzo
Maquilló: Jose Becu (@josebecumakeup)
Peinó: Guillermo Parra (@guilleparra)
Ropa: Rafael Garófalo (@rafaelgarofalom), Natalia Antolín (@nantolin) y MyM Cueros (@mym_cueros).
Zapatos: Dokia (@dokia.zapatos).