Este miércoles 12 de julio el doctor René Favaloro hubiera cumplido 100 años de vida. El destacado médico cardiocirujano por quien hace pocas horas se llevó a cabo un homenaje en el Teatro Colón celebrando el siglo de su nacimiento, tocó el cielo con las manos gracias a su genialidad médica pero también vivió un infierno en la última etapa de su vida.
Favaloro se suicidó porque su Instituto médico, el más destacado en cuanto a cirugías cardiovasculares se refiere, estaba pasando un momento de revés financiero aparentemente irremontable. "Favaloro se encontró entre las deudas y el chantaje", dijo el periodista italiano Luca Serafini en el libro "El corazón de un hombre", presentado en 2022.
Corría julio de año 2000 cuando Favaloro, de 77 años, decidió tomar la drástica decisión de pegarse un tiro en el corazón. Pero antes, escribió siete cartas de puño y letra. Y mientras algunas eran para su familia (sus sobrinos) y otra para su empleada de confianza, una de las cartas estaba dirigida a Diana Truden, su amada, según relata una nota de Infobae firmada por la periodista Mercedes Funes.
Diana era su secretaría y tenía por ese entonces 31 años, 46 menos que el afamado doctor, que era viudo de su primera esposa, María Antonia Delgado. Y un mes más tarde iba a convertirse en su esposa. La pareja tenía ya reservada la fecha en el registro civil, felicidad que no detuvo a Favaloro en su decisión.
Qué decía la carta que Favaloro le dejó a su novia, Diana Truden
Antes de tomar la drástica decisión de quitarse la vida, el doctor Favaloro se bañó, cerró las puertas de su departamento con llave y se sentó a escribir las cartas.
A Diana le dejó un sobre lacrado con cosas que le devolvía y un largo mensaje que decía: "Ha llegado el momento de la gran decisión… Tú no eres culpable de nada… Mis proyectos se han hecho pedazos. No puedo cambiar los principios que siempre me acompañaron. Creo que la Fundación se derrumba. No podría aguantar como testigo lo que construí, con tanta fuerza, ahora su destrucción", siempre según documenta la nota citada.
Y continuaba: "Estoy cansado de luchar y luchar. Remando contra la corriente en un país que está corrompido hasta el tuétano. Tú eres testigo de mi sufrimiento diario. Te agradezco todo lo que me has brindado. Particularmente en este último año".
Luego Favaloro hablaba de amor: "Nunca podrás imaginar cuánto te he amado. Nunca tuve nada igual. No se puede comparar con nada semejante de mi pasado. Tú has sido mi grande y verdadero amor. Siempre me he sentido un poco culpable. Nunca debí permitir que nuestro amor llegara tan lejos. Cuarenta y seis años en una gran diferencia. Y no te pude brindar hijos".
Finalmente, el recordado médico le pedía a su novia que no sufriera. "Reza un poco por mí. Sé que te recuperarás porque eres fuerte. El tiempo lo arregla todo. Sé que sufrirás un poco al principio, pero tú también me amaste... Espero que encuentres al hombre que hagas feliz. Dios así lo querrá. No sufras, por favor, no sufras mucho. Tienes desafíos por delante. El más importante es escribir, escribir y escribir. Tienes grandes condiciones para hacerlo. Te he amado con locura. Estaré pensando en tí, solamente en tí, hasta el último segundo. Un abrazo grande, muchos besos, René".